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Comunidades de inmigrantes fueron la solución de iglesia para predadores

La solución de la Iglesia Católica para predadores se habría basado en que los inmigrantes indocumentados no podrían denunciar
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La solución de la Iglesia Católica para predadores se habría basado en que los inmigrantes indocumentados no podrían denunciar abusos sexuales de sus clérigos.

Con docuemetnos de la institución religiosa se confirmó que durante años los líderes de la Iglesia Católica en Los Ángeles reubicaron a los sacerdotes depredadores en comunidades de inmigrantes hispanos que no hablaban inglés, reportó National Public Radio.

El proceso de ocultamiento se reveló en documentos personales publicados en un acuerdo legal de décadas de antigüedad entre víctimas de abuso sexual infantil por sacerdotes católicos y la Arquidiócesis Católica de Los Ángeles.

Ahora, las víctimas de abuso sexual del clero en todo California están pidiendo al fiscal general del estado que investigue el abuso del clero y obligue a los funcionarios de la iglesia a divulgar más información sobre su ocultamiento.

El objetivo ahora sería descubrir qué tan extendida fue la práctica de ocultar a los abusadores en las comunidades de inmigrantes.

Una de las víctimas del proceso de la iglesia fue Manuel Barragán, quien aseguró a NPR que después de que el padre Carlos Rodríguez abusara de un niño en el sur de Los Ángeles, la Arquidiócesis Católica de lo envió a un programa de tratamiento fuera del estado para sacerdotes pedófilos. Luego, los funcionarios locales lo trajeron de nuevo para ministrar a los hispanohablantes en la Oficina de Vida Familiar.

Barragán conoció a Rodríguez hace tres décadas. El sacerdote abusó sexualmente de Barragán durante años, dentro de la casa de la familia y en los campamentos. Barragan se automedicó con drogas y alcohol durante una década antes de que pudiera contarle a su familia sobre el sacerdote abusivo.

«Se puso ese traje para presentarse como un hombre de Dios y era un impostor. Era un tipo falso que trataba de meterse en los pantalones de niños pequeños y niñas pequeñas, y eso es lo que hizo, dijo Barragán a NPR.

Barragan creció en la comunidad de trabajadores agrícolas de Santa Paula, al norte de Los Ángeles. Sus devotos padres inmigrantes católicos y mexicanos conocieron a Rodríguez a través de un programa de retiro matrimonial.

AP

«Entraba en la casa de mis padres y veia fotos de este tipo en la pared,  en el pedestal alto, como ‘Este es un hombre de Dios que ha bendecido a nuestra familia’. Estoy devastado. ¿No ves lo que nos hizo?», aseguró Barragán.

Cuando Barragán les dijo a sus padres, estos informaron al sacerdote. Tres años más tarde, representantes de la Arquidiócesis de L.A. golpearon la puerta de Barragan y lo inscribieron en consejería de abuso de sustancias donde comenzó la terapia.

 

Esto fue en 2002, y California acababa de eliminar el estatuto de limitaciones para las víctimas de abuso infantil. Barragan se unió a una demanda contra la Arquidiócesis de L.A. que finalmente resultó en un acuerdo de $ 660 millones que involucró más de 500 casos de abuso.

«No muchas regiones del país han tenido eso», dice el abogado Tony DeMarco, quien representó a Barragán y ha representado a sobrevivientes de abusos sexuales del clero desde entonces.
DeMarco dice que el asentamiento obligó a los funcionarios católicos locales a entregar miles de páginas de archivos de personal sobre sacerdotes acusados.

«No hay necesidad de tomar medidas correctivas, ya que las personas que fueron indocumentadas no informarán», afirmó DeMarco a NPR. «Eso está en algunos de estos archivos».

«Este es un patrón completo», dijo Patrick Wall a NPR, un defensor legal que acuñó el término «la solución geográfica» para describir las acciones de la iglesia, informó NPR.

Esos archivos mostraban cómo los altos mandos repetidamente enviaban depredadores a comunidades donde sabían que era menos probable que las personas hablaran.

La arquidiócesis católica más grande del país en Los Ángeles es más de tres cuartos de los hispanos y en su mayoría inmigrantes.

 

 

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