Niños hispanos recibieron los donativos para continuar con sus tratamientos médicos
- Reciben donativos los pequeños Esther y Alexander, quienes se rehabilitan en Boston
- Familiares de los pequeños -ella, peruana; él, hondureño- agradecen el apoyo de la comunidad
- Retornarán a sus países para continuar sus tratamientos y sufragar gastos de diversa índole
La pequeña Esther Pedraza Huanca y el niño Alexander Rivera Mejía -quienes en situaciones diferentes sufrieron graves quemaduras cuando se incendiaron sus casas- recibieron los donativos en dinero y en especie que la comunidad hispana les hizo llegar a través de Mundo Hispánico para que continúen con los tratamientos médicos que les permitan tener una mejor calidad de vida en el futuro.
Mundo Hispánico visitó a los niños -ella, peruana; él, hondureño- en el Shriners Hospitals for Children, en Boston, Massachusetts, donde han recibido tratamiento para mitigar los efectos de las graves quemaduras que sufrieron en sus pequeños cuerpos.
La generosidad, solidaridad y
benevolencia de la comunidad hispana hicieron posible que los donativos recaudados por diversos medios sean destinados a su rehabilitación en Estados Unidos y en sus países de origen.
Ambas tragedias ocurrieron en los países natales de los niños, quienes fueron trasladados a Estados Unidos para recibir tratamiento en instituciones especializadas.
Mundo Hispánico charló con los pequeños y con los familiares que los acompañan.
A la pequeña Esther la acompañan su padre y su abuela materna, quienes recibieron el monto de lo recaudado en las campañas mediáticas organizadas con el propósito de procurarles fondos.
Al momento de la visita, la pequeña Esther, de cinco años de edad, jugaba con un conejo y un zorro de peluche que le han hecho llegar personas conmovidas por su tragedia, pero reconfortadas por la recuperación de la niña.
El papá de Esther precisó que en dos semanas retornara con ella a su natal Cuzco, Perú.
Agradeció los fondos que ha recibido porque permitirán continuar allá los tratamientos, costear su manutención y cursar su educación.
Exteriorizó su agradecimiento a Dios, la comunidad que le ha ayudado y unas primas suyas, radicadas en EE. UU., a quienes no veía desde hace 15 años y cuyo rol le ha resultado de inestimable ayuda en su estancia en este país.
“Dios los bendiga”, deseó a quienes le han ayudado. Indicó que se marcha con su hija “agradecido” porque recibieron los donativos vitales para la rehabilitación de la niña, quien resultó lesionada cuando estalló un tanque de gas en su casa.
Harvest Ministries prestó su plataforma digital para recaudar los fondos y la comunidad peruana de Atlanta respondió haciendo una donación importante, así como los hispanos en general. Los fondos fueron recaudados con donativos en el portal GoFundMe.
Alexander, además del dinero, recibió también un regalo muy especial, aportado por un jugador profesional de fútbol de Atlanta: una consola PS4. El dinero le fue entregado a la abuela, Leydi Duarte, quien le ha acompañado en todo el proceso de rehabilitación.
La pequeña Esther sufrió quemaduras en todo su cuerpo a causa de una explosión de gas en su casa. Su familia recibió una visa humanitaria con la que pudieron viajar a Estados Unidos.
El accidente cambió la vida de la pequeña, que sufrió quemaduras en todo su cuerpo a causa de una explosión de gas en su casa.
Niños hispanos recibieron los donativos para continuar con sus tratamientos médicos
El hospital donde Alexander y Esther fueron atendidos es el Shriners Hospitals for Children, en Boston, una institución de atención quirúrgica especializada que figura entre los principales nosocomios del mundo en el tratamiento de niños con quemaduras.
El hospital, se escribe en su portal, es pionero en la atención de quemaduras agudas y reconstructivas desde que comenzó sus actividades en 1960, así como en el uso de tecnología láser para la atención de cicatrices.
Su equipo multidisciplinario incluye a cirujanos especialistas en trauma y quemaduras, cirujanos plásticos especialistas en cirugía reconstructiva; anestesiólogos, enfermeras, enfermeras asistentes, psiquiatras y psicólogos, nutricionistas y protesistas, entre otros, para optimizar los resultados cosméticos y funcionales para sus pacientes.
Alexander es un sobreviviente. Su pequeño cuerpo ha sido lacerado con graves quemaduras por el incendio de su casa en su pueblo natal, La Ceiba, Honduras, donde, a causa de las llamas, fallecieron su madre y su hermana de 12 años.
La tragedia de Alexander data de mayo de 2018, cuando él y su madre y su hermana dormían en su casa en el poblado La Ceiba, Honduras. El humo les despertó y al incorporarse vieron cómo el fuego consumía la vivienda.
Intentaron salir, pero las puertas estaban bloqueadas. En cuestión de minutos la estructura fue calcinada y su madre y hermana murieron.
Los bomberos combatieron el incendio y, al cabo, consiguieron entrar en la casa. Adentro, hallaron los cuerpos inermes de la madre de Alexander y la hermana de éste, una niña de 12 años, y a él, agonizante.
Por razones humanitarias, la embajada de Estados Unidos en Honduras, con sede en Tegucigalpa, le concedió a Alex y su abuela visas humanitarias para viajar a Estados Unidos y explorar las posibilidades de un tratamiento.
Gracias a que recibieron los donativos de la iglesia donde se congregaban semanalmente y hasta de desconocidos pudieron reunir el dinero para los pasajes aéreos.
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