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Cómo enseñar a nadar a un niño sin que tenga miedo

Empiezan los días de calor y se antoja pasar más tiempo en la piscina, pero necesitas enseñar a nadar a tu hijo, ¡te contamos cómo hacerlo!   
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  • ¡Esta es la forma en que puedes enseñarle y pasar un buen rato!

Empiezan los días de calor y se antoja pasar más tiempo en la piscina.   Los niños son quienes más disfrutan de los juegos en el agua y para aprovechar estos momentos al máximo, es muy importante enseñar a nadar a tus hijos y  que pierdan el miedo a hacerlo de forma autónoma y segura.

Por eso, te podría interesar conocer algunos tips que puedes aplicar de forma segura y que te ayudarán a que se adentren al agua sin miedo, pero, sobre todo, con la seguridad de que tanto tú, como él, saben que están haciéndolo de la forma más confiable posible.

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Cómo enseñar a nadar a tu hijo

Establece quién se encargará de acompañarlo en la piscina

Lo primero que debes de tener en cuenta es que, quien va a acompañar al niño debe ser un adulto y que es el responsable de llevar a cabo todas las dinámicas necesarias, que deberá permanecer adentro de la piscina, junto con él y que tiene la paciencia y la empatía suficiente para hacer esta experiencia divertida.

Para un niño, las personas que le aportan mayor seguridad son sus padres, pero si por alguna razón no pueden hacerlo directamente, asegúrate de que lo haga una persona adulta y de la absoluta confianza de tu hijo.

El aprendizaje sigue a la emoción 

Según los avances de la neurociencia, uno de los factores más importantes en el proceso de cualquier aprendizaje es la emoción. El miedo y la inseguridad dificultan asimilar nuevos conocimientos y el cerebro se centra en encontrar solución a lo que nos incomoda, en vez de concentrarse en lo más importante, es que es el aprendizaje mismo ¡Asegúrate de enseñar a nadar a tu hijo sea un rato divertido!

Contar con el consentimiento del niño

De nada vale apurar al niño o enfrentarlo a retos a los que aún no está preparado. La piscina está hecha para disfrutarse y no debemos perder esta idea ni forzarlo al cumplimiento del objetivo.

enseñar a nadar a un niño

 

Empezar haciendo burbujitas con la boca

Esto es un juego divertido y lo irá entrenando en el manejo de la respiración.  Puedes utilizar un popote y después hacerlo directamente con la boca.  Lo importante es que le recuerdes respirar por la nariz y soplar con la boca.  Puedes poner una pequeña pelotita flotante y pedir que la empuje unos centímetros con las burbujas hacia un aro o una pequeña cubeta ¡el reto le encantará!

Utilizar un juguete sumergible

Una muñequita de plástico o un superhéroe pueden ser muy buenos compañeros para enseñar a nadar a un niño.   Tu hijo puede jugar en tus brazos o en lo bajito a enseñarle a nadara su muñeco,  lo que lo irá preparando mentalmente a la experiencia.   Una vez dominada la técnica de los bucitos puede intentar buscar su juguete, si la piscina tiene un lugar suficientemente bajo como para que brevemente sumerja la cabeza para localizarlo.

Iniciando los bucitos

Lo primero que debes hacer es sumergirte y mostrarle cómo se hace. Debes explicarle claramente que no debe aspirar agua y de ser posible, aplicar la técnica de las burbujas mientras se encuentre sumergido.  Ponte de frente a él, sujetándolo de forma segura, tomen juntos una bocanada de aire y a la cuenta de 3 que dirás en voz  alta para que él se encuentre preparado, se sumergen y salen de forma inmediata.

Asegúrate de que lo primero que vea al salir sea tu expresión sonriente y triunfante.  Si lo ha logrado ¡felicítalo! Pueden ir subiendo el tiempo sumergidos poco a poco.  Si no lo ha disfrutado, cambia la dinámica y regresa a ella cuando se sienta más disponible para hacerlo.

Jugando a ser aviones

Enseñar a nadar a tu hijo puede requerir de imaginación. Puedes sugerirle que sea el piloto de un avión.  Ponlo con su pancita en tu espalda y pide que te tome del cuello.   Estira los brazos como un avión y llévalo unos pasos hacia adelante mientras le pides que patalee.   Esto es un excelente ejercicio para desplazarse e ir perdiendo el miedo.

 

Alcanzar los brazos del otro

Para este juego se requieren de dos adultos en los que tu hijo tenga plena confianza. Este ejercicio será el primero en el que estará por breves segundos sin el apoyo de los brazos de un adulto, por lo que es importante que lo apliques cuando sientas que el niño está preparado para hacerlo.

 

Los dos adultos se ponen de frente a una distancia corta, según la edad del niño y uno de ellos lo empuja de frente para alcanzar los brazos del otro.   El cuerpo del niño no debe quedar horizontal al agua porque puede hundir su cara y es posible que eso lo asuste.  Su cara y su pecho deben hacer un ángulo de aproximadamente 45 grados respecto al agua.   Recuerda siempre contar hasta 3 en voz alta para que tu hijo esté preparado, dale un impulso y deja que el otro lo reciba.

Si has logrado llegar hasta acá con todos los ejercicios, estás listo para entrar en la piscina con el debido cuidado, pues el niño ha perdido el temor al agua pero aún debe aprender a nadar y para ello es recomendable que le enseñe un experto ¡Ahora están listos para divertirse juntos!

 

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