Nuevas reglas ICE contemplan menos arrestos y deportaciones

Nuevas reglas ICE. La agencia prepara nuevas pautas para sus agentes esta semana e incluye un freno drástrico a los arrestos y deportaciones
Entre los cambios, los agentes ya no buscarán deportar a inmigrantes por delitos como conducir bajo la influencia o asalto
Se centrarán, en cambio, en amenazas a la seguridad nacional, cruces fronterizos recientes y personas con penas de prisión por delitos graves

Nuevas reglas ICE. El Servicio de Inmigración y Aduanas de EE.

UU. se prepara para emitir nuevas pautas a sus agentes esta semana que podrían frenar drásticamente los arrestos y deportaciones, ya que el gobierno de Biden intenta imponer un mayor control sobre una agencia que tuvo una amplia libertad de acción bajo el presidente Donald Trump, según memorandos y correos electrónicos internos obtenidos por el diario The Washington Post.

Si bien los nuevos planes operativos de ICE aún no son definitivos, las instrucciones provisionales enviadas a los funcionarios apuntan a un cambio importante en la labor de la agencia. Los agentes ya no buscarán deportar a inmigrantes por delitos como conducir bajo la influencia o asalto, y se centrarán en cambio en amenazas a la seguridad nacional, cruces fronterizos recientes y personas que completan penas de prisión por delitos graves.

«En general, estas condenas no incluirían delitos relacionados con las drogas (delitos menos graves), asalto simple, DUI, lavado de dinero, delitos contra la propiedad, fraude, delitos fiscales o cargos sin condenas», dijo el director interino Tae Johnson a altos funcionarios en un correo electrónico con fecha del jueves para informarles sobre cómo operar mientras se finalizan las nuevas pautas.

La administración de Biden está intentando reorientar a ICE, una agencia de aplicación de la ley que ha visto sus prioridades cambiar radicalmente de un gobierno a otro. Pero funcionarios de ICE frustrados dicen que los cambios propuestos quitarán la discreción de los agentes y limitarán severamente la capacidad de arrestar y deportar a criminales.

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Los agentes que busquen arrestar a fugitivos fuera de cárceles y prisiones necesitarán la aprobación previa del director de la agencia en Washington para justificar la decisión y explicar cómo la acción de aplicación «constituye una asignación adecuada de recursos limitados», según un borrador de memorando que circula en la agencia.

«Han abolido ICE sin abolir ICE», dijo un funcionario angustiado que habló bajo condición de anonimato porque no está autorizado para hablar con los medios. «La oscilación del péndulo es tan extrema. Literalmente se siente como si hubiéramos pasado de la capacidad de hacer cumplir plenamente nuestras leyes de inmigración a que ahora nos digan que no hagamos nada».

El borrador de las directrices está pendiente de aprobación por parte del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, quien fue confirmado por el Senado el martes.

Los funcionarios de ICE dicen que cualquier persona que se encuentre ilegalmente en Estados Unidos aún estará sujeta a arresto, incluidas quienes cometieron delitos y fueron liberadas antes de la emisión del memorando. Los delitos como los sexuales siguen siendo la máxima prioridad, dijo.

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«La comisión de un delito grave es la prueba más concluyente de una amenaza a la seguridad pública», dijo la portavoz de ICE, Jenny Burke, en un comunicado. «ICE conserva su discreción ilimitada para evaluar cualquier conducta al definir una amenaza a la seguridad pública».

Trump convirtió a ICE en una herramienta importante de su agenda de política nacional, exaltando a los agentes con elogios y exhortándolos a deportar a «millones» de inmigrantes. Los funcionarios de ICE dijeron que continuaron dando prioridad a los delincuentes bajo Trump, pero la postura de aplicación más agresiva de la agencia también provocó la deportación de familias, dueños de negocios con vínculos comunitarios e infractores menores de tráfico, lo que provocó una reacción que incluyó llamadas de algunos demócratas para «abolir ICE».

El presidente Biden, quien en la campaña electoral expresó remordimiento por el número relativamente alto de deportaciones que ocurrieron bajo el presidente Barack Obama, se comprometió a reformar ICE, pero no eliminarlo.

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