Texas: Joven de Laredo huye de la justicia tras manipular un cadáver

Fugitivo hispano: Joseph Steven Carrizales, de 27 años, es buscado por agentes federales en Texas por su responsabilidad en la manipulación del cadáver de la joven Myriam Camarillo.
Carrizales ya estaba detenido en Laredo sin embargo una juez de esa ciudad lo dejó salir libre bajo fianza pero el muchacho se quitó el localizador geosatelital del tobillo y no volvió a su citas en la corte.
Ahora el Departamento de Policía de Laredo y la Oficina del Fiscal del Condado de Webb ofrecen una recompensa de 12,500 dólares a quien entregue la pista fidedigna que lleve al arresto del fugitivo.

Joseph Steven Carrizales se ha

convertido en uno de los fugitivos hispanos más buscado en Texas por agentes federales.

Lo paradójico del asunto es que Carrizales, de 27 años, ya estaba detenido en la Cárcel del Condado de Webb en Laredo, Texas, por su presunta responsabilidad en el delito de manipulación del cadáver de la muchacha Myriam Camarillo, de 27 años, en un crimen ocurrido en el verano del 2019 y mientras enfrentaba su juicio una juez lo dejó libre.

Mónica Zapata-Notzon, Juez de la Corte Criminal 111 de Distrito en el Condado de Webb, le otorgó al muchacho el derecho a salir bajo fianza para que enfrentara su proceso en libertad y ordenó que se le colocara en el tobillo un localizador de sistema geosatelital (GPS, por sus siglas en inglés) pero el hombre lo desactivo y desapareció antes de su audiencia en la corte el lunes 13 de julio pasado.

Ese mismo lunes a Joseph Steven Carrizales se le elevó a la categoría de fugitivo peligroso y una fuerza especial de agentes federales de los U.S. Marshal en Texas, especializada en localizar prófugos, ya le siguen la pista para detenerlo.

Los documentos legales del caso, consultados por MundoHispánico, revelan que ya había indicios desde hace dos meses de que el muchacho tal vez tenía intenciones de desaparecer.

Desde mayo del 2020, cuando la juez Zapata-Notzon lo liberó bajo fianza, Carrizales dejó de comunicarse con la corte, con su oficial de libertad provisional e incluso su familia ya no supo de él y hasta una de sus tías, de quien no se revelará el nombre, le avisó al Departamento de Policía de Laredo (LPD, por sus siglas en inglés) que el muchacho había desaparecido.

La historia de la tragedia que culminó con la muerte de Myriam Carrillo comenzó a la 10:00 de la mañana estival del lunes 8 de julio del 2019.

Ese día, señala la investigación de las autoridades, la madre de Carrillo reportó a su hija como desaparecida y le dijo al LPD que la muchacha no había vuelto a casa luego de pasar la noche de fiesta con unos amigos ya que supuestamente había ido a un lugar llamado The Happy Hour Bar en el centro de Laredo.

Los agentes del LPD investigaron el caso y descubrieron que la noche del domingo 7 de julio Carrillo estaba llorando, sola, en una banca de un parque del centro de Laredo cuando se encontró con Carrizales.

El muchacho se ofreció a consolarla y la invitó a su casa, en el 100 Saint Pierre Lane, en donde presuntamente tomaron alcohol, aspiraron cocaína y tuvieron relaciones sexuales.