La maldición de la lotería: 10 ganadores que tuvieron finales trágicos
Jack Whittacker
La vida de Jack Whittacker cambió para siempre el día que ganó la lotería, en 2002. Ganador solitario de un premio de $315 millones de dólares, Whittacker fue víctima de múltiples robos, además de que comenzó a recibir demandas, amenazas y acusaciones por parte de sus empleados y familiares. Su nieta, Brandi, a quien Whittacker le había regalado dinero, utilizó esos fondos para comprar drogas, hecho que finalmente derivó en su muerte. Tiempo después, la madre de Brandi murió en circunstancias que no fueron esclarecidas; finalmente, Whittacker declaró que, de tener la posibilidad, regresaría en el tiempo para romper el billete ganador.
La tragedia de William Post III
Cuando William Post III ganó 16.2 millones de dólares, lo único que tenía en su cuenta bancaria eran 2.6 dólares, lo cual podría explicar por qué decidió gastar prácticamente toda su fortuna en excesos ¡llegó a comprarse un avión! El ganador de la lotería de Pensilvania compró restaurantes, un avión y un lote de autos, lo que le hizo perder una buena parte de su fortuna; además, estuvo a punto de ser asesinado por su hermano y su cuñada, quienes pretendían quedarse con el dinero restante del premio. Post aseguró que su vida era más feliz cuando no tenía dinero.
El misterioso caso de Urooj Khan
Urooj Khan fue un hombre con residencia en Chicago que tenía una adicción a comprar billetes de lotería, sin tener mucha suerte; un día, rompió su promesa de alejarse de este vicio y, para su sorpresa ¡ganó 1 millón de dólares! Para su mala fortuna, Khan murió de manera misteriosa tan solo unos días después de haberse anunciado al ganador de la lotería; sus familiares creen que fue su esposa quien lo envenenó para cobrar el cheque, aunque esto no fue probado por las autoridades.
La tragedia de Ibi Roncaioli
Ibi Roncaioli fue una mujer, con residencia en Ontario, que estaba casada con un ginecólogo, el Dr. Joseph Roncaioli, con quien, aparentemente, no llevaba una buena relación. Después de ganar 5 millones de dólares de la lotería en 1991, la vida de Ibi dio un giro de 180 grados. La mujer fue asesinada por su esposo, pues este se enteró de que la mujer había hecho numerosas transacciones bancarias para ceder parte de su fortuna a sus hijos, 12 años después de haber ganado el premio.
La historia de Evelyn Adams
¿Te imaginas ganar la lotería en dos ocasiones? ¡Esto le sucedió a Evelyn Adams en 1985 y 1986! La mujer, originaria de New Jersey, ganó la lotería dos veces en menos de cuatro meses, premio que fue pagado vía anualidades. Para su mala fortuna, Adams destacó por tener una severa adicción al juego, lo que, aunado a su generosidad, provocó que perdiera todo el dinero que había ganado. Adams finalmente quedó en bancarrota y se vio forzada a vivir en un tráiler.
La tragedia de Janite Lee
Janite Lee fue una mujer inmigrante de Corea del Sur que recibió un premio de 18 millones de dólares al ganar la lotería en 1993; con el dinero, se mudó con toda su familia a una mansión de un millón de dólares. Además, decidió otorgar generosos donativos a causas benéficas relacionadas con la educación y la política; en 2002, se declaró en bancarrota, y aseguró contar con solo 700 dólares en el banco.
El divorcio de Victoria Zell
¿Ganarse la lotería durante el proceso de divorcio? ¡Mala idea! Si no, pregúntale a Victoria Zell, quien ganó un premio de 11 millones de dólares en 2001, junto con su esposo; aunado a este problema, Victoria sufrió de abuso de sustancias, por lo que fue encarcelada en varias ocasiones. Debido al consumo de drogas, Zell fue sentenciada a siete años de prisión, después de haber manejado en estado de intoxicación, matando a una persona y lesionando severamente a otra.
La tragedia de Callie Rogers
Callie Rogers ganó la lotería del Reino Unido cuando era apenas una adolescente de 16 años; gastó el dinero en vacaciones, automóviles y cirugías estéticas, además de regalar generosas cantidades a amigos y familiares. En un espiral de excesos, Rogers intentó suicidarse en al menos dos ocasiones, antes de gastarse todo el dinero que había ganado; su historia quizá no fue tan trágica como la del resto de los ganadores de la lotería, pues pudo rehacer su vida y declarar, años después, que se considera una persona más feliz ahora que no tiene millones de dólares en su cuenta.
Billy Bob Harrell Jr.
“Ganar la lotería fue lo peor que me pudo pasar”, fue una de las últimas declaraciones de Billy Bob Harrell Jr, ganador de 31 millones de dólares, antes de suicidarse de un disparo al pecho. Harrell gastó prácticamente toda su fortuna en ayudar a su familia y amigos, pero también a los miembros de su iglesia, quienes acudían a él para solicitarle cantidades de dinero que, aunadas a las malas inversiones que realizó, terminaron por llevarlo a un quiebre mental que acabó con su vida a menos de dos años de cobrar el premio de la lotería.
Abraham Shakespeare
Abraham Shakespeare gastó 5 dólares en un billete ganador de la lotería, pero los 40 millones de dólares que recibió fueron el inicio de una serie de eventos desafortunados que derivaron en su asesinato. Shakespeare fue asesinado por Dee Dee More, una mujer que entabló amistad con él haciéndole creer que quería conocer más acerca de su historia para escribir un artículo sobre el hombre; finalmente, More asesinó a Shakespeare y enterró su cuerpo en la casa de su entonces novio.
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