Trasplante rostro manos Joe DiMeo accidente centro médico Langone

Efectúan trasplante de rostro y manos a joven que sufrió accidente que le desfiguró la cara
Joe DiMeo se durmió al volante den 2018 y su automóvil estalló en llamas
Más de 140 cirujanos, enfermeras y más personal del hospital trabajaron durante la cirugía de 23 horas

Médicos del centro médico Langone le han cambiado la vida a Joe DiMeo al efectuar con éxito trasplante de rostro y manos, luego de un fatal accidente, de acuerdo a información publicada en el portal de noticias del New York Post.

En julio de 2018 este joven que hoy tiene 22 años de

edad, sufrió un terrible percance vial, luego que se quedara dormido al volante.

Esto ocasionó que se estrellara y que su automóvil estallara en llamas, por lo que sufrió quemaduras de grandes proporciones.

Su rostro y extremidades quedaron prácticamente ‘derretidas’, por lo que el proceso de recuperación física y psicológica no fue fácil.

Aunque esta nueva realidad no estaba dentro de las posibilidades de nadie, Joe DiMeo nunca perdió la esperanza y esperó para ver los resultados.

«Siempre hay luz al final del túnel», dijo Joe, sobre su increíble transformación. «Nunca te rindas y nunca dejes que tu apariencia te ralencele. Siempre mira las cosas buenas».

Los pronósticos y posibilidades eran reducidas, debido a varias transfusiones de sangre e injertos de piel después del percance vial.

Sería difícil hallar un donante compatible, esta posibilidad se redujo a sólo un 6%. Sin embargo, ese donante apareció, y aunque permanece en el anonimato, se le agradece su solidaridad.

Esta persona llegó a la Universidad de Nueva York el 10 de agosto de 2020 y prácticamente de manera inmediata dos días después, Joe obtuvo un trasplante de rostro y manos, por lo que hoy presume esa increíble transformación que lo mantiene con esperanzas de una mejor calidad de vida.

El trasplante de rostro y manos que se efectuó a Joe DiMeo fue liderado por el doctor hispano Eduardo Rodríguez, uno de los cirujanos plásticos más importantes de la Universidad de Nueva York.

De manera textual el médico dijo sobre el caso y del joven: «Su espíritu es tan fuerte. Sabía en su mente que esto no iba a ser el fin de él».

El proceso fue largo, pesado y doloroso para Joe Di Meo. Se sometió a 20 cirugías reconstructivas para minimizar quemaduras de tercer grado que cubrieron más del 80% de su cuerpo.

Sus heridas fueron de gran magnitud, sobre todo que tenía dedos amputados y cicatrices en la cara que fueron consideradas severas, mismas que lo dejaron sin labios ni párpados.

Tras pasar por todo esto y ver el resultado, el joven decidió publicar su historia para alentar a más personas a tener esperanza: «Siento que es un gran paso en la ciencia. Estoy muy orgulloso de ser parte de ello».

Fueron integrantes del equipo del Departamento de Cirugía Plástica Hansjorg Wyss de la Universidad de Nueva York, quienes se dieron a la tarea de buscar un donante que fuera compatible en varios aspectos que necesitaba para el trasplante de rostro y manos.

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Joe DiMeo está aprendiendo nuevamente a sonreír, parpadear, pellizcar y apretar.

El hombre de 22 años y residente de Nueva Jersey fue operado en agosto, dos años después de sufrir quemaduras de gravedad en un accidente de auto.

«Sabía que serían pequeños pasos todo el tiempo. Tienes que tener mucha motivación, mucha paciencia. Y debes permanecer fuerte en todo momento», dijo el joven.

Los expertos señalan que aparentemente la cirugía realizada en el hospital NYU Langone Health fue un éxito, pero advierten que tomará cierto tiempo estar seguros.

Cirujanos estadounidenses han completado al menos 18 trasplantes faciales y 35 de manos, según la United Network for Organ Sharing (UNOS por sus iniciales en inglés), una organización sin fines de lucro que supervisa al sistema de trasplantes del país.

Pero los trasplantes simultáneos de rostro y ambas manos son sumamente raros y sólo se han intentado en dos ocasiones previas. El primer intento fue en 2009 en un paciente de París que murió aproximadamente un mes después por complicaciones relacionadas con el procedimiento. Dos años más tarde, médicos de Boston lo intentaron nuevamente en una mujer que fue atacada por un chimpancé, pero días después tuvieron que retirarle las manos trasplantadas.

«El hecho de que lo hayan logrado es fantástico», dijo el doctor Bohdan Pomahac, cirujano del hospital Brigham and Women’s de Boston, que encabezó el segundo intento de una operación de este tipo. «Sé de primera mano que es sumamente complicado. Es un éxito tremendo».

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Tras el trasplante a Joe DiMeo tomará medicamentos el resto de su vida para evitar que su cuerpo rechace los trasplantes, y también tendrá rehabilitación continua para adquirir sensación y funciones en su nuevo rostro y manos.

En 2018, DiMeo se quedó dormido mientras conducía, relata, luego de trabajar un turno nocturno como evaluador de productos para una compañía farmacéutica. El vehículo golpeó una acera y un poste de luz, se volcó y estalló en llamas. Otro conductor vio el accidente y se detuvo para rescatar a DiMeo.

Después pasó meses en coma inducido y se sometió a 20 cirugías reconstructivas y múltiples injertos de piel para atenderle sus extensas quemaduras de tercer grado.

Una vez que fue evidente que las cirugías convencionales no podían ayudarle a recuperar su visión completa ni a utilizar sus manos, el equipo médico comenzó a prepararse en 2019 para el arriesgado trasplante a Joe DiMeo.

«Dentro del mundo de los trasplantes, posiblemente estos sean los más inusuales», dijo el doctor David Klassen, director médico de UNOS.

Casi de inmediato, el equipo de NYU se topó con dificultades, incluyendo hallar un donante.

Los médicos estimaban que sólo había un 6% de posibilidad de encontrar una coincidencia compatible con su sistema inmunológico. También querían hallar a alguien del mismo género, tono de piel y mano dominante.

Luego, durante la búsqueda de donantes, llegó la pandemia y las donaciones de órganos se desplomaron. Durante la epidemia en la ciudad de Nueva York, los miembros de la unidad de trasplantes fueron reasignados a los pabellones de COVID-19.

El equipo finalmente identificó a un donante en Delaware a principios de agosto y días después completó el procedimiento de 23 horas de duración.