Tiroteo en Uvalde: Nevaeh, Uziyah y Xavier entre los 19 niños asesinados

Estados Unidos amanece de luto este miércoles por la trágica masacre ocurrida en una escuela en Uvalde, Texas.
Las autoridades han confirmado que hasta ahora se han contabilizado 21 personas asesinadas, 19 de ellos niños.
Nevaeh, Uziyah y Xavier son solo tres de los pequeños a quienes el pistolero Salvador Ramos les arrebató el futuro.

Estados Unidos amanece de luto. Las autoridades han confirmado la muerte de 21 personas, entre ellas 19 niños, por un brutal tiroteo desatado por Salvador Ramos, de 18 años, en una Escuela Primaria en Uvalde, Texas. Nevaeh, Uziyah y Xavier son solo tres de los pequeños a quienes el pistolero les arrebató el futuro.

El periódico New York Post reportó que otras tres víctimas de la masacre en la Escuela Primaria Robb fueron identificadas por sus familias como los pequeños Nevaeh Bravo, cuya edad no se precisó; Uziyah García, quien iba a cumplir 10 años este verano y cursaba el 4to grado, y Xavier López, quien tenía 10 años y también estaba en 4to grado.

Tiroteo en Uvalde arrebató el futuro de 19 niños y dos profesoras

Según el medio El Periódico, otras víctimas han sido identificadas como Elijah Cruz Torres (10), Miranda Mathis (11), Jayce Carmelo Luevanos (10), Jailah Nicole Silguero (11), Lexi Rubio (10), José Flores (10), Makenna Lee Elrod (10), Maite Yuleana Rodríguez (10), Alithia Ramírez (10), Tess Marie, Annabell Guadalupe Rodríguez (10), Ellie García, Rogelio Torres (10), Amerie Jo Garza (10) y las profesoras Eva Mireles e Irma García.

La agencia de noticias AP reseñó que el pistolero de 18 años abrió fuego el martes y mató a al menos 19 niños tras ir aula por aula, dijeron funcionarios, en el tiroteo más letal de la última década en un centro educativo en Estados Unidos, otro momento horripilante para un país marcado por las masacres. Otros dos adultos murieron en el ataque, añadieron las autoridades.

“¡No! ¡Por favor, no!”: el dolor de las familias

La masacre en la Escuela Primaria Robb de Uvalde, una localidad con alta población latina, es el tiroteo con más muertos en una escuela estadounidense desde que un hombre armado mató a 20 niños y seis adultos en la escuela primaria Sandy Hook de Newtown, Connecticut, en diciembre de 2012, mencionó AP.

Horas después del ataque, las familias seguían esperando noticias sobre sus hijos. En el exterior del centro cívico de la localidad, donde las familias esperaban información, los gritos y lamentos rompían una y otra vez el silencio. “¡No! ¡Por favor, no!”, gritó un hombre mientras se abrazaba a otro, según el reporte textual de AP.

“Hoy tengo roto el corazón”

“Hoy tengo roto el corazón”, expresó Hal Harrell, superintendente del distrito escolar. “Somos una comunidad pequeña, y vamos a necesitar de todas sus oraciones para superar esto”. Por su parte, Adolfo Cruz, de 69 años y quien trabaja reparando aires acondicionados, seguía en el exterior de la escuela al atardecer del martes, esperando noticias sobre su nieta de 10 años, Eliajha Cruz Torres. Manejó hasta el lugar tras recibir la llamada llorosa y aterrada de su hija poco después de los primeros reportes sobre el incidente. Otros de sus familiares esperaban en el hospital y en el centro cívico.

Según Adolfo Cruz, la espera estaba siendo el momento más duro de su vida. “Espero que esté viva”, había dicho en ese momento. El ataque se produjo apenas 10 días después de una masacre motivada por el racismo en un supermercado de Buffalo, Nueva York, que se sumó a una larga serie de asesinatos masivos en iglesias, escuelas y tiendas de todo el país en los últimos años. Y las perspectivas para cualquier reforma de las regulaciones federales sobre armas de fuego son tan poco favorables como tras el tiroteo de Sandy Hook, acotó la referida agencia informativa.

El llamado de Biden tras el mortal tiroteo en Uvalde

Sin embargo, el presidente Joe Biden pareció listo para la pelea al hacer un llamado a favor de nuevas restricciones a las armas de fuego durante un mensaje a la nación horas después del ataque: “Como país debemos preguntarnos: ¿cuándo en el nombre de Dios vamos a enfrentarnos al cabildeo de las armas? ¿Cuándo en el nombre de Dios vamos a hacer lo que se debe hacer? ¿Por qué estamos dispuestos a vivir con esta carnicería?”.

Muchos de los heridos fueron llevados al Hospital Uvalde Memorial, donde se pudo ver a familiares que salían llorando del complejo. Las autoridades no han revelado aún el móvil del ataque, pero identificaron al tirador como Salvador Ramos, quien vivía en una comunidad a unos 135 kilómetros (85 millas) al oeste de San Antonio. Según las fuerzas del orden, actuó solo, indicó el informe textual de AP.

La mayoría de los estudiantes en Robb son hispanos

El ataque se produjo en la recta final del curso escolar, cuando cada día se dedica a un tema. El del martes era “Footloose y Fancy”, y se suponía que los alumnos debían llevar ropa bonita con zapatos divertidos o elegantes. La Escuela Primaria Robb tiene poco menos de 600 estudiantes de segundo, tercero y cuarto grado, la inmensa mayoría de ellos latinos.

Salvador Ramos había publicado pistas en las redes sociales acerca de un posible ataque, afirmó el senador estatal Roland Gutierrez, quien dijo que había sido informado por la policía estatal. Según el legislador, el pistolero “insinuó que deberían cuidar a los niños” y compró dos “rifles de asalto” al cumplir los 18 años.

Antes de desatar el tiroteo en Uvalde, Salvador Ramos le disparó a su abuela

Antes de dirigirse a la escuela, Salvador Ramos le disparó a su abuela, agregó Gutierrez. Otros funcionarios dijeron más tarde que la mujer sobrevivió y que estaba siendo tratada, aunque se desconocía su estado. Los investigadores creen que el acusado, quien fue abatido en la escuela, publicó fotos en Instagram de las dos armas que empleó en el tiroteo, y estaban revisando si realizó alguna declaración en internet aludiendo al ataque en las horas previas, dijo un funcionario de las fuerzas de seguridad citado por AP.

Las autoridades estaban ejecutando varias órdenes de registro el martes en la noche y recopilando celulares y otros registros, agregó. Los investigadores trataban además de contactar con su familia y rastreaban las armas. El oficial habló con The Associated Press bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a discutir los detalles de una investigación en curso.