Qué hacer para que los niños coman todo lo que prepares
– Un día en el mercado
Involucra a los niños en las compras de la casa. Puede resultar tedioso porque requiere de un extra al cuidar a los niños durante las compras (más si se les antoja algo que no está en la lista) pero es necesario para que ellos aprendan a elegir los alimentos.
Una recomendación es que ayuden en la elaboración de la lista de compras, para que vayan adquiriendo sentido de responsabilidad.
– Nuevos sabores
Una buena alimentación necesita ser variada. Organiza juegos con tus hijos para exponerlos a nuevas verduras o frutas que ellos, o inclusive tú, no conozcan.
No tengas miedo de lo desconocido. Un buen consejo es comprar y limpiar varios tipos de frutas y verduras y que los niños jueguen y armen «alebrijes» o «monstruos» con ellas mientras les explicas qué son y qué nutrimentos contienen.
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– Con los ojos vendados
Una actividad muy divertida consiste en comprar ingredientes diferentes (un kiwi, un melón y unas uvas, un queso fresco) para que los pequeños reconozcan (con ojos vendados para evitar prejuicios) texturas, olores y sabores de los diferentes alimentos. Al final pueden mezclarlas y explorar su creatividad.
– Un día en el huerto
Otro aspecto importante para que los niños coman todo lo que pones en sus platos, es que comprendan que los alimentos provienen de la tierra y no de una bolsa o un empaque en el supermercado. Organiza una salida de fin de semana con algún productor para que los pequeños conozcan la importancia de la tierra: que una zanahoria es una raíz y que los chiles vienen de un arbusto.
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Los libros son una buena herramienta para enseñarles nuevos sabores. A través de pequeñas lecturas o cuentos infantiles (que incluyen comida), puedes ayudar a los niños a identificar diferentes preparaciones o ingredientes, explicarles su origen y, si se tiene tiempo, poder preparar el platillo o conseguirlo para que lo conozcan y lo prueben.
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– Explora los sabores
Un bueno truco para hacer que los niños coman todo lo que prepares es que exploren nuevos sabores. Recuerda que dulce, salado, amargo, ácido y umami son los cinco sabores básicos que el cuerpo humano puede reconocer.
Elabora una lista de alimentos con estos cinco sabores para que los pequeños los identifiquen y hagan sus propias mezclas con ellos.
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Ten en cuenta: el umami es un sabor complejo. La palabra es de origen japonés y se traduce como «sabroso». Los jitomates, los espárragos, las algas marinas, los hongos, los pescados, el jamón curado y los quesos maduros son alimentos ricos en este sabor.
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