José Sifuentes es condenado a cadena perpetua por tres asesinatos

• José Sifuentes atacó sexualmente y mató a tres mujeres hispanas que trabajaban como meseras en Texas.
• El hombre se declaró culpable en los tres casos y fue condenado a cadena perpetúa
• La División de Homicidios del Departamento de Policía de Dallas calificó a Sifuentes de ‘asesino en serie’.

José Sifuentes se declaró culpable del asesinato de tres mujeres en Dallas, Texas, y fue condenado a cadena perpetua por sus crímenes. Sifuentes llegó a un acuerdo con la Fiscalía del Condado de Dallas para aceptar su culpabilidad y aceptar la cadena perpetua para evitar la pena de muerte que era lo que los fiscales pedían como castigo para el hispano.

Sifuentes, de 43 años, compareció en su audiencia legal el jueves 13 de mayo del 2021 y le informó a su abogado que aceptaba la oferta que le propusieron los fiscales, cadena perpetúa, como una estrategia para evitar ser enviado a la pena de muerte. La fiscalía informó al juez que aceptaba la declaración de culpabilidad del asesino y en menos de diez minutos le sentenciaron.

José Sifuentes es condenado a cadena perpetua en Texas

De acuerdo a la División de Homicidios del Departamento de Policía de Dallas (DPD, por sus siglas en inglés) el hispano José Sifuentes fue clasificado como un ‘asesino en serie’ por haber abusado sexualmente y luego asesinado a Verónica Hernández, María de Lourdes Perales y Erica Olivia Hernández quienes trabajaban como meseras.

José Sifuentes continúa hasta el momento de escribir esta historia en la cárcel del Condado de Dallas a la espera de ser trasladado a la prisión del Sistema de Justicia Criminal de Texas (TDCJ, por sus siglas en inglés) en donde vivirá el resto de su vida para pagar por sus crímenes.

La historia de los ataques del hispano José Sifuentes

Con la condena a José Sifuentes se cierra el último capítulo de una cadena de crímenes que se remontan hasta el año 2003 cuando la División de Homicidios del DPD comenzó a investigar el crimen de una mujer inmigrante que sacaba adelante a su familia como mesera y que se convirtió en el primer eslabón de una cadena de asesinatos.

Kimberlee Leach, vocera de la Fiscalía del Condado de Dallas, da cuenta en un correo a MundoHispánico en Texas de los crímenes del hispano que sacudieron a la comunidad hispana del norte de Texas y pusieron en alerta a todas las mujeres que, por necesidad, tenían que salir a trabajar en la noche.

José Sifuentes es detenido por el ataque a Verónica Hernández

Verónica Hernández, de 27 años, trabajaba como mesera en una cantina y en la que, supuestamente, también cobraba por bailar piezas de música con los clientes varones. En inglés a ese tipo de establecimientos en donde las mujeres bailan con los parroquianos se llaman ‘taxi clubs’. El cuerpo de la mujer fue encontrado violado y estrangulado tirado en un páramo.

Hernández, de acuerdo a la investigación del DPD, había salido de su trabajo con un cliente la noche de su muerte por lo que los agentes pudieron entrevistar a decenas de testigos quienes les dieron detalles sobre el misterioso hombre hispano, quien dijo ser de México, y con el que había salido la mujer. Los documentos no detallan cuál era ese lugar.

La investigación en contra de José Sifuentes

Con base a los videos de las cámaras de seguridad del lugar en el que trabajaba Verónica Hernández los agentes de la División de Homicidios del DPD pudieron identificar al acompañante con el que se retiró la trágica noche de su muerte. Los agentes también pudieron identificar también el auto del hispano.

Los agentes de la División de Homicidios del DPD pudieron detener al hombre, con base a los videos, y lo identificaron como José Sifuentes. En su interrogatorio el hombre confesó a los agentes el abuso sexual y asesinato de Verónica Hernández quien, presuntamente, no había aceptado la proposición del hispano para tener relaciones sexuales.

José Sifuentes y las pruebas de ADN que lo incriminaron

José Sifuentes fue acusado del homicidio y abuso sexual de Verónica Hernández y los agentes del DPD lo llevaron a la cárcel del Condado de Dallas para que enfrentara su proceso penal. Cuando un reo llega a cualquier cárcel de condado en Estados Unidos se le hacen varias pruebas al momento de ser procesado.

Una de las pruebas es tomar muestras de saliva con un hisopo en la parte interna de la mejilla. Esa prueba se guarda, asociada al nombre del reo, y biólogos legistas la almacenan con el código del ácido desoxirribonucleico (ADN) del detenido. Las pruebas se envían a una base de datos que pueden consultar todas las corporaciones policiales de Texas.

José Sifuentes es relacionado con dos casos más

Ese proceso burocrático con el ADN fue fundamental para que los agentes de la División de Homicidios del DPD pudieran acusar posteriormente a José Sifuentes por los abusos sexuales y asesinatos de las inmigrantes hispanas María de Lourdes Perales y Erica Olivia Hernández. Las pruebas de ADN de Sifuentes coincidían con las que tenía en el cuerpo Hernández.

Las acusaciones en contra de José Sifuentes dieron un vuelco cuando las pruebas de ADN se enviaron a la base de datos de Texas. Los biólogos forenses descubrieron en la base de datos que eran similares a las que estaban en los cuerpos de las víctimas María de Lourdes Perales, de 20 años, y Erica Olivia Hernández, de 23 años, en incidentes similares al de Verónica Hernández, pero sin resolver.

Fue liberado bajo fianza y escapó a México

De acuerdo con la Fiscalía del Condado de Dallas el ataque y homicidio de María de Lourdes Perales ocurrió el 15 de febrero de 1998 y el de Erica Olivia Hernández el 27 de junio de 1998. Los detectives de la División de Homicidios Christine Ramírez Noé Camacho y Juan Salas, ante la evidencia del ADN, presentaron entonces dos cargos más contra Sifuentes.

Sin embargo, entonces ocurrió algo que retrasó la investigación y proceso penal en contra de José Sifuentes. Cuando los agentes buscaron al detenido en la cárcel del condado de Dallas descubrieron que el hombre había sido liberado bajo fianza por el juez que llevaba su caso pese a la gravedad de su delito.

Las víctimas de José Sifuentes trabajaban como meseras

Los tres detectives de la División de Homicidios fueron a buscar a José Sifuentes al domicilio registrado en Dallas, Texas, sin embargo el hombre ya no vivía ahí. Diversos testigos le dijeron a los agentes Christine Ramírez Noé Camacho y Juan Salas que el hombre ya había escapado con rumbo a México.

De acuerdo a la investigación de la División de Homicidios del DPD las otras dos víctimas de José Sifuentes, María de Lourdes Perales y Erica Olivia Hernández, también trabajaban como meseras y bailaban en dos cantinas del área metropolitana de Dallas y también habían salido de su trabajo acompañadas por el hombre.

Estuvo fugitivo durante más de tres lustros

Luego de que el hombre escapó a los agentes de la División de Homicidios del DPD les tomó desde el 2003 hasta el 2017 descubrir que José Sifuentes estaba escondido en un pueblo del norte de México y hasta el 2019 lo ubicaron con precisión en el pueblo San Vicente de González en el estado mexicano de Nuevo León.

Por medio de un acuerdo internacional de extradición entre Estados Unidos y México agentes de la Fiscalía General de la República (FGR) detuvieron en enero del 2020 a José Sifuentes en una operación con asistencia de los agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) adscritos a representación legal en la Ciudad de México.

Regresa a Texas para ser condenado

José Sifuentes fue extraditado en enero del 2020 por los agentes del FBI desde la Ciudad de México hasta Dallas, Texas, para que pagara por los ataques sexuales y asesinatos de Verónica Hernández, María de Lourdes Perales y Erica Olivia Hernández. Desde entonces el hombre enfrentó su juicio.

La Fiscalía del Condado de Dallas aceptó el arreglo con José Sifuentes a condición de que el hombre enfrentara tres cadenas perpetua, una por cada víctima, sin derecho a salir bajo el beneficio de la buena conducta. A partir del próximo lunes 16 de mayo el hombre será trasladado a la prisión en la que deberá vivir el resto de su vida.