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Intentó darse a la fuga de la policía y en la huída hasta los pantalones perdió

Conductor en Norcross, Georgia, pierde hasta los pantalones cuando quiere darse a la fuga de la policía, primero en carro y luego corriendo
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  • Pretender huir de una patrulla en una persecución, una apuesta fallida
  • Un vídeo de la policía de Norcross corrobora la inutilidad de un intento de fuga
  • Tratar de escapar es un boleto seguro a la Corte, y a los jueces no suelen gustarles quienes huyen

“Cómo fastidiarse la vida en diez minutos”.

Este podría ser el título de un video policial de la ciudad de Norcross, en el Condado de Gwinnett, en Georgia, que muestra el trance patético de un conductor hispano huyendo infructuosamente de una patrulla policiaca, provocando una persecución en la que, inevitablemente, la presa fue él y los policías los cazadores, demostrando que muy pocos pueden darse a la fuga de la policía.

Creer que puede huirse de los policías en una persecución es una leyenda urbana que poquísimas veces conlleva éxito para el perseguido por una infinidad de razones, entre las cuales, acaso las más sensatas, es que los policías están adiestrados para episodios de esa naturaleza, y sus vehículos, las patrullas, equipados para tales casos.

El vídeo exhibe a un conductor con dos pasajeras que es detenido por un patrullero.

“¿Por qué yo?”, pregunta el guiador al oficial, una vez que éste se para junto a él. ¿Que por qué? Pueden ser muchas las razones.

Departamento de Policía de Norcross, Georgia

Veamos. En notas anteriores, un viejo conocido de Mundo Hispánico, el oficial Raymond Granell, del Departamento de Policía del Condado de Cobb, ha dicho por qué: Si un policía le detiene a la hora de conducir lo recomendable es mantener ambas manos en el volante.

El guiador del video no mantiene las manos al volante cuando habla con el oficial, y, por defecto, su actitud es sospechosa. Aunado a ello, lejos de permitir hablar al policía, comienza a cuestionarle, a discutir con él, preguntándole atropelladamente por qué le detiene. Y su mirada parece vaga, candidata perfecta a un DUI. Y eso, gústenos o no, es cierto.

Departamento de Policía de Norcross, Georgia

Acerca del estado del vehículo, el oficial Granell recomienda al propietario mantener la apariencia original del auto, ya que, si uno le modifica la suspensión, el sistema de escape con un mofle ruidoso, o cambia las llantas, “como hacen muchos jóvenes”, por otras de aro fino, “obviamente esas cosas llaman la atención del oficial porque hacen el auto menos seguro”.

La oficial Yosvelis Taveras, del Departamento de Policía del Condado de Gwinnett, también ha charlado con Mundo Hispánico sobre el tema. La gente, sostiene ella, a menudo olvida que un oficial de tránsito puede detener no sólo a los conductores de vehículos por infringir una norma, sino también a ciclistas y hasta a peatones cuando no respetan las reglamentaciones.

Hasta un peatón sorprendido cruzando la calle cuando el semáforo marca luz verde a los guiadores o cuando lo hace fuera de la zona peatonal en las esquinas, puede ser detenido. Incluso un ciclista puede ser objeto de una sanción cuando conduzca en sentido contrario al de la circulación vehicular.

Y una persona con gorra, de noche, también puede resultar sospechosa. Es como manejar con gafas oscuras a esas horas.

Departamento de Policía de Norcross, Georgia

Intentó darse a la fuga de la policía y en la huída hasta los pantalones perdió

Sobre todo, ha dicho el oficial Granell, el conductor debe ser consciente de la inutilidad de creer que puede escapar en su auto de una persecución policiaca, pues los policías están entrenados para conducir en situaciones de esa naturaleza, y sus unidades poseen los aditamentos y equipos para circular en esas condiciones.

“Nos dan entrenamiento de alta velocidad para persecuciones y de otro tipo de controles que se usan para controlar vehículos que se tratan de usar para evadir la justicia. Además, debe pensarse que su vehículo tiene un tag registrado a nombre de un dueño, y, eventualmente, vamos a toparnos con la persona que iba manejando el carro”.

Departamento de Policía de Norcross, Georgia

Y eso, huir, es precisamente lo que hace el conductor del vehículo del vídeo. Entonces, él entra en modo de presa, y el policía, de cazador. La huída es tan inútil como insensata, pues es el boleto perfecto para ganarse un viaje a la Corte. Y a los jueces no suelen gustarles los que se quieren pasar de listos dándese a la fuga de la policía.

Pero, ¿por qué iniciar una persecución es una apuesta perdida para quien la provoca? En otra entrevista, el oficial Granell ha destacado la habilidad de los policías para conducir en persecuciones a alta velocidad, al cursar su adiestramiento a bordo de un vehículo Skidcar (carro patinador), diseñado para capacitar periódicamente a los agentes en el control de las patrullas en diversas condiciones de manejo.

Intentó darse a la fuga de la policía y en la huída hasta los pantalones perdió

El sistema Skidcar, de fabricación sueca, mejora los “instintos de conducción” y ayuda a los conductores a mantener el control en las situaciones más difíciles de la vida real. Su diseño tiene como propósito ayudar en el desarrollo de técnicas que sería arriesgado aprender en un vehículo normal y a velocidades más altas.

El vehículo Skidcar tiene unos patines de acero con ruedas laterales más pequeñas y paralelas a los neumáticos. Esas ruedas electrohidráulicas están unidas a la suspensión del vehículo que, mediante el uso de un controlador electrónico operado por un instructor, se puede ajustar para simular la pérdida de agarre delantero, trasero o en las cuatro ruedas, todo ello a bajas velocidades.

Intentó darse a la fuga
Departamento de Policía de Norcross, Georgia

Esto permite al instructor simular condiciones de deslizamiento sutiles a extremas a baja velocidad en un espacio reducido. El automóvil usa una computadora para detectar si el conductor está girando hacia la izquierda o la derecha y luego usa el sistema de frenado y el control del acelerador y la dirección para ayudarle a evitar o superar un patinazo.

Todo esto retroalimenta al conductor para ejercer técnicas de conducción más seguras y eficientes en eventos como el de una persecución.

Si a todo ello se le agrega que instituciones como la Stanford University, que analizó los resultados de más de 100 millones de paradas de tránsito en EE. UU. en 21 estados de la Unión entre 2011 y 2017 en su Stanford Open Policity Project, han concluido que la probabilidad de los conductores hispanos de ser detenidos es 30 % superior a la de sus pares de raza banca, y 10 % arriba de la de los afroamericanos…

Entonces se puede colegir que corresponde a los propios conductores el evitarse ser blanco de una detención policiaca, lo que no sucedió en el video, en el que, como puede verse, el guiador fue perseguido, apresado y remitido a la Corte con un cargo grave, pero lo más triste es que él mismo complicó su situación.

Ojalá todos podamos, como hacen los sabios, experimentar en cabeza ajena y hacernos el propósito de evitarnos el incurrir en una situación de esa índole cuando tenemos todo para conjurarla.

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