Crónica Texas: Vicky Mireles, un crimen rodeado de dudas

• Un crimen rodeado de dudas: Vicky Mireles, de 16 años, murió de un balazo que le dieron en la parte de atrás de la cabeza, y su presunto asesino dice que la mató en defensa propia.
• Kevin Costilla, de 20 años, asegura que mató a la muchacha porque le quería robar su teléfono.
• La muerte de Mireles ha llenado de indignation y dolor a la comunidad hispana de Laredo, Texas.

El asesinato de Vicky Mireles es un misterio.

La chica murió de un balazo en la cabeza y el presunto asesino dice que fue en legítima defensa.

Mireles, de 16 años, fue asesinada el lunes 30 de marzo del 2020 en Laredo, Texas, de un balazo en la parte de atrás de la cabeza. Su presunto asesino Kevin Costilla, de 20 años, asegura que solo se defendía de un robo.

La historia que se narra a continuación está tomada de los documentos legales del caso que ha conmocionado a la comunidad hispana del sureste de Texas. Mucha gente se pregunta si es creíble la historia de Costilla.

A las 9:38 de la noche de aquel lunes, el número de emergencias del Departamento de Policía Laredo (LPD, por sus siglas en inglés) recibió una llamada que les alertaba de una mujer muerta por un disparo.

Un patrullero atendió la llamada y fue hasta el 4000 Tom Pole Lane, un vecindario de casas móviles en el noreste de Laredo y conocido como Cheyenne.

El oficial asentó que encontró a una muchacha boca abajo y quien tenía un disparo en la parte de atrás de la cabeza.

Algunos testigos les aguaron a las autoridades que el presunto asesino era un muchacho a quien solo conocían como «Kevin», «Kevin Castilla» o «Kevin Castro».

Durante las primeras investigaciones de la División de Homicidios del LPD, los agentes buscaron pistas en las redes sociales de la víctima, identificada como Victoria Mia Mireles y conocida por su familia y amigos como Vicky.

Así fue como los oficiales de la División de Homicidios del LPD pudieron identificar a Kevin Costilla, por medio del Facebook, como el amigo de Vicky que presuntamente la había matado.

Los agentes revisaron los registros criminales en Laredo y descubrieron que un tal Kevin Costilla, de 18 años, había sido detenido hace dos años en la casa del 600 Santa Martha Boulevard por posesión de marihuana.

Según la descripción que los agentes obtuvieron del detenido por la posesión de marihuana era la misma persona que los testigos señalaban de haber disparado a Vicky Mireles.

Con base a ello, los oficiales fueron a la casa del muchacho y lo detuvieron el martes 31 de marzo sin que opusiera resistencia cuando lo encontraron en una casa marcada con el 2600 South Louisiana Avenue en el sur Laredo.

La investigación no detalla si los agentes recuperaron el arma que usó el presunto homicida. Los detectives de la División de Homicidios recuperaron varios mensajes entre los dos muchachos para probar que se conocían y hablaban con frecuencia.

Cuando Costilla llegó a la sede del LPD contó su versión de los hechos. No hay nadie más que lo pueda corroborar, pero el acusado insiste hasta ahora que todo sucedió tal y como lo cuenta.

Mireles y Costilla trabaron amistad por Facebook y comenzaron a charlar. Los agentes comprobaron todo en el mensajero de esa red social y lo anexaron al expediente del caso.

Uno de los oficiales asentó en su investigación que  Costilla estaba molesto con la muchacha porque ella o un amigo de ella pretendía robarle su teléfono celular Apple de última generación.

Los mensajes en el Facebook de la muchacha dan cuenta de que Costilla estaba muy molesto con ella.

La parte medular del caso detalla que los dos muchachos estaban en la cama, relajados, cuando de pronto ella saco un arma y le ordenó que le diera su teléfono iPhone 11 Pro Max que el muchacho acababa de comprar.

Costilla sostiene que en la casa había otra muchacha a la que solo conoce como ‘China’ y que ella también era parte del robo organizado junto a Vicky.

Según Costilla, cuando estaba en la cama con Vicky irrumpieron en la habitación varios muchachos, uno de ellos ‘China’, y todos iban armados. Los otros jóvenes le exigieron su celular.

La tensión creció en el cuarto. De repente Vicky, muy furiosa, tomó el arma que llevaba ‘China’y le apunto a Costilla. Súbitamente la muchacha se distrajo un momento al voltear a ver a su amiga.

Justo ese momento de distracción lo aprovechó Costilla, quien también sacó una arma que llevaba consigo y para defenderse de la situación también soltó un disparo, sin mirar hacia donde, y salió corriendo de la casa.

«Sí disparé, pero sin saber a dónde», aseguró Kevin Costilla a los detectives de la División de Homicidios que le interrogaron.

Luego de la declaración del muchacho, los agentes encontraron varias inconsistencias en su testimonio y le presentaron cargos por homicidio en primer grado. La pena para ese delito en Texas es de 20 a 99 años en la cárcel.

Hasta el día de hoy, Kevin Costilla sostiene que su historia es verídica. Sin embargo, no hay rastros de ‘China’ ni de la otra pistola, ni tampoco de los otros presuntos ladrones. Hasta el momento de escribir esta historia el juicio continúa en una corte criminal del Condado de Webb en Laredo.

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