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Investigan por qué empleado de Subway disparó a clientes y mató a uno en Georgia

La Policía de DeKalb investiga un tiroteo en un Subway, en el cual una persona murió y otra fue herida por disparos de un empleado.
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  • Un empleado de un restaurante de la cadena Subway habría disparado a dos personas hiriendo mortalmente a una de ellas y enviando a la otra a un hospital local.
  • Sucedió en un establecimiento ubicado en el 3000 de la Panola Road, en Lithonia, en el condado de Dekalb, del área metropolitana de Atlanta, en Georgia.
  • De acuerdo con la Policía del condado, todo comenzó con una discusión entre un empleado del restaurante y un cliente, sin que aún se conozcan las identidades ni el motivo de la porfía.

Las autoridades policiales del condado de DeKalb, en el área metropolitana de Atlanta, en Georgia, investigan un tiroteo ocurrido en un Subway en la ciudad de Lithonia, en el cual resultó una persona muerta y otra herida al ser impactada por disparos de un empleado.

Medios locales reportan que cerca del cierre del establecimiento en la noche del lunes, la Policía del Condado respondió a un tiroteo en el Subway ubicado en el 3000 de la Panola Road, en Lithonia, donde encontraron a dos personas heridas de bala, una de ellas muerta.

En el más reciente informe se asegura que la otra persona fue trasladada de inmediato a un Hospital local en estado grave, mientras las autoridades detuvieron al supuesto tirador, el cual fue llevado a interogatorio.

De acuerdo con la Policía, todo comenzó con una discusión entre un empleado del restaurante y un cliente, si bien aún se desconoce de qué trataba la porfía. «Fue un incidente aislado y todas las partes involucradas son responsables», dijo un portavoz de la Policía del condado de DeKalb.

Hasta el momento no se conoce la identidad de las víctimas ni del empleado, como tampoco se ha tenido una actualización sobre el estado de salud de la persona que fue internada en una institución hospitalaria de la localidad.

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¿De quién eran, en realidad, las cervezas?

A pesar de los continuos llamados que hacen las autoridades a los conductores para que se abstengan de manejar bajo los efectos del alcohol o las drogas, nunca falta quien quiera pasarse de listo.

Ismael José Ambrosio es un claro ejemplo de ello. Tras salir de una discoteca de Norcross se subió a su vehículo y comenzó a conducir. El hispano se tomó el tiempo de asegurarse de haber prendido las luces y de respetar los límites de velocidad.

Su idea era respetar la ley al máximo para evitar un encuentro desagradable con alguno de sus representantes. Sin embargo, se le olvidó un pequeño, pero importantísimo detalle. Y es que se metió en sentido contrario, lo que obviamente puso en riesgo su propia vida y la de los demás automovilistas.

Afortunadamente, debido a que era de madrugada, no había tantos carros, gracias a lo cual no ocurrió ninguna tragedia que lamentar. Pero para mala suerte de Ambrosio, un policía se percató de la manera en que estaba conduciendo.

El oficial Benny Peña se encontraba dentro de su patrulla haciendo lo de siempre, vigilando las calles, lo cual es su trabajo. De repente, vio a un automotor que venía en contra vía, por lo que de inmediato prendió las luces y le ordenó detener la marcha.

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El chofer acató las indicaciones del patrullero y se detuvo rápido en el estacionamiento de un hotel cercano. El oficial Peña abordó al conductor, le explicó por qué lo había detenido y le pidió su licencia de manejo, a lo que este respondió que no tenía.

Hasta ese momento, Ambrosio solo se había “ganado” dos multas, una por conducir sin contar con una licencia válida y la otra por hacerlo en sentido contrario. Pero tras someterse a las pruebas de alcohol no superó ninguna.

A pesar de que el oficial le dio las instrucciones en español, el conductor no logró entenderle y hacía lo que él suponía era lo que debía de hacer.

En varias ocasiones Peña le dijo que se quedara parado en un pie mientras que contaba hasta cierta cantidad, pero este seguía caminando en línea recta.

Luego, el patrullero lo puso a soplar la máquina que mide el nivel de licor en el cuerpo y entonces sobrepasó los límites que manda la ley, por lo cual fue esposado en el acto.

El oficial Peña lo metió en el asiento trasero de su patrulla y le leyó los cargos que enfrentaba, así como sus derechos y lo que indica la ley con respecto a quienes son acusados de DUI.

Inmediatamente, regresó a la camioneta para preguntarle a su pasajero si contaba con una licencia, para así entregarle el carro y no tener que remolcarlo. Este le respondió que no, por lo que el uniformado le dijo que entonces podía irse.

Pero al bajarse de la unidad, dejó al descubierto algo que también es ilegal. Llevaba varias cervezas abiertas, lo cual es conocido como “open container”, un delito menor.

Legalmente el pasajero merecía una multa, pero cuando Peña le preguntó de quien era, declaró que de Ambrosio. El oficial los confrontó y uno con otro se culparon de ser el dueño de la bebida.

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Por un momento, Peña al parecer trató de tomar acciones legales contra el pasajero, según quedó expuesto en el video que grabó la cámara que lleva siempre en su pecho, pero al final decidió dejarlo ir.

Peña nunca supo en realidad de quién eran esas cervezas. El mexicano fue trasladado a la prisión del condado de Gwinnett bajo cargos de conducir ebrio, en sentido contrario y sin tener una licencia válida.

Su situación legal se complicó cuando descubrieron que no se había presentado a una audiencia previa que tenía en la corte de un condado aledaño.

Para colmo de males, Ambrosio fue interrogado por los carceleros sobre su estatus migratorio y, tras descubrir que es indocumentado, le pusieron una retención conocida como “hold”, que es el primer paso de un proceso de deportación.

En los próximos días ICE irá a recogerlo para llevárselo a uno de sus centros de detenciones. Podría pasar hasta tres meses encarcelado mientras es expulsado del país, a menos que un juez federal se compadezca de él y le permita salir bajo fianza, que generalmente suelen ser de hasta más de 12 mil dólares.

Ojalá que este caso por fin le abra los ojos a nuestra comunidad sobre las consecuencias de ir tras el volante intoxicado. Y que conste que a Ambrosio le fue relativamente bien en comparación con otras personas que se vieron envueltos en accidentes.

Gracias por leer mi columna de hoy. Hasta la próxima.

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