Elige bien: 10 formas en las que tomar buenas decisiones crea tu entorno
Nadie toma buenas decisiones todo el tiempo. Todas hemos hecho nuestra parte de decisiones lamentables. No te preocupes; como cualquier otra habilidad, tomar decisiones acertadas es una que todas nosotras necesitamos desarrollar. Muchas veces tomar una decisión se reduce al entorno y al momento en que tomamos esas decisiones. Por ejemplo, ¿estabas apresurada cuando dijiste sí? ¿Estabas estresada? ¿No seguiste el mejor consejo de partes no sesgadas? ¿Tomaste una decisión en la noche cuando estabas cansada? ¿Debajo de luz fluorescente? Todas lo hemos hecho.
En escuelas de negocios, donde se estudian la toma de decisiones, buenas decisiones se reducen a la pseudo-ciencia en la cual el “elemento humano” de la subjetividad, es usado menos para que el “elemento racional” de objetividad pueda dominar. Pero de acuerdo con Deepak Chopra en un artículo para LinkedIn, eso es más fácil decirlo que hacerlo: “Esta táctica ignora el hecho que todas las decisiones son humanas—no hay una máquina que las tome por nosotros—y la historia dice que las decisiones más grandes siempre involucran una combinación del genio humano, pasión, determinación y debilidades. Las emociones se encienden, para bien o para mal”. Esta es la razón por la que es importante que tengas en cuenta tu estado emocional la próxima vez que tengas que tomar una decisión importante. Aquí hay 10 formas por las que tu acercamiento, y el entorno en donde te encuentres, pueden ayudar a tu técnica para tomar decisiones la próxima vez. ¡Aquí está cómo ser la mejora tomadora de decisiones que puedes ser!
1. Toma mejores decisiones en la mañana
De acuerdo con las investigaciones de la Universidad de Stanford, tomar buenas decisiones debe ocurrir en la mañana. Al inicio del día sentimos menos aversión al riesgo debido a la serotonina (ayuda a relajar nuestro cerebro) para que así podamos tomar riesgos y tomar decisiones más difíciles temprano en la mañana. Más tarde en la noche, la serotonina comienza a disminuir y somos más propensas a la indecisión.
2. Sé selectiva con tu círculo de gente
Como humanos estamos influenciados por las ideologías de nuestro grupo de colegas y así comenzamos con las generalizaciones sobre el mundo, las cuales reflejamos en nuestras decisiones. Pasa tiempo con gente que explora múltiples puntos de vista, que son activos y sociales. Cuando tienes curiosidad por la gente que te rodea, puedes ahondar en su visión del mundo y esa es una manera de ver cosas que no habías visto antes.
3. Da un paseo y piensa en tus decisiones
¿Alguna vez has notado que cuando estás estresada y de mal humor tiendes a tomar malas decisiones? La mejor forma de tomar una decisión compleja es usar tu cerebro conscientemente para reunir la información que necesitas, y luego tomes un descanso. Da un paseo. Medita. Descansa. Toma una copa de vino. Solo dale a tu inconsciente algo de tiempo para que haga su trabajo.
4. Considera la luz que brilla en tu entorno
Investigadores han descubierto que la luz amplifica tus emociones, lo cual puede impactar tu toma de decisiones racional. “La luz brillante intensifica la reacción emocional inicial que tenemos a diferentes tipos de estímulos incluyendo productos y personas”, dijo la investigadora del estudio, Alison Jing Xu, de la Universidad de Toronto Scarborough. Así que en vez toma tus decisiones en una habitación con luz tenue.
5. Decide un Segundo lenguaje
Estudios muestran que cuando piensas una situación en un lenguaje foráneo, elimina algo de la conexión emocional que de otra forma puedes tener con tu lengua nativa. Así que si el español es tu lengua nativa, desconéctate de ella y empieza un decisión más racional en inglés o francés, o por ejemplo, tu segundo lenguaje, de acuerdo con un estudio de Psychological Science
6. Pregúntales a otros su opinión de forma cautelosa
Los buenos líderes buscan consejo de otros, pero mantén el control acerca de la decisión final. De hecho, dónde y qué tanto consejo busques también influencia mucho tus decisiones. Mide las opiniones, ya que un gran volumen podría tender a confundir las cosas.
7. No te dejes engañar por la falacia del “costo hundido” cuando tomes decisiones
Como una mala relación a largo plazo, cuando ya has invertido mucho tiempo y esfuerzo en ella, no es fácil tomar la decisión de renunciar, aunque de verdad deberías de. En economía, “un costo hundido” es cualquier costo pasado que ya ha sido pagado y no puede ser recuperado. Este dinero no está, así que no debería ocupar un lugar en el proceso de decisión en el negocio. Pero simplemente tenerlo en cuenta te ayudará a realizar decisiones más racionales en el futuro.
8. Mantén el número de elecciones en un límite
Alguna vez has sentido que escoger una crema hidratante en el súper mercado Rite Aid es muy abrumador. Muchas cosas para elegir sólo hacen la toma de decisión más difícil y también la hace más probable a que te arrepientas de la decisión. Para mejorar tus probabilidades de alcanzar la decisión con la que te sientas bien, encuentra maneras para reducir tus opciones.
9. Conoce tu meta primero
Si no eres auto reflexiva y no conoces tu meta, vas a terminar tomando una decisión que lamentarás. Como la revista Oprah sugiere, en primer lugar intenta saber qué es lo que en realidad quieres. Por ejemplo, antes de cambiarte de carrera, pregúntate a ti misma: ¿En verdad quiero un trabajo diferente o solo odio a mi jefe? No tomes decisiones basadas en el problema equivocado.
10. Crea una lista de pros y contras
Aunque tu decisión más importante parezca muy grande y emocional para plasmarla en papel, hacer una lista de pros y contras ayudará no solo a visualizar la situación de forma más clara, sino a priorizar las opciones que son importantes para ti, y las que no lo son.