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Testigo dice que George Floyd no resistió al ser arrestado

George Floyd testigo. Un hombre que estaba con Floyd la noche que murió dijo que su amigo no apuso resistencia al arresto
2020-06-05T19:07:06+00:00
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  • George Floyd testigo. Un hombre que estaba con Floyd la noche que murió dijo que su amigo no apuso resistencia al arresto
  • Maurice Lester Hall dijo que más bien Floyd trató de distender la situación antes de que lo esposaran, lo arrajaran al suelo y el policía Dereck Chauvin posara su rodilla sobre su cuello hasta matarlo
  • Hall dijo que que Floyd dijo al agente otra frase además del triste «No puedo respirar», que se ha vuelto consigna de las protestas

George Floyd testigo. Un hombre que estaba con George Floyd

la noche que murió dijo que su amigo no opuso resistencia al arresto y que, por el contrario, trató de distender la situación antes de que lo esposaran, lo arrojaran al suelo y un policía posara una rodilla sobre su cuello, presionándolo contra el suelo.

Maurice Lester Hall, un viejo amigo de Floyd, iba de pasajero en el auto de éste cuando la policía se acercó el 25 de mayo tras recibir una denuncia sobre el intento de alguien de pagar con un billete falso en una tienda. Hall dijo al diario New York Times que Floyd trató de demostrar que no se resistía.

“Lo escuché suplicar ‘por favor, oficial, ¿por qué todo esto?’”, dijo Hall.

Hall es un testigo clave en la investigación del estado a los cuatro agentes que detuvieron a Floyd. Derek Chauvin, el agente blanco que siguió apretándole el cuello con la rodilla después que Floyd quedó inmóvil, está acusado de homicidio simple y homicidio involuntario. Los otros tres están acusados de complicidad. Los cuatro fueron cesanteados de la policía.

Una mujer también estaba en el auto, pero Hall dijo que no sabía su nombre. La identidad de Hall sólo se hizo pública después del informe del Times.

Hall dijo al programa periodístico “Good Morning America” que la situación escaló rápidamente, la policía aferró a Floyd, lo arrojó al interior de una patrulla, luego lo sacó y “saltaron sobre su nuca”. Dijo que se llevaron a Floyd en una ambulancia y que él no se enteró de su muerte sino al día siguiente, cuando vio el video tomado por un transeúnte y publicado en Facebook.

“En ese momento lloraba y pedía ayuda a cualquiera porque estaba muriendo”, dijo Hall al Times. “Siempre voy a recordar el miedo que vi en la cara de Floyd porque era muy buena persona. Eso es lo que veo, un hombre ya grande que llora antes de morir”.

Hall, de 42 años, dijo que fue a un homenaje a Floyd y que luego viajó de dedo a Houston, donde lo detuvieron el lunes bajo órdenes de arresto por posesión ilegal de un arma, asalto doméstico y posesión de drogas. Posteriormente un investigador de Minnesota lo interrogó durante horas acerca de la muerte de Floyd. Su abogado dijo que después quedó en libertad.

El gobernador de Minnesota, Tim Walz y el departamento estatal de Derechos Humanos han ordenado una investigación del departamento de policía de Minneapolis para determinar cómo resolver la discriminación racial y efectuar cambios. El viernes, las autoridades municipales de Minneapolis y el estado elaboraban un acuerdo para una orden de restricción temporaria para obligar a hacer cambios.

Un acuerdo requeriría la aprobación de un tribunal.

Muerte de Floyd, un drama que no es exclusivo de EE.UU.

Cada vez que muere un afroamericano a manos de la policía en Estados Unidos, como es el caso de George Floyd, la noticia tiene repercusión internacional.

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El rostro de Floyd, fallecido cuando un agente presionó su cuello con la rodilla al detenerlo en Minneapolis, aparece hoy en paredes desde Nairobi (Kenia) hasta Idlib (Siria). Jugadores de fútbol escriben su nombre en sus camisetas y multitudes de manifestantes corean su nombre desde Londres hasta Ciudad del Cabo, Tel Aviv y Sydney.

El malestar refleja la influencia y fascinación de Estados Unidos, pero también indica que la desigualdad racial no es un fenómeno exclusivamente estadounidense.

“Esto pasó en EEUU, pero también sucede en Francia y en todos lados”, dijo Xavier Dintimille al participar en una manifestación en París en solidaridad con las protestas en EEUU.

Los manifestantes parisinos dijeron “Todos somos George Floyd”, pero también invocaron el nombre de Adama Traore, un francés de 24 años oriundo de Mali fallecido cuando estaba detenido en el 2016. Las circunstancias de su muerte siguen siendo investigadas.

El mundo está acostumbrado a ver series y películas estadounidenses, y siente curiosidad por un país fundado sobre la base de los principios de igualdad y libertad, pero que arrastra una tortuosa historia de esclavitud y segregación. Vistas desde afuera, las imágenes de la violencia y las divisiones raciales a veces parecen parte de un fenómeno exclusivamente estadounidense.

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Pero no esta vez. Cuando la gente de todo el mundo observó a Floyd sin poder respirar porque un policía blanco tenía una rodilla en su cuello, vio reflejada la violencia y las injusticias en sus propias ciudades y pueblos. Recordaron las experiencias propias o de familiares, vecinos y amigos.

“Lo mismo pasa aquí”, afirmó Isaak Kabenge, uno de un millar de manifestantes que se congregaron en Estocolmo. “La policía me paró hace dos semanas. Pasa todo el tiempo”.

En Londres, miles de personas cantaron “Di su nombre: ¡George Floyd!” mientras desfilaban por la ciudad. Y también invocaron el nombre de Stephen Lawrence, un londinense de 18 años de origen africano que murió apuñalado en 1993 mientras esperaba un autobús. Una torpe investigación policial dio paso a una pesquisa en la que se determinó que la policía de Londres era “una institución racista”.

Más de 160 personas fallecieron en Gran Bretaña estando bajo custodia policial en la última década y las estadísticas indican que las personas de raza negra tienen el doble de posibilidades que los blancos de morir en esas circunstancias.

En el suburbio londinense de Croydon cientos de personas se congregaron esta semana, manteniendo una separación de dos metros (seis pies y medio) por el coronavirus, y apoyaron una rodilla en el piso en homenaje a Floyd y a Olaseni Lewis. Lewis falleció en el 2010 al ser retenido por la policía en un hospital psiquiátrico.

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Su madre, Ajibola Lewis, dice que no soporta ver el video de la muerte de Floyd.

“Muchas familias hemos escuchado a nuestros seres queridos decir ‘no puedo respirar’”, declaró a la BBC. “La gente piensa que solo sucede en Estados Unidos. No es así. Aquí también pasa”.

Las redes sociales diseminaron rápidamente por el mundo las imágenes de los últimos momentos de Floyd, lo que aumentó la conmoción, la angustia y la ira que provocan.

Mucha gente planea participar en manifestaciones este fin de semana en todo el mundo, con la esperanza de que la muerte de Floyd genera cambios permanentes y mirando a Estados Unidos como un ejemplo y una señal de alerta al mismo tiempo.

“Aquí es algo común y hay que empezar a hacer algo, por pequeño que sea, para alentar cambios”, expresó Jayda Makwana durante una manifestación de protesta en el Hyde Park de Londres. “Creo que el Reino Unido podría aprender mucho de Estados Unidos, porque no queremos que se repita lo que está pasando allí”.

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