Buscar
Aprieta "Enter" para buscar o "ESC" para cerrar.

2 de Octubre no se olvida ¿qué paso en esa fecha?

Una mañana clara en el Zócalo albergó un homenaje a los caídos en la Masacre de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, y desde las 8:00 horas la Bandera nacional ondea a media asta.
Suscríbete a Nuestro Boletín
Recibe por email las noticias más destacadas
Esta mañana en el  Zócalo capitalino se rindió un homenaje a los caídos en la Masacre de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, y desde las 8:00 horas la Bandera mexicana ondea a media asta.

En representación del Presidente de la República, el Secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, atestiguó la ceremonia convocada por el Congreso de la Unión.

El Oresidente del Senado, Martí Batres, oprimió el botón con el que la bandera fue izada.

«¡2 de octubre no se olvida!» «¡2 de octubre no se olvida!», coreó un grupo de diputadas federales del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) al término de la ceremonia.

TE PUEDE INTERESAR:Asesinan a novio de la actriz mexicana Sharis Cid (FOTOS)

Con su correligionario de Morena Javier Hidalgo, el diputado Pablo Gómez y ex dirigente estudiantil hizo la «V» de la victoria mientras entonaba el Himno Nacional.

«Es la primera vez que representantes de los Poderes vienen al Zócalo al izamiento de la bandera a media asta un 2 de octubre. Ya tiene varios años que se hace esto porque es un mandato de ley. Algo que me da mucho gusto es que el que el Estado está obligado a reconocer un pasado oscuro de represión e ignominia», afirmó.

A la hora en que la bandera resplandecía con los primeros rayos del sol, Gómez exigió que la Suprema Corte de Justicia de la Nación esclarezca los funestos hechos del 2 de octubre de 1968.

Mirando de reojo al Ministro Presidente Luis María Aguilar, el ex dirigente estudiantil soltó: «Ahí está el Presidente de la Corte y espero que la Corte asuma en sus manos la esclarecer judicialmente qué es lo qué pasó. Porque nunca ha hecho absolutamente nada, hasta la fecha…».

El Secretario de Gobernación dijo que valía la pena destacar que el País es tan fuerte que es capaz de reconocer aquellos hechos y sucesos que generaron muerte de personas, que era innecesaria absolutamente, y que se pueda conmemorarlos.

«Este es un buen día para reconciliarnos todos y para reconocer el camino que queda por delante para los mexicanos», dijo.

«¿Se esclarecerá finalmente la matanza?», se le preguntó.

«Creo que sí. Las instancias están trabajando en esa dirección», respondió.

De los 628 diputados y senadores convocados, solo un puñado de legisladores asistió.

Ahí estaban, entre otros, por Morena, los diputados Dolores Padierna, Mario Delgado, Sergio Mayer, Horacio Duarte y Javier Hidalgo, así como las senadora Delfina Gómez.

Por Acción Nacional, el diputado Juan Carlos Romero Hicks y los senadores Damián Zepeda y Xóchitl Gálvez.

Por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) acudió el senador Miguel Ángel Osorio Chong.

Unos cuantos curiosos atestiguaron la ceremonia en honor a los caídos del 2 de octubre de 1968.

‘No monumentos, queremos justicia’

El Estado mexicano honró a las víctimas del movimiento estudiantil de 1968 y éstas reconocieron el Monumento a la Ausencia, aunque exigieron lo mismo que los últimos 50 años: que se haga justicia.

En el patio central del Centro Cultural Universitario Tlatelolco fue inaugurada la instalación de la artista israelí Yael Bartana, consistente en una losa de cemento sobre la cual se plasmaron 400 pares de huellas, obra auspiciada por la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) a un costo de 3 millones de pesos.

«Frente a este monumento de gran simbolismo, formado por huellas firmes, imagino que fuimos los estudiantes, profesores, obreros, intelectuales, madres, hijas, niños, quienes marcamos en este piso nuestro andar en el movimiento», dijo Severiano Sánchez, sobreviviente de la masacre del 2 de octubre.

Conmovido, por momentos casi hasta las lágrimas, Sánchez recordó las movilizaciones y represiones que sufrieron los estudiantes desde julio de aquel año.

«Observo huellas cruzadas, como de desorden, caos, y me imagino el desalojo violento que hizo el Ejército, con tanques, la noche del 27 de agosto, en el Zócalo», rememoró.

«Éramos jóvenes de 18, 20, 15, 17 (años) y todos estábamos en el movimiento».

Recordó también al Informe de Gobierno del entonces Presidente Gustavo Díaz Ordaz, en el que el priista lanzó una advertencia a los jóvenes que exigían diálogo.

«Marchamos el 13 de septiembre a paso firme, recio, para demostrarle que no éramos lo que él decía», dijo Sánchez.

«Después del informe, todo septiembre fue de represión (…) pero tanto en la Vocacional 7 como en el Casco de Santo Tomás no les fue fácil, no lo abandonamos, no nos salimos, tuvieron que pasar más de 12 horas de combates, bombas molotov, varillas, piedras, gases lacrimógenos, para que nos pudieran desalojar, hubo muertos».

Al llegar al momento del primer día de octubre, las lágrimas casi quebraron la voz Sánchez, pero se repuso al recordar que a pesar de la amenaza que sintieron hace 50 años no se doblaron.

«Como jóvenes sentíamos que no era digno doblarnos por miedo, no podíamos fallarle al pueblo, ni nos podíamos fallar a nosotros mismos», reflexionó.

Después de recordar la lucha y la represión, no hubo monumento que valiera.

«Les decimos, para los genocidas de Tlatelolco (…) para los que nos masacraron el 10 de junio, no hay perdón y no olvidamos», sentenció.

«Justicia, justicia es lo que pedimos, no queremos dinero, no queremos disculpas, no queremos monumentos, queremos justicia».

Artículo relacionado
Regresar al Inicio