Pence pospone viaje a Arizona luego de que agentes del servicio secreto mostraran signos de COVID-19

• El vicepresidente Mike Pence pospuso su viaje a Arizona luego de agentes del Servicio Secreto dieran positivo por COVID-19
• Otros agentes que viajaron con Pence también presentaron síntomas
• Pence indicó que el gobierno federal enviará 500 trabajadores de la salud a Arizona

Funcionarios del gobierno de Estados

Unidos anunciaron que el vicepresidente Mike Pence pospuso un viaje a Arizona luego de que varios agentes del Servicio Secreto que habían viajado con él dieron positivo por coronavirus y otros presentaron síntomas, de acuerdo con The New York Times.

Según un portavoz del vicepresidente, Pence tenía una visita programada para el martes.

Ante un alarmante repunte de nuevos casos de coronavirus en el estado, el gobernador republicano Doug Ducey ordenó esta semana el cierre de bares, salas de cine y gimnasios durante 30 días y prohibió grandes reuniones, provocando fuertes críticas de algunos republicanos que lo ven como una reacción exagerada.

Algunos gimnasios y su administración han sido sancionados o acusados ​​penalmente por desafiar abiertamente las órdenes.

Pence debía encabezar un mitin el martes perteneciente a la campaña “Fe en América” en Tucson y posteriormente visitar Yuma en compañía del gobernador.

Por su parte, Catherine Milhoan, directora de comunicaciones del Servicio Secreto dijo que «la salud y la seguridad de nuestra fuerza laboral, sus familias y la de nuestros protegidos sigue siendo la máxima prioridad de la agencia».

El vicepresidente viajó el miércoles a Phoenix para participar en una sesión informativa de salud pública en el Aeropuerto Internacional Sky Harbor.

Pence aprovechó la oportunidad para implorar a las personas en Arizona que usen máscaras y apoyen los cierres de negocios a medida que el estado continúa informando nuevas infecciones, muertes y visitas a la sala de emergencias.

Pence llevaba una máscara cuando descendió los escalones de la Fuerza Aérea Dos en Phoenix y saludó al gobernador Ducey con un golpe en el codo.

Pence dijo que el gobierno federal está enviando 500 trabajadores de la salud a Arizona, que según las autoridades está viendo la tasa más alta de casos nuevos en la nación.

«La ayuda está en camino», indicó Pence.

Pence advirtió que mientras más personas colaboren para detener la propagación del virus, «más rápido podremos hacer que la economía de Arizona crezca, que nuestros hijos vuelvan a la escuela».

Pence también lanzó su apoyo al gobernador Ducey.

«El presidente Trump y yo apoyamos plenamente los pasos responsables que ha tomado», dijo el vicepresidente.

Pence no dio más detalles sobre qué tipo de trabajadores de la salud serían enviados a Arizona, pero dijo que Ducey los solicitó.

Con camas que se llenan rápidamente, los hospitales de Arizona están colocando dos camas en habitaciones destinadas a un paciente y se les ha dado autoridad para racionar la atención si no pueden tratar adecuadamente a todos los pacientes.

«Nuestro objetivo sería que eso nunca suceda en Arizona o en cualquier otro lugar de los Estados Unidos de América», dijo Pence sobre el cuidado de los pacientes.

Pence se reunió con los trabajadores de la salud del área de Phoenix y también celebró una reunión política privada. Estuvo en Phoenix por menos de tres horas y no salió de la propiedad del aeropuerto durante ese tiempo.

El Departamento de Servicios de Salud de Arizona informó el jueves 3,333 casos adicionales en relación al día anterior y 37 muertes relacionadas con COVID-19. Mientras tanto, la capacidad hospitalaria del estado se mantiene en 89%, de acuerdo con The Associated Press.

En total, Arizona ha visto 87,425 casos y 1,757 muertes desde que comenzó la pandemia.

El miércoles, el estado rompió varios de sus propios registros de casos adicionales, muertes y hospitalizaciones. El número de casos agregados llegó a 4,878, un número comparable al total de casos diarios recientes en estados más grandes como Florida y California, que tienen de tres a seis veces más personas.

El número de muertes reportadas en un día también alcanzó un nuevo récord de 88, pero eso puede incluir que los funcionarios de salud revisen los certificados de defunción en busca de enlaces a COVID-19.

El jueves, funcionarios estatales anunciaron que tratarían de revocar la licencia de licor de un bar del centro de Tempe acusado de exigir o permitir que los empleados que dieron positivo para el virus sigan trabajando y no notifiquen al departamento de salud de las infecciones. Varsity Tavern cerró voluntariamente el bar el miércoles. La licencia de licor del bar está inactiva por ahora.

El coronavirus causa síntomas leves o moderados, como fiebre y tos en la mayoría de las personas. Pero para algunos, especialmente los adultos mayores y las personas con problemas de salud existentes, puede causar enfermedades más graves, como neumonía y muerte.

Estados Unidos rompió este jueves su récord diario de contagios de COVID-19 con 54.437, superando por primera vez los 50.000 y elevando el total de casos en el país más golpeado del mundo por la pandemia a 2.732.639, de acuerdo con la agencia Efe.

El balance a las 20.00 hora local también incrementa el número de muertos a 128.651 tras haber sumado 623 en las últimas 24 horas, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.

La media de nuevos casos diarios llegó a los 50.000 tras romper hace apenas una semana la barrera de los 40.000 arrastrada por el repunte de contagios en estados del sur y del oeste como Florida, Texas, California, Arizona, Georgia y las Carolinas.

Nueva York, sin embargo, se mantiene todavía como el estado más golpeado en Estados Unidos por la pandemia con 394.954 casos confirmados y 32.064 fallecidos, una cifra solo por debajo de Brasil, el Reino Unido e Italia.

Tan solo en la ciudad de Nueva York han muerto 23.123 personas.

A Nueva York le siguen la vecina Nueva Jersey con 15.107 muertos, Massachusetts con 8.132 e Illinois con 6.951.

Otros estados con un gran número de fallecidos son Pensilvania con 6.712, Michigan con 6.212, California con 6.195 o Connecticut, con 4.326.

El balance provisional de fallecidos -128.651- ha superado ya la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.

El presidente estadounidense, Donald Trump, rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50.000 y los 60.000 fallecidos, aunque en sus últimos cálculos auguró ya hasta 110.000 muertos, un número que también se ha superado.