Mujeres que respaldan a Kavanaugh se ven en ojo de tormenta
Comenzó como una serie de llamadas telefónicas entre viejas amigas de la secundaria y terminó embrollando a 65 mujeres en el torbellino sobre una acusación de agresión sexual que pudiera afectar la composición de la Corte Suprema de Estados Unidos.
En cuestión de horas, ellas firmaron una carta de respaldo al nominado a la Corte Suprema y amigo de la escuela Brett Kavanaugh, diciendo que éste era alguien “que siempre ha tratado a las mujeres con respeto”. Y, a sabiendas o no, se volvieron ellas mismas foco de escrutinio.
La declaración, ofrecida para fortalecer la negativa de Kavanaugh de que atacó a una muchacha en una fiesta durante sus años en secundaria, ha atraído interrogantes de periodistas, escépticos en medios sociales e incluso figuras de Hollywood.
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¿Cuán bien esas mujeres lo conocían? ¿Cómo pudo prepararse tan rápidamente una declaración con 65 firmas tras conocerse inicialmente la acusación? Y, tras subsiguientemente escuchar los detalles y conocer que la acusadora era una mujer a la que algunas de ellas conocían, ¿siguen respaldando esa declaración?
Sí, dicen más de una decena de las firmantes que han hablado desde entonces con The Associated Press u otros medios de prensa.
«Brett no haría eso jamás. Estoy totalmente confiada. Eso sería algo totalmente fuera de su carácter”, dijo Paula Duke Ebel. Dijo que ella interactuó con Kavanaugh centenares de veces cuando ambos eran estudiantes en una constelación de escuelas católicas en el área de Washington en los 80.
Christine Blasey Ford, de 51 años y profesora de sicología, dijo que Kavanaugh, en estado de ebriedad, la acorraló en un dormitorio durante una fiesta a inicios de los ochenta. Ella tenía unos 15 años y él unos 17, la mantuvo tendida en la cama, intentó desvestirla y le tapó la boca con una mano cuando intentó gritar. Ford dijo que escapó solamente cuando un amigo de Kavanaugh saltó a la cama y los tumbó a los dos.
La carta fue dada conocer la mañana después de que la acusación cobró inicialmente atención pública. La carta y su grupo de partidarias parecieron salir supersónicamente de la nada.
Mujeres que la organizaron y firmaron dicen que fue una respuesta rápida por una red social que persiste décadas después de que todas se graduaron y que fue fácil de movilizar.
Mientras tanto, centenares de graduadas de la escuela privada secular para niñas a la que asistió la acusadora de Kavanaugh firmaron una carta en respaldo a ésta.
«Nosotras creemos lo que dice la doctora Blasey Ford” escribieron.
La carta de respaldo a Kavanaugh es de mujeres que afirman que conocieron personalmente al juez como estudiante de secundaria. Varias dijeron que lo conocieron bien en eventos deportivos, fiestas y otras ocasiones sociales.
Una trabajó con él en un campamento de verano. Otra la pidió ayuda para tareas escolares. Dos salieron con él. Algunas todavía le ven en funciones sociales.
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