Crónica: En auge estafas y los hispanos somos los más defraudados

• Crónica: En auge estafas y los hispanos somos los más defraudados
• Lo confiado que somos los latinos es bien aprovechado por los estafadores
• Los delincuentes cibernéticos han identificado muy bien nuestras debilidades

Crónica estafas hispanos defraudados. Las estafas están a la orden del día y los hispanos estamos entre las comunidades más vulnerables, de acuerdo con las autoridades estadounidenses, que aunque quieran, muy poco o mejor dicho, casi nada pueden hacer para frenar a esta clase de hampones.

En las últimas semanas, muchos hispanos de Georgia y otros estados del país han sido defraudados por bandas de estafadores que en su mayoría operan desde fuera de Estados Unidos, pero que se valen de teléfonos prepagados con números locales.

Somos demasiado confiados y cualquiera nos intimida

La clave de los estafadores es en primer lugar ganarse la confianza de las víctimas para lograr que les entreguen el dinero de la mejor manera, pero cuando no pueden sacárselos voluntariamente , tratan de intimidarlas con engaños, o hasta extorsionarlas con algo que tengan en su contra.

Los estafadores saben que la mayoría de hispanos en EE.UU. son indocumentados y que por ende, lo más probable es que no acudirán a la policía para denunciarlos, así que la posibilidad de que los atrapen es mínina, a diferencia de los que salen con arma en mano a asaltar a las personas. A continuación quiero darte una lista de las 10 estafas más comunes que estamos sufriendo.

Crónica estafas hispanos defraudados

El viejo cuento de que se ganaron la lotería

En el pasado los delincuentes salían personalmente a buscar potenciales víctimas para tratar de embaucarlas con el viejo cuento del billete de lotería ganador. Los timadores convencían a hombres y mujeres de que se habían ganado el ‘premio gordo’ pero que, por ser indocumentados, no podían reclamarlo y les ofrecían vendérselos por un costo mucho menor. Juntos llamaban por teléfono a ‘la lotería’ que en realidad eran cómplices de los hampones y estos les confirmaban que tenían el billete ganador.

Emocionados de que se quedarían con una «jugosa parte», los hispanos salían a sus casas o bancos a retirar ciertos montos y se los entregaban a cambio de un billete sin ningún valor. Una vez con el efectivo, se desaparecían de la vista de las víctimas. Escogían a personas que estaban solas en las calles o centros comerciales y con engaños les impedían que fueran hacer llamadas para contarle a alguien más y de esta manera, fueran a quedar expuestos.

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No todo lo que brilla es oro

Luego se puso de moda la estafa con piezas de oro falsos. Anillos, cadenas y pulseras brillantes muy atractivas a la vista, las cuales ofrecen los estafadores a muy bajo costo en las gasolineras y, últimamente, hasta en plena calle con la mentira de que necesitan dinero para combustible o comprar comida para sus hijitos.

Muchos hispanos se emocionan al ver las excelentes «ofertas» y pagan cientos de dólares por cosas inservibles que, si fueran reales, costarían miles. Un par de días después, estas se vuelven negras exponiendo que no eran de oro, a pesar de que en ocasiones hasta las probaron con ácido de baterías o en el fuego.

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Llamadas telefónicas que aterran a cualquiera

Por teléfono también han desfalcado a miles de inmigrantes en Estados Unidos. De países como India, Nigeria y Ghana, los estafadores llaman a las personas haciéndose pasar por empleados del IRS para advertirles de que tienen cuentas pendientes por sus declaraciones de impuestos. Le proponen a los contribuyentes de que antes que la policía vaya ir por ellos, deben de pagar cierta cantidad en ese mismo instante.

Les piden que vayan a un Western Union o Money Gram y les manden efectivo. O a alguna tienda cercana y que compren determinadas tarjetas de regalos, cuyos números deberán dárselos a los estafadores. Una vez con ellos, hacen compras o trasladan los saldos y así desfalcan a las víctimas.

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Peruanos embaucando a nuestra gente en Estados Unidos

Desde Perú hay otra estafa que se ha puesto de moda en los últimos días. Llaman a los hispanos también con números locales para aparentar que están localizados aquí. Le ofrecen libros para aprender inglés, celulares inteligentes, tabletas o productos para perder peso. Primero les hacen creer que todo será gratis y luego les quieren cobrar por el manejo y envío.

Cuando los clientes les dicen que no están interesados, les advierten que ya adquirieron la deuda, que tienen grabadas sus voces y que, si no pagan, oficiales de inmigración o del sheriff van a llegar con una orden de arresto. Muchos han cedido ante sus intimidaciones y enviado dinero con el fin de evitar ir a la cárcel.

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El falso pariente accidentado o varado en la frontera

De alguna manera, los estafadores obtienen nombres y números telefónicos de personas y les llaman para hacerse pasar por un pariente que está varado en la frontera y que necesita dinero para seguir con su viaje, o que en el aeropuerto les quieren confiscar sus maletas o detenerlos por no pagar determinada cantidad en las aduanas.

Créanlo o no, muchos han caído en esa trampa sin antes haber verificado con su familia que todos estén bien. Cuando caen en cuenta que todos sus seres queridos están bien, ya es demasiado tarde, pues no hay forma de que puedan recuperar el dinero que mandaron por medio de alguna agencia.

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«Te vamos a ir a cortar la luz»

Los estafadores llaman también haciéndose pasar por Georgia Power u otras compañías que ofrecen servicio de electricidad o de gas. Le advierten a clientes de que tienen cuentas atrasadas y que ese mismo día llegarán a cortarles el servicio, a menos de que les paguen de inmediato cierta cantidad.

Lo raro es que no aceptan tarjetas de crédito o débito ni tampoco pagos por medio de sus sitios web, porque casualmente están en «mantenimiento» en ese momento, sino que por medio de tarjetas de Itunes u otras de regalo que venden en tiendas, o con efectivo vía Western Union y Money Gram. Muchos clientes asustados salen corriendo a complacerlos para «no quedarse sin su servicio».

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Estafas por eBay y Marketplace

La creatividad de los estafadores parece no tener límites. Hoy en día, para lucrarse los delincuentes ya no tienen que ir tan lejos. Desde la comodidad de sus hogares y sentaditos frente a un monitor, obtienen cuantiosas ganancias gracias a los avances de la tecnología y las redes sociales.

En eBay y Facebook Marketplace a diario estafan a cientos de personas con cuentas fraudulentas. La gente paga por productos que nunca va a recibir o vende cosas que envía por correo a los timadores y al final, cuando el pago no es aprobado, terminan perdiéndolo todo.

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Cheques fraudulentos con cantidades grandes

Hispanos que buscaban trabajo en línea también han sido «contratados» por empresarios o gente pudiente que en realidad resultaron ser estafadores. Le dijeron a los interesados que les pagarían una semana por adelantado. Por ejemplo, si acordaron un salario semanal de $1,000, les mandan cheques por $2,000, luego les dicen que se equivocaron y que deben mandarles la diferencia por medio de un money order.

Las víctimas cambian dichos cheques o depositan en sus cuentas y los bancos por cortesía les aprueban los montos, pero dos días después, les avisan que eran cheques falsos y les cancelan sus cuentas hasta que devuelvan el dinero. Para entonces ya está en manos de los timadores. Hacen lo mismo con personas que venden objetos, les envían cheques por más cantidad de lo acordado y luego les piden la diferencia.

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Casas en renta usurpadas por estafadores

Los estafadores buscan casas que estén en renta en línea y descargan sus fotos y datos, luego las suben en las redes sociales como que si fueran ellos los propietarios. Las ofrecen a precios muy cómodos y al ser contactados por hispanos, les piden que vayan a verlas por fuera, porque en ese monento están de viaje.

Luego les piden el depósito para mandarles la llave y el contrato por correo, lo cual las víctimas obviamente nunca reciben y así se quedan burlados sin dinero y sin lugar donde vivir. Cuando tratan de denunciar, se dan cuenta de que por haber enviado el efectivo voluntariamente sin ningún tipo de presión, no hay nada que hacer.

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«Te pago la mitad del bill o de tu mercado semanal»

Otra estrategia común para embaucar a nuestra comunidad es la oferta de pagar la mitad de las utilidades o la compra de una despensa en Walmart o herramientas a la mitad de precio en las tiendas Lowes y Home Depot. Con tarjetas de crédito clonadas o sin suficientes fondos, ellos hacen las transacciones y le mandan a las personas comprobante de que ya hicieron los respectivos pagos.

Luego les exigen que estos les cancelen de inmediato la mitad vía MoneyGram o Western Union. Cuando ya lo han hecho, los estafadores cancelan las transaciones o las mismas empresas lo hacen al detectar que hay un intento de fraude, pero para entonces, ya los timadores tienen su ganancia gracias a los ingenuos que les creyeron el cuento.

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Extorsiones por hablar con sus «chicas» sexys

De República Dominicana les llaman o textean a hombres hispanos vía WhatsApp para extorsionarlos o chantajearlos. Los amenazan con secuestrar y matar a alguno de sus familiares sino les mandan de inmediato cantidades que oscilan entre los 200 y 800 dólares.

El cobro es por “haberle quitado el tiempo a una de sus chicas”, ya que los afectados contactaron a una mujer por medio de Facebook preguntando por sus servicios de masajes exóticos. Muchos víctimas prefirieron pagar por temor a las amenazas y para prevenir que sus parejas o demás contactos en las redes sociales fueran a darse cuenta de que estuvieron chateando con “mujeres» en las redes sociales.

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Hackean cuentas de Facebook y WhatsApp

Estafadores desde República Dominicana aliados con cómplices en Estados Unidos, crean cuentas falsas en Facebook e Instagram con fotos plagiadas y le mandan invitación a hombres y mujeres. Luego comienzan a charlar con ellos y cuando se han ganado la confianza, les piden el favor de que les envíen un codigo que ellos necesitan y que no pueden recibir en sus celulares, porque en ese instante les han cortado la línea telefónica.

Una vez que las mismas víctimas les dan dicho código, los timadores hackean sus cuentas de WhatsApp, Facebook o Instagram y, literalmente, se hacen pasar por ellos para atraer a sus contactos de la misma manera y pedirles dinero prestado a su nombre. Les indican que se los manden a cuentas de Zelle o Cash App pero a diferentes números telefónicos o usuarios. Muchos no dudan en ayudar a un amigo o famliar que les pide dinero, pero con que les hagan una llamada se darían cuenta de que en realidad no son ellos.

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Autoridades ya tienen conocimiento de esto

El oficial Ted Sadowski, portavoz de la policía de Duluth, advirtió a la comunidad de que los estafadores no descansan en su afán de apropiarse de lo ajeno. Según el uniformado, las personas que desconocen el funcionamiento del sistema legal o que sienten temor a las autoridades son las más vulnerables a esta clase de delitos.

Lastimosamente, para desgracia de los latinos y buena suerte de los estafadores, los cuerpos locales de policía nada pueden hacer para contrarestarlos, pues por estar en otras regiones, el tema de las jurisdicciones les impide actuar. Los únicos que pueden hacer algo es el FBI, pero a menos de que sea una estafa masiva que afecte a estadounidenses, no se involucran.

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