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Migrantes no verán soldados armados en la frontera

Miles de migrantes de una caravana se reúnen en la puerta de Estados Unidos, donde autoridades aseguran que no habrá soldados armados de guardia.
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Miles de migrantes centroamericanos de una caravana de solicitantes de asilo se reúnen en la puerta de Estados Unidos, donde no encontrarán soldados estadounidenses armados de guardia.

En su lugar, verán grúas instalando paneles de barras metálicas y tropas que despliegan alambres alrededor de las barreras, mientras los helicópteros militares vuelan por encima, transportando a agentes de la Patrulla Fronteriza hacia y desde los lugares a lo largo de la frontera de Estados Unidos y México, reportó AP.

Esto se debe a que las tropas militares tienen prohibido realizar tareas de cumplimiento de la ley.

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De hecho, el grueso de las tropas está en Texas, a cientos de kilómetros de la caravana que comenzó a llegar esta semana a Tijuana, en la frontera de México con California, después de caminar durante el último mes.

Sin embargo, para muchos migrantes, las barreras y el alambre de púas eran una imponente demostración de fuerza.

caravana migrante-AP

Ángel Ulloa estaba en la playa de Tijuana, donde una pared de barras de metal de más de 20 pies de altura atravesó la arena hasta el Pacífico. Vio cómo las cuadrillas del lado de los Estados Unidos colocaban bobinas de alambre de púas en la parte superior.

Un agente de la Patrulla Fronteriza vestido con camuflaje y armado con un rifle de asalto, parte de una unidad táctica desplegada cuando hay una amenaza mayor, caminaba en la arena debajo de donde trabajaban los hombres. Un pequeño bote patrullero fronterizo flotaba en alta mar.

«Es demasiada seguridad para enfrentar a personas humildes que solo quieren trabajar», dijo Ulloa, un electricista de 23 años de Choloma, Honduras, quien se unió a la caravana para intentar hacer su primer viaje a Estados Unidos.

Ahora, él y sus dos amigos estaban reconsiderando sus planes. Intentaron solicitar un trabajo en un Wal-Mart en Tijuana, pero se les dijo que necesitaban un permiso de trabajo mexicano. Así que estaban considerando buscar asilo en México, pero no estaban seguros de abandonar su sueño de ganar dólares.

«Todavía estamos revisando las cosas», comentó.

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Soldados

El viernes, la gente que caminaba por uno de los cruces fronterizos más concurridos del mundo hacia México pasó junto a un par de marines en un elevador de 20 pies que instaló otro alambre sobre un torniquete.

Cerca del ejército, el sargento Eric Zeigler hizo guardia con otro soldado. Ambos eran oficiales de la policía militar asignados a proteger a los marines mientras trabajaban.

El soldado de Pittsburgh, de 24 años, pasó nueve meses en Afganistán. «Es muy diferente por allá, obviamente. Es mucho más peligroso», dijo Zeigler.

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Mencionó que se sorprendió cuando recibió las órdenes de despliegue para que lo enviaran a la frontera.

«Pero estoy feliz de ir a donde me necesiten», agregó, mientras un hombre caminaba llevando bolsas de compras a Tijuana.

El ejército de Estados Unidos ha desplegado 5,800 soldados en servicio activo en la frontera de Estados Unidos y México.

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Soldados

Hasta el momento, no se esperan más soldados, a pesar de la evaluación inicial del presidente Donald Trump de que se necesitaban entre 10,000 y 15,000 para asegurar la frontera contra lo que él llama una «invasión» de migrantes. La mayoría en la caravana de varios miles son familias, incluyendo cientos de niños.

Otros 2,100 soldados de la Guardia Nacional también se han desplegado desde abril como parte de una misión separada. Al igual que las tropas militares, no se les permite detener cruces ilegales. En cambio, han estado monitoreando cámaras y ayudando a erigir barreras.

De los 5,800 soldados y marines, más de 2,800 están en Texas, mientras que unos 1,500 están en Arizona y otros 1,300 están en California. Todas las ramas militares de Estados Unidos, excepto la Guardia Costera, tienen prohibido cumplir con los deberes de la ley.

Eso significa que no habrá una muestra visible de tropas armadas, afirmó el comandante del ejército Scott McCullough, quien agregó que la misión es brindar apoyo a Aduanas y Protección Fronteriza.

«Los soldados que coloquen cables en la frontera y las barreras en los puertos de entrada serán los más visibles», apuntó.

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Caravana

Infantes de marina y soldados comparten los mismos deberes en California y Arizona. Estos incluyen la construcción de carpas, la instalación de duchas y la organización de comidas para las tropas que trabajan en la frontera, y la asignación de policías militares para protegerlos.

No hay tiendas de campaña ni campamentos para albergar a los migrantes, dijo McCullough. Los médicos están disponibles para tratar a las tropas y los agentes de la Patrulla Fronteriza, no a los migrantes, para los cortes, las contusiones y cualquier otro problema.

Los ingenieros de combate -cuyos deberes en el campo de batalla incluyen establecer obstáculos tácticos para evitar que el enemigo se mueva libremente- están utilizando su experiencia para ensartar cables en los muros fronterizos y erigir cercos temporales, dijo McCullough.

Los ingenieros de construcción han sido asignados para soldar las barreras y mover los contenedores de envío para que actúen como paredes.

En Laredo, Texas, unos 100 soldados han estado instalando tres capas de alambre de afeitar a lo largo de Río Grande, trabajando en los bancos durante el día y en los puentes durante la noche para minimizar la interrupción del tráfico transfronterizo.

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La misión actual está programada para terminar el 15 de diciembre por ahora. No está claro cuánto costará y los líderes militares se han negado a proporcionar una estimado.

Los críticos han cuestionado la sensatez de usar a los militares en la frontera donde no existe una amenaza de seguridad discernible. Desde las elecciones del 6 de noviembre, Trump ha dicho poco sobre el asunto y no se ha materializado ninguna amenaza en la frontera.

Sin embargo, en la noche de este viernes, el presidente volvió a referirse a estos migrantes en su cuenta en Twitter.

«¿No es irónico que grandes caravanas de personas estén marchando a nuestra frontera buscando un asilo en EE. UU. porque temen estar en su país? Sin embargo, están orgullosamente ondeando la bandera de su país. ¿Puede esto ser posible? Sí, porque todo es un CONVENIO GRANDE, ¡y el contribuyente estadounidense lo está pagando!», expresó en dos tuits.

Algunas comunidades fronterizas temen que las barricadas asusten a los compradores mexicanos. El consejo de la ciudad de Nogales, Arizona, recortó una bonificación propuesta para todos los empleados por la mitad por las preocupaciones acerca de cómo la presencia militar afectaría sus ingresos por impuestos a las ventas después de que los militares cerraran dos carriles en su cruce fronterizo.

caravana

El secretario de Defensa Jim Mattis defendió el despliegue durante una visita a la frontera de Texas esta semana, afirmando que de alguna manera proporciona una buena capacitación para la guerra.

Suyapa Reyes, de 35 años, dijo que estaba sorprendida de por qué sería vista como una amenaza. Reyes, su madre, su hija de 12 años y su hijo de 16 años salieron de Honduras con la caravana el 13 de octubre, huyendo de la violencia y la pobreza en su ciudad natal de Olanchito de Oro.

Ella no quiere regresar después de un largo camino, pero si no puede obtener asilo y la frontera parece demasiado peligrosa para cruzarla, dice que no tendrá otra opción.

«No voy a arriesgar mi vida ni mi seguridad ni la de mis hijos», expresó.

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