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15 momentos en que está bien no pedir disculpas

Pedir disculpas es importante cuando cometes una falta, pero hay situaciones en las que no tienes por qué disculparte con (...)
2021-11-12T22:33:55+00:00
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Desde muy temprana edad que nos enseñan que estar seguro de uno mismo es importante pero también que siempre que debemos disculparnos. Si empujas a alguien, dices que lo sientes. Si le robas un juguete a alguien, dices que lo sientes. Si accidentalmente o a propósito haces pis en mitad de la sala, dices que lo sientes. Las disculpas se posicionan como el primer paso para enmendar tus errores. Mientras vamos creciendo, puede ser muy difícil admitir cuando estamos equivocados. La palabras “lo siento” parecen una derrota.

Esa es una razón por la que no siempre se siente bien disculparse. Resulta que hay momentos en la vida en que es mejor reafirmarse que disculparse. Tu madre no te mentía, pero tampoco te dijo toda la verdad. Un estudio reciente muestra que «las disculpas hacen que los que se disculpan se sientan mejor, pero lo interesante es que las renuncias a disculparse también te hacen sentir mejor y, de hecho, en algunos casos te hacen sentir mejor de lo que lo haría una disculpa». En resumen, a veces es una buena idea decir que lo sientes. Pero muchas veces es normal no estar arrepentida. Aquí hay 15 casos en que tienes todo el derecho a mantener tu posición. Y no, nosotros no lo llamaríamos ser testarudo.

1. Cuando no estás equivocada

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Es difícil pedir disculpas cuando no te equivocaste y no lo sientes. Así que si ese es el caso, ¡no lo hagas! No te disculpes para evitar una pelea cuando sabes que tienes razón. Dicho esto, no todas las peleas terminan con una victoria ni valen la pena. Debes elegir sabiamente sus batallas y cuando te parezca oportuno y sepas que tienes razón, no cedas.

2. Cuando estás enseñando a tu hijo no ofrezcas disculpas

Como madre, sin duda vas a molestar a tus hijos de vez en cuando. Y si son pequeñitos, probablemente tendrán un berrinche de aquellos si les dices algo no les gusta o con lo que no están de acuerdo. Pero no puedes pedirles perdón sólo para apaciguarlos. Tú eres el adulto, tienes que ser fuerte y respaldar tu opinión. Tal vez intentarlo de otra manera que también haga feliz a tu hijo.

3. Para evitar hacer que otra persona se sienta mal

Pareja discutiendo sin pedir disculpas
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Los conflictos nunca son divertidos y por naturaleza alguien va a ser infeliz por una u otra razón. Pero no puedes comprometer lo que crees para evitar herir los sentimientos de alguien. En un estudio reciente, el experto en psicología, Dr.Tyler G. Okimotop encontró que “cuando te niegas a pedir disculpas, en realidad te hace sentir más fortalecido y ese poder y control parece traducirse en mayores sentimientos de autoestima”.

4. No ofrezcas disculpas cuando quieres evitar la culpa

Las personas (y por desgracia, generalmente las mujeres) tienen la mala costumbre de pedir disculpas por algo que no han hecho. Por ejemplo, ¿alguna vez ofreciste disculpas cuando te lleva un poco más de lo previsto presentar un trabajo? ¿Por qué? ¿Te excediste en la fecha de entrega? ¿O estás tratando de disculparse así tu jefe no te culpa por un trabajo pobre? No supongas que hiciste algo mal y luego digas que lo sientes cuando, en realidad, no tienes nada por lo que sentirte mal. Sobre todo, ten confianza en tus habilidades.

5. Cuando afirmas tus creencias

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Suponiendo que tus puntos de vista no ofenden a otros, abogar por tus creencias es tu derecho. No te disculpes por lo que te apasiona, incluso si tus seres queridos tienen puntos de vista opuestos. No se trata de disculparse por lo que sientes, se trata de aceptar las opiniones divergentes.

6. Cuando ganas

Juega para ganar y no pidas disculpas por ello.

7. Cuando el servicio es malo no ofrezcas disculpas

Mujer pensando en ofrecer disculpas
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Algunas personas no tienen ningún problema con recibir un servicio al cliente terrible, e incluso pueden disculparse con sus invitados cuando algo va mal. A menos que tú seas la camarera grosera que se niega a traer los platos principales a tiempo, no tienes nada que lamentar. En lugar de dejar que otros hagan lo que quieran, defiéndete a ti misma y al servicio que te mereces.

8. Cuando dices no a algo que es malo para la salud

Tal vez tu pareja  quiere una fiesta la noche antes de una reunión, o tu novio quiere ordenar otra ronda de tragos cuando sabes que todos han llegado a su límite. Está bien decir que no, especialmente si es algo que va a ser malo para la salud. Nunca te disculpes por cuidar de tus propios intereses.

9. Cuando te expresas sus necesidades

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Si tus necesidades, o los pasos que se necesitan para cumplir tus necesidades, perjudicarán a otros, entonces tendrás algo de que disculparte. Pero mientras no sea el caso, entonces expresar lo que quieres nunca será una razón para disculparse. Habla y no te sientas mal por ello.

10. Cuando lloras no te disculpes

Incluso si lloras mucho, está bien. Estás llorando por una razón. Tal vez estás herida, triste, enojada, emocional o frustrada. Sea cual sea la emoción es estás experimentando, si llorar te ayuda a superar su dolor, nunca pidas disculpas por eso.

11. Cuando pides lo que necesitas en el trabajo no es necesario ofrecer disculpas

Una mujer analizando un problema
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Nunca pidas disculpas por hablar por ti misma en el trabajo. No estamos sugiriendo que hagas demandas locas que pueden hacer que te despidan, pero si trabajas duro y muestras verdadera lealtad y dedicación a tu carrera, es totalmente apropiado pedir lo que necesitas para que puedas hacer bien tu trabajo. Si sientes que te mereces un ascenso o necesita más ayuda en tu equipo, pídelo y no cedas.

12. El éxito no es motivo para ofrecer disculpas

A veces cuando celebras tu propio éxito puede sentir que no estás dando crédito a otras personas y sus logros. Pero nunca debes disculparte por tu propio trabajo duro y por lograr lo que has conseguido. Ve  tras lo que quieres, trabaja duro, concéntrate en el panorama y nunca digas que lo sientes por el éxito que te mereces. Eso sí, asegúrate de que no asciendes a expensas de otra persona.

13. Cuando tienes éxito financiero

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Si disfrutas de extrema riqueza o eres económicamente estable, tu situación financiera es asunto tuyo y de nadie más. Tal vez trabajaste duro para alcanzar tu estado fiscal, o tal vez has nacido en una familia rica. A pesar de todo, no tienes que disculparte por lo que tienes. Tu trabajo es cuidar de tu familia, mantener un nivel de autoestima y determinación y asegurarte de que ayudar a los demás cae en algún lugar en tu lista de prioridades.

14. Cuándo compartes tus puntos de vista políticos

Todo el mundo tiene derecho a sus propias opiniones políticas. Y gracias a la libertad de expresión, todo el mundo tiene el derecho de expresar esas opiniones. Podrías irritar a otros con tus opiniones pero eso no significa que tengas que pedir perdón por lo que cree que es verdadero y correcto.

15. Cuándo practicas tu religión

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A menudo se dice que nunca deberías hablar acerca de religión, política o dinero. Puede haber algo de verdad en esta afirmación, pero eso no significa que reafirmar lo que crees o lo que te impulsa y sustenta espiritualmente esté mal. Todos tenemos derecho a nuestras creencias, todos provenimos de diferentes orígenes religiosos y eso es lo que hace la vida tan interesante. Abraza tu propia religión; Nunca te disculpes por lo que crees pero, a cambio, deberás estar abierta y apoyar a los demás y sus creencias.

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