Crónica Texas: Edna Rivera Cantú enfrenta pena de muerte por homicidio

• Edna Rivera Cantú, una inmigrante ‘Dreamer’, está acusada de un homicidio capital y podría ser condenada a la pena de muerte.
• En Texas sólo hay seis mujeres a la espera de ser ejecutadas en la prisión Polansky Unit conocida como el ‘Pasillo de la Muerte’.
• Rivera Cantú no mató a la víctima Fernando Garza Jr. pero presuntamente fue parte de la conjura entre cuatro personas para que lo asesinaran.

Edna Rivera Cantú está acusada de homicidio

capital y secuestro en Texas. Por su delito la muchacha enfrenta la pena de muerte.

Rivera Cantú, de 29 años, está acusada de homicidio capital por la Oficina del Alguacil del Condado de Hidalgo (HCSO, por sus siglas en inglés) de haber participado en la desaparición y asesinato de un hombre en Mission, Texas.

La historia de Rivera Cantú es relevante porque no son  muchas las mujeres acusadas de homicidio capital en Texas. La chica no mató directamente a la víctima, pero según las autoridades fue parte de la conspiración para que se realizara el asesinato.

En el Departamento de Justicia Criminal de Texas (TDCJ, por sus siglas en inglés) sólo hay seis mujeres a la espera de ser ejecutadas. Si Edna Rivera Cantú es declarada culpable y condenada, podría ser la séptima.

Además, la historia de la chica cobra relevancia porque es una inmigrante ‘Dreamer‘ beneficiada con el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés).

Lo que se narra en esta crónica es la sucesión de hechos que llevaron a Rivera Cantú a la cárcel y que, si un juez la condena, podrían llevarla después a vivir en el Pasillo de la Muerte, la cárcel de Texas para los que esperan morir por inyección letal.

Todo lo que usted leerá a continuación está contenido en los documentos legales del caso.

Fernando Garza Jr., de 24 años, salió de su casa en Mission, Texas, el martes 23 de julio en su camioneta. Era un día normal en su vida para ir a trabajar y llevar su rutina normal. Sin embargo, nunca volvió a su hogar.

El miércoles siguiente, su familia, preocupada por la desaparición de Garza Jr., llamó a la oficina del HCSO para reportar que el muchacho no había vuelto a su casa y tampoco respondía las llamadas en su teléfono celular.

Los agentes del HCSO obtuvieron detalles en las calles, por medio de informantes confidenciales, de que presuntamente a Garza Jr. lo había secuestrado y asesinado un hombre al que le decían ‘Diamond’.

Cuando los agentes buscan a Garza Jr., una persona llamó al número de emergencias para reportar una camioneta que estaba a la vera del Iowa Road, un vía rural usada por rancheros y ganaderos, a las afueras de la ciudad. La persona que llamó dijo que la camioneta tenía un par de días ahí.

El primer patrullero que llegó al Iowa Road, a poco más de 11 millas de Mission, pensó que cubriría un reporte de rutina de un auto varado o descompuesto pero cuando llegó se encontró con un hombre hispano con un balazo en el rostro adentro del vehículo.

Cuando el patrullero revisó en la base de datos las placas de la camioneta descubrió que era la de Fernando Garza Jr., el hombre que estaban buscando sus compañeros. Entonces llamó a los detectives de la División de Homicidios quienes descubrieron que las muñecas del hombre estaba atadas con cinta.

Los agentes de la División de Homicidios del HCSO descubrieron que Garza Jr. había estado en algún punto de la noche del martes 23 en la casa de una mujer hispana de la que solo sabían que se llamaba Edna.

El motivo preciso por el cual Garza Jr. visitó a Edna es, hasta hoy, un misterio. Sin embargo, los agentes descubrieron que el nombre completo de la chica era Edna Rivera Cantú y vivía en el 8608 Marivel Ortiz Street en Mission.

Cuando los agentes lograron identificar a Rivera Cantú supieron que era amiga de un tal ‘Diamond’ y quien fue identificado como Julio César Deleón, quien junto a otro hombre llamado Alfredo Huerta, conocido como ‘Freddy’, habían secuestrado y a punta de pistola a Garza Jr. de la casa de la mujer.

En la orden de arresto contra Rivera Cantú los detectives de la División de Homicidios del HCSO asentaron que «Edna sabía lo que le iba a pasar» a Garza Jr. y ayudó a los dos hombres a amarrarlo en las muñecas con cinta para que lo sacaran de su casa.

Deleón y Huerta sacaron a Garza Jr. de la casa de Rivera Cantú y lo llevaron al Iowa Road junto a una huerta en donde lo mataron de por lo menos un balazo en el rostro.

El juez valoró que sin bien Edna Rivera Cantú no participó directamente en los disparos que mataron a Fernando Garza Jr., sí se asoció con premeditación con los otros dos hombres para que lo mataran luego de sacarlo de su casa.

Debido a eso ella también enfrentó el cargo de homicidio capital junto a Deleón y Huerta.

Los agentes de la División de Homicidios del HCSO hablaron con el padre de la víctima quien asentó en su declaración que Deleón, Huerta, Rivera Cantú y otro implicado llamado Luis Domingo Domínguez eran amigos de su hijo.

Con base a todas las pruebas periciales y los testimonios los agentes de la División de Homicidios detuvieron a las cuatro personas.

Sin embargo, hasta el día de hoy solo Rivera Cantú, Deleón y Huerta siguen detenidos y acusados de secuestro y homicidio capital.

Luis Domingo Domínguez logró librar esas acusaciones porque aceptó cooperar con las autoridades y reveló en corte todos los detalles de la trama para secuestrar y matar a Fernando Garza Jr.

Hasta el momento de escribir esta historia, el juicio contra Rivera Cantú, Deleón y Huerta continúa ante el juez Israel Ramón de la Corte Criminal 430 de Distrito en el Condado de Hidalgo, quien decidirá si la chica hispana merece ir o no al  Pasillo de la Muerte.

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