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Familia LeBaron exige a Senado que México no sea un «cementerio»

La familia LeBaron hizo una visita al Senado de México, donde realizaron un llamado a la unidad de todos los mexicanos en el país.
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  • La familia LeBaron hizo una visita al Senado de México, donde realizaron un llamado a la unidad de todos los mexicanos.
  • «México no puede ser un cementerio, un lugar donde se nos asesina», dijeron a los políticos mexicanos.
  • La titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, informó que la Fiscalía General de México asumirá por completo el caso.

Miembros de la familia LeBaron, cuyos integrantes fueron víctimas de la masacre del 4 de noviembre en el estado mexicano de Sonora hicieron en una tensa visita al Senado un llamado a la unidad de todos los mexicanos para no ser indiferentes ante la violencia, porque el país «no puede ser un cementerio».

«México no puede ser un cementerio, un lugar donde se nos asesina», dijo Julián LeBaron, quien acompañado de Adrián LeBarón, se reunió con algunos integrantes del Senado mexicano un día después de su encuentro con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

«Les pido que dejemos a un lado las diferencias y los colores (partidistas), los que nos son mexicanos son los que no están asesinando, tenemos que unir fuerzas y darles batalla, llamarlos a cuenta y exponerlos, estar unidos para defendernos», añadió.

Además, pidió a senadores y ciudadanos «sentir el reclamo y la sangre de los muertos» y dejar a un lado la apatía e indiferencia «y nuestra debilidad, cobardía y traición».

«Siento como si nos hubiéramos traicionado unos a otros porque no nos hemos unido lo suficiente», dijo Julián, quien acusó a los senadores de haber desertado de su obligación de proteger a los ciudadanos.

«Mientras estamos aquí, en las calles de México los asesinos le están arrebatado la vida a nuestros hermanos», apuntó.

Con mayor dureza se expresó Adrián LeBarón, quien cuestionó severamente a senadores y ciudadanía sobre la normalización de la violencia en México, pues se estima que en los 13 últimos años se ha cobrado la vida de más de 200.000 personas y hay un registro de más de 40.000 desaparecidos.

«¿Qué tipo de tragedia será necesaria para que México salga de su letargo, de su apatía y su negligencia por la vida, qué tiene que pasar hermanos», preguntó.

Dijo que los mexicanos deberían «suspender todo» lo que hacen «hasta no tener una respuesta» o ¿no creen que se debió paralizar el mundo cuando vieron ese video de mi hija calcinada»?

Preguntó dónde está el corazón mexicano y respondió: «¿está dormido, extraviado?, cómo es posible que toleremos esto y sigamos nuestras vidas como si nada (hubiera pasado)».

«Dónde está el dolor y la furia que causó Ayotzinapa. ¿(En nuestro caso) estamos apostando a lo mismo?, ¿se nos van olvidar? ¿esa será nuestra estrategia como pueblo hasta que nos maten a todos?», gritó.

La titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, informó a medios que la Fiscalía General de la República (FGR) de México asumirá por completo el caso de la masacre de la comunidad mormona, esto ante la falta de recursos materiales y humanos de las fiscalías estatales.

Relató que sobre el caso ya se habían asignado tareas, la Fiscalía General se haría cargo de la delincuencia organizada y los delitos federales, mientras que las fiscalías locales tomarían los delitos del fuero común.

«Pero al final del día se decidió atraer todo el caso (…) precisamente porque, de verdad, lamentablemente, las fiscalías de los estados no tienen los recursos materiales, humanos ni de práctica forense para hacerse cargo de una situación determinada».

Familiares de mormones asesinados ven avances tras reunirse con López Obrador

Integrantes de las familias mormonas víctimas de la masacre del 4 de noviembre en el estado mexicano de Sonora, que dejó nueve muertos, se mostraron satisfechos tras reunirse este lunes con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para tratar los avances de las pesquisas.

«Estamos contentos de los resultados de la investigación, pero no nos vamos a meter. No podemos decir nada más porque es peligroso para nosotros mismos», explicó a medios a la salida del encuentro Adrián LeBarón, padre y abuelo de algunos de los fallecidos.

Además de al clan LeBarón, las víctimas mortales del ataque -seis niños y tres mujeres- pertenecían a las familias mormonas Miller y Langford, también presentes en el encuentro de este lunes en el Palacio Nacional, situado en el Zócalo capitalino.

Por parte de las autoridades, junto al presidente estuvieron el canciller del gobierno mexicano, Marcelo Ebrard, y el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz.

El fiscal no reveló en la reunión los nombres de los tres detenidos el pasado domingo por su presunta relación con el caso, según explicó a la prensa Julián LeBarón, otro de los familiares de los asesinados.

El canciller, al abandonar el Palacio Nacional, confirmó la versión del activista mormón y aclaró que alguna de la información recabada «no se puede divulgar» por razones de seguridad, aunque se mostró muy satisfecho con el desarrollo del encuentro.

«Hubo una reunión muy buena, muy cordial. El presidente les ha dicho que encabeza la indignación respecto a lo que ha pasado y se les dio un reporte por parte de la Fiscalía General de la República con el avance de las investigaciones hasta este momento», relató.

LA RELACIÓN CON EE.UU.

Ebrard se refirió al papel de Estados Unidos en este caso y en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado en general, toda vez que el presidente de ese país, Donald Trump, manifestara su intención de considerar a los cárteles como organizaciones terroristas y ofreciera su ayuda para «limpiar» de grupos criminales a México.

«Nosotros consideramos a las víctimas como ciudadanos mexicanos. Todos y todas los que vinieron hoy viven en México. Y, por lo tanto, el tema de Estados Unidos fue como colateral. ¿Qué dijimos? Bueno, cooperación sí, intervención no», recordó Ebrard.

Adrián LeBarón confirmó que el gobierno de Estados Unidos está participando en las pesquisas con su ayuda en «todo lo relacionado con la logística, es decir, asistencia técnica e inteligencia» y ratificó que «nunca se consideró solicitar una intervención».

Sin embargo, la familia LeBarón había pedido en varias ocasiones, sin ir más lejos este domingo, en la marcha contra López Obrador en motivo de su primer año de mandato, la cooperación de otros países porque veían incapaz al presidente mexicano de afrontar la lucha contra la violencia.

A su parecer, y ante la ola de violencia que vive el país, este el tema más importante de la actualidad mexicana.

«Nos podemos caer mal, podemos odiarnos, pero debemos estar de acuerdo que la vida es más importante y debemos unirnos para detener el asesinato y la masacre en nuestro país», aseguró a Efe este domingo Julián LeBarón, participante en la marcha.

La participación de los LeBarón en la protesta contra López Obrador, mantuvo la familia, no tenía que ver con ninguna otra cuestión de su gobierno que no fuera la crisis de seguridad que atraviesa el país.

En cualquier caso, el encuentro de este lunes sirvió para limar asperezas, ya que, según valoró el activista mormón, se estableció la base para la cooperación entre los familiares y las autoridades, aunque eso no quite que vayan a «exigir» resultados.

Ambas partes acordaron volver a celebrar otra reunión de las mismas características dentro de un mes, aunque no trascendió si ese nuevo mitin se producirá en Ciudad de México o en el norteño estado de Sonora, lugar de residencia de las familias mormonas implicadas.

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