Restaurante de tacos recibió a un cliente inesperado: ¡Barack Obama!

En un restaurante de tacos en Miami se vivió un revuelo luego de que ingresara un cliente inesperado: el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Después de un mitin de campaña que realizó en la tarde de este viernes en Miami para solicitar que votaran para Andrew Gillum y Bill Nelson, al parecer Obama tenía ganas de comer algo, por lo que se dirigió al famoso barrio Wynwood, donde escogió un plato mexicano: ¡tacos!

Obama ingresó al restaurante Coyo Taco y, de inmediato, todo Wynwood enloqueció, reseñó el portal de Miami Herald.

TE PUEDE INTERESAR: Trump asegura que soldados no dispararán contra caravana de inmigrantes en la frontera

Un grupo de mujeres gritó emocionado cuando Obama salió de un vehículo Chevy Suburban, plateado, en Northwest Second Avenue alrededor de las 3.45 de la tarde. Al instante, sacaron sus celulares para tomar fotos y llamar a sus amigos, mientras Obama saludaba y estrechaba las manos de los presentes.

.@POTUS44 went to Coyo in Wynwood to get a taco with @AndrewGillum and @SenBillNelson and caused a damn scene pic.twitter.com/f1LS4lY65P

— David Smiley (@NewsbySmiley) November 2, 2018

«¡Quiero que todos voten!», expresó Obama.

Dentro del local, los clientes sorprendidos se quedaron boquiabiertos cuando vieron entrar a Obama, rodeado de un grupo de agentes del Servicio Secreto, reporteros y camarógrafos.

Evan Schlecker, quien trabaja en Morgan Group y fue a almorzar a Coyo Taco, compartió un taco con él y permitió que lo mojara en su salsa de guacamole, detalló el referido medio.

Obama ordered the special. He ate one of Evan Schlecker’s tortilla chips while he waited pic.twitter.com/xyS1MCFutK

— David Smiley (@NewsbySmiley) November 2, 2018

Ambos posaron para un selfie, con el taco todavía lleno de guacamole antes de que Obama se lo llevara a la boca.

El expresidente dijo que tenía hambre y ordenó varios platos: Cochinita Pibil, Pollo al Carbón, Camarón, Guacamole y Esquite.

También compró una botella de Coca-Cola para Gillum.

https://www.instagram.com/p/BpsSA0aAecN/

Kali Hughes fue el cajero quien tomó la orden, y le dijo a Gillum, el nominado demócrata para gobernador, que había votado de forma anticipada por él.

Obama se dirigió al mostrador, donde le dio un abrazo a Katarina Morgan después de que ella le contó que estaba visitando Miami desde Myrtle Beach para celebrar su despedida de soltera. “Felicidades. Serás una novia maravillosa”, le comentó.

ES TENDENCIA:

[brid video=»326397″ player=»14557″ title=»Nielsen sobre caravana La mayora de los migrantes son vctimas de la violencia»]

Someone lost her mind pic.twitter.com/IX2yS5PiKy

— David Smiley (@NewsbySmiley) November 2, 2018

Obama habló con Rubén Paredes, director de operaciones de Coyo Taco, quien le contó que la cadena abrió recientemente un local en Portugal.

El expresidente estuvo rodeado por el personal del restaurante y sonrió para fotografía detrás de la caja registradora. “Esto es una violación del código de salud pública”, bromeó.

Obama también recorrió el lugar mientras esperaba su comida.

“Ustedes votaron, así que obtienen una foto”, le dijo a un hombre quien le pidió tomarse un selfie con él.

ES TENDENCIA:

[brid video=»326338″ player=»14557″ title=»Desempleo entre hispanos en EE.UU es el ms bajo en 45 aos»]

Taco Time with @BarackObama & @NelsonForSenate at @coyotacowynwood! pic.twitter.com/GXrxuCEftw

— Andrew Gillum (@AndrewGillum) November 2, 2018

Luego, el apetito lo llamó.

“¿Dónde están mis tacos?”, preguntó sonriendo. “Todo el mundo estaba ocupado con tantas fotografías”, agregó en tono jocoso.

ES TENDENCIA:

[brid video=»326254″ player=»14557″ title=»Dos cervezas lo tienen al borde de la deportacin VIDEO)»]

Obama’s order. Hughes said he left a $40 tip pic.twitter.com/MlbefqtuuK

— David Smiley (@NewsbySmiley) November 2, 2018

Cuando Obama terminó de comer y salió del restaurante, ya se había corrido la voz de que estaba en Wynwood, por lo que se formó una pequeña multitud cerca del restaurante y al otro lado de la calle. Todos aplaudieron cuando el expresidente caminó hacia el Suburban en el que viajaba.

Finalmente, Obama se despidió, se subió al vehículo y partió. Y le dejó a Hughes, quien dijo haber recibido una propina de 40 dólares, una copia del recibo como si fuese un valioso trofeo.