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Huracán Laura cerca de la categoría 5; advierten de marejada ciclónica «insuperable»

Huracán Laura marejada ciclónica. Laura se fortaleció el miércoles y generó temores de una marejada ciclónica de 20 pies "insuperable"
2020-08-26T20:42:12+00:00
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FOTO The Associated Press
  • Huracán Laura gana fuerza y advierten que podría traer una marejada ciclónica «insuperable»
  • Se confirman las primeras muertes provocadas por el huracán
  • Sus vientos comienzan a azotar la costa de Texas cerca de Luisiana

Huracán Laura marejada ciclónica.

El poderoso huracán Laura está muy cerca de convertirse en un huracán de categoría 5 cuando se apunta a tocar tierra en el suroeste de Louisiana, cerca de la frontera con Texas pocos minutos antes de que concluya el miércoles, mientras las autoridades han confirmado las primeras dos muertes.

El Departamento de Policía de Corpus Christi confirmó a MundoHispánico la muerte de un surfista.

Según Gena Peña, oficial de información del Departamento de Policía de Corpus Christi, testigos tuvieron que sacar al surfista después de que resultó gravemente herido al caer de su tabla de surf. El hombre murió más tarde en un hospital.

Antes, las autoridades del condado de Harris habían confirmado la muerte de un hombre de 62 años de edad, que perdió la vida electrocutado mientras cortaba ramas para prepararse por el huracán Laura.

Laura se fortaleció el miércoles hasta convertirse en un amenazante huracán de categoría 4, lo que generó temores de una marejada ciclónica de 20 pies que, según los meteorólogos, sería «insuperable» y capaz de inundar a comunidades enteras.

Los últimos datos de aeronaves indican que Laura no se ha debilitado en absoluto en las últimas horas. La furia total de la tormenta está ahora a solo diez millas de la costa de Louisiana, según el Centro Nacional de Huracanes.

La tormenta creció casi un 87 por ciento en energía en solo 24 horas a un tamaño que el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) calificó como «extremadamente peligroso».

Al extraer energía de las cálidas aguas del Golfo de México, el sistema estaba en camino de llegar el miércoles por la noche o la madrugada del jueves como el huracán más poderoso que ha azotado a Estados Unidos en lo que va de este fatídico año 2020.

“Parece una bestia”, dijo el investigador de huracanes de la Universidad de Miami Brian McNoldy. “Eso es algo que no quieres ver si estás en su camino”.

FOTO Twitter
Se esperaba que los vientos alcanzaran las 150 mph (241 kph) antes de tocar tierra, y los meteorólogos dijeron que podrían caer hasta 15 pulgadas de lluvia en algunos lugares.

Una de las principales carreteras de Luisiana ya tenía agua estancada cuando las bandas exteriores de Laura se movieron a tierra con vientos con fuerza de tormenta tropical.

Miles de sacos de arena se alineaban en las carreteras en la pequeña Lafitte, y los vientos se levantaron cuando los compradores se apresuraron a entrar en una tienda de comestibles en la zona baja de Delcambre.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, y el gobernador de Louisiana, John Bel Edwards, se mostraron muy preocupados por una razón que revelaremos en la siguiente página.

huracán Laura marejada ciclónica
FOTO David Dorantes/MundoHispánico

Y es que parece los gobernadores están preocupados porque las terribles predicciones sobre el huracán Laura y la marejada ciclónica no tuvieron mucho eco, a pesar de que las autoridades pusieron a más de 500 mil residentes de la costa bajo órdenes de evacuación obligatorias.

Edwards activó la tarde del miércoles a toda la Guardia Nacional del estado. En Lake Charles, Luisiana, elementos de la Guardia Nacional condujeron autobuses escolares a través de varios vecindarios para recoger a familias. Justo del otro lado del límite estatal, en Port Arthur, Texas, muy pocos residentes rezagados decidieron abordar los vehículos de emergencia, y las autoridades de la ciudad anunciaron que dos aviones de carga C-130 ofrecían la última oportunidad para salir del área.

Abbott advirtió que las familias que no abandonen la trayectoria de impacto podrían no recibir ayuda durante mucho tiempo después del paso de la tormenta.

Un huracán de categoría 4 puede casar daños tan catastróficos que la interrupción del servicio eléctrico podría prolongarse varios meses en algunas zonas, y áreas extensas podrían quedar inhabitables por semanas o meses.

La amenaza de tal devastación representa un nuevo desafío en ayuda contra desastres para un gobierno que aún debe lidiar con la pandemia de coronavirus.

Algunas de las zonas bajo órdenes de evacuación en Luisiana también registran una elevada tasa de casos de COVID-19.

El Centro Nacional de Huracanes siguió aumentando los estimados de la marejada ciclónica de Laura, de 3 metros (10 pies) hace un par de días, hasta el doble de ese tamaño, una altura que según los meteorólogos sería letal.

Para la tarde del miércoles, Laura tenía vientos máximos sostenidos de 233 km/h (145 mph) y su vórtice se ubicaba a unos 250 kilómetros (155 millas) al sur de Lake Charles.

“Sigan las recomendaciones de sus autoridades locales. Si les piden que se vayan, ¡váyanse! Hoy su vida depende de ello”, dijo Joel Cline, coordinador del programa tropical del Servicio Nacional de Meteorología.

“Es un día grave y necesitan escuchar a las autoridades”.

En Twitter, el presidente Donald Trump instó a los residentes de la costa a prestar atención a los funcionarios locales.

Las advertencias de huracán se emitieron desde San Luis Pass, Texas, hasta Intracoastal City, Louisiana, y llegaron tierra adentro por 200 millas (322 kilómetros).

Las advertencias de marejada ciclónica estaban vigentes desde Freeport, Texas, hasta la desembocadura del río Mississippi.

Para algunos, la decisión de irse de casa los dejó sin un lugar donde quedarse.

Temerosos de abrir refugios masivos durante una pandemia, los funcionarios de Texas en cambio colocaron a los evacuados en hoteles, pero Austin dejó de recibir llegadas antes del amanecer porque los funcionarios dijeron que se quedaron sin habitaciones.

Otros evacuados llamaron a la línea de información 211 del estado y fueron dirigidos a Ennis, en las afueras de Dallas, solo para que luego de conducir cientos de millas les dijeran que no había hoteles disponibles ni cupones.

Taniquia Ned y sus hermanas se presentaron sin dinero para alquilar una habitación y dijeron que la familia había gastado sus ahorros después de perder sus trabajos a causa del coronavirus.

“El COVID-19 nos está acabando por completo”, dijo Shalonda Joseph, de 43 años, maestra en Port Arthur.

Edwards lamentó que la tormenta inminente significara la suspensión de las pruebas comunitarias para COVID-19 en un momento crucial, ya que las escuelas primarias y secundarias en Luisiana se abren y los estudiantes regresan a los campus universitarios.

«Básicamente, estaremos ciegos durante esta semana», dijo Edwards, refiriéndose a la falta de pruebas.

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