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Trump, amante de la carne, es recibido con comida vegetariana en la India

El presidente Donald Trump es un amante de la carne pero en su visita a la India sus comidas serán vegetarianas, según los medios.
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  • El presidente Donald Trump es un amante de la carne pero en su visita a la India sus comidas serán vegetarianas.
  • Trump ha sido recibido con mucho entusiasmo por las autoridades y el pueblo de la India, según medios.
  • Pero el presidente no será complacido con sus comidas favoritas, la carne, sino con delicias vegetarianas locales.

El presidente Donald Trump y su

esposa Melania, la primera dama, ya están en la India, en una visita oficial de dos días, durante la cual han sido recibidos con manifiesta emoción por parte de las autoridades y el pueblo indio; sin embargo, los visitantes no serán complacidos en todo, en particular el mandatario.

Es que Trump, un empedernido amante de la carne, deberá degustar platillos locales vegetarianos, ya sea en desayunos, meriendas y cenas, debido a las costumbres de los habitantes de las ciudades donde estará, quienes en su mayoría no comen carne e incluso es algo muy mal visto por ellos, por lo que no la comen en público, de acuerdo con Newsweek.

Según la publicación, el estadounidense empezará sus días de visita (lunes y martes) con un desayuno totalmente vegetariano, que incluirá un té, y durante las jornadas se le servirá de merienda platos vegetarianos locales, como brócoli y samosa de botón de maíz.

Los postres consistirán en kaju katli, que también se conoce como kaju barfi, y literalmente se traduce en rodaja de anacardo. Sin embargo, Trump también tendrá la oportunidad de disfrutar de un favorito estadounidense, ya que también se servirá pastel de manzana, junto con alguna fruta exótica.

Como parte de la visita oficial, el primer ministro Narendra Modi también organizará un banquete formal en el Rashtrapati Bhavan, el palacio presidencial, que se espera que sea totalmente vegetariano, aunque el menú solo se finalizará en el último minuto, reseña Newsweek.

En recorridos anteriores por países de Medio Oriente y Asia, los ayudantes de Trump se habían asegurado de que los platos favoritos del presidente, en particular la carne, estuvieran en los menús, tal como sucedió en Arabia Saudita en 2017, cuando junto a la comida local le sirvieron bistec.

No obstante, en pasadas visitas de presidentes de Estados Unidos a la India, las autoridades locales solo sirvieron comida india, totalmente vegetariana. Al expresidente George Bush en 2006 le dieron curry, biryani y mariscos y el expresidente Barack Obama en 2010 y 2015 disfrutó de achari fish tikka, pista murgh, gushtaba y achari paneer.

India ofrece una cálida bienvenida a Trump

India recurrió a la pompa para ofrecer una colorida y alegre bienvenida al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que el lunes comenzó una vertiginosa visita de 36 horas más centrada en el espectáculo que en la política, y que incluirá un gran mitin para reafirmar los lazos bilaterales además de ofrecer una imagen de prestigio exterior para un presidente que aspira a la reelección este año.

Más de 100.000 personas llenaron el estadio de cricket más grande del mundo, ofreciendo a Trump el público más numeroso para un mitin en su carrera política, en el acto estrella de una jornada con tres actos de potencial propagandístico: una visita a la antigua casa del líder de independencia de India Mohandas Gandhi, el mitin y un viaje al conocido Taj Mahal.

Casi todos los que esperaban en el estadio recién construido en Ahmedabad, en el oeste del país, llevaban una gorra blanca con el nombre del acto, “Namaste, Trump”, o “Bienvenido, Trump”. La gente vitoreó cuando se anunció a Trump y al primer ministro indio, Narendra Modi.

Trump inició su discurso declarando que había viajado 8.000 millas para llevar el mensaje de que “Estados Unidos ama a India, Estados Unidos respeta a India y Estados Unidos siempre será fiel y amigo fiel del pueblo indio”.

El acto incluía soldados de uniforme, una selección musical que combinaba éxitos de Bollywood y temas habituales en los actos de campaña de Trump, incluido un tema de Elton John que pareció desconcertar a la mayoría de los asistentes. Trump disfrutó de la jubilosa recepción que no ha encontrado en muchos viajes extranjeros, algunos de los cuales incluyeron enormes protestas y gélidos estrechones de manos de líderes mundiales. En su lugar, en India recibió un cálido abrazo -literalmente- del primer ministro Narendra Modi, con el que comparte aspectos ideológicos y que suele dar abrazos.

La cálida ciudad de Ahmedabad vibró con la llegada de Trump. Las calles se llenaron de gente que intentaba ver un momento al presidente de Estados Unidos. En su ruta esperaban calles recién limpiadas, flores y cientos de carteles con la imagen del mandatario y su esposa, Melania Trump.

Su primera parada fue la casa de Gandhi, donde Trump se colocó un chal de oración y se descalzó, ofreciendo la imagen contradictoria de un presidente que tiende a lo grandilocuente caminando en silencio por el humilde asram. Allí vio el telar utilizado por el famoso pacifista y esculturas de monos representando el mantra de Gandhi de “No ver el mal, no escuchar el mal, no decir el mal”, antes de salir hacia el estadio de cricket.

La comitiva de Trump circuló entre vítores de un grupo de seguidores de Modi y trabajadores cuidadosamente seleccionados entre su partido Bharatiya Janata, que pasarían horas de pie junto al arreglado tramo de 22 kilómetros de carretera (14 millas) para ofrecer una gran bienvenida al mandatario en su ruta hacia al recién construido estadio.

Decenas de miles de policías se ocupaban de la seguridad y se había levantado un muro ante una barriada, al parecer para ocultarla de la vista de visitantes presidenciales.

El estadio estaba lleno de gente, muchos con máscaras de Trump y Modi, que esperaron sentados en una calurosa jornada escuchando música india tradicional y popular antes de la llegada de los mandatarios. El mitin “Namaste Trump”, era en cierto modo una continuación del acto “Howdi Modi” que ofrecieron Modi y Trump en Houston el año pasado ante 50.000 personas.

Trump elogió a Modi y a la democracia que dirige y señaló a sus esfuerzos por sacar a la gente de la pobreza extrema diciendo que “India da esperanza a toda la humanidad”.

“Su país marcha muy bien, estamos muy, muy orgullosos de India”, dijo. “La historia de la nación india es una historia de impresionantes progresos”.

Las visitas de Trump suelen incluir pocas visitas turísticas, aunque en esta ocasión el presidente y la primera dama acudirán al Taj Mahal.

Las imágenes de presidentes estadounidenses homenajeados en el extranjero contrastan con las de sus rivales en el partido opositor haciendo campaña en las primarias y chocando en debates. En particular, este viaje reflejaba una estrategia de campaña de Trump de mostrarle en su rol presidencial durante viajes breves y cuidadosamente planificados que contraprogramaran las primarias demócratas y ofrecieran imágenes para su propaganda electoral.

Sus asesores también creían que la visita podría ayudar al presidente a atraer a decenas de miles de votantes indio-estadounidenses antes de las elecciones de noviembre.

La visita llegaba también en un momento crucial para Modi, también populista y que ha gobernado durante un brusco declive económico, sin cumplir sus promesas electorales sobre creación de empleo. Cuando Trump aterrizara en Delhi el lunes por la noche, encontraría una capital bulliciosa y colorida, pero salpicada de proyectos de construcción a medias debido a la falta de financiamiento.

El presidente concluía el martes su rápida visita a India con una jornada en la capital, completa con una cena de gala con Modi y reuniones sobre las estancadas negociaciones comerciales entre los dos países.

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