Crónica: Soldador salvadoreño se pasa de copas y acaba en prisión

• Crónica: Soldador salvadoreño se pasa de copas y acaba en prisión
• Juan Carlos Ruiz no contaba con que esa noche amanecería en una fría celda
• Por esa terquedad, hoy el conductor está en riesgo de perder su licencia de manejo

Crónica Soldador salvadoreño se pasa de copas y acaba en prisión: Se nos ha dicho en múltiples ocasiones que por nada en el mundo debemos ponernos tras el volante de un vehículo cuando hemos consumido algún tipo de bebida embriagante. No obstante, a pesar de ello, a diario siempre aparece quien decida jugarse la suerte, a sabiendas de que las repercusiones pueden incluso ser fatales.

“Eso no me pasará a mí”, es lo que seguramente piensan algunos de ellos y como ya lo han hecho antes sin que los hayan detectado, creen que nunca les va a tocar, pero cuan equivocados están, pues cuando menos lo sienten, ya tienen el tremendo problemón encima, como le acaba de ocurrir a Juan Carlos Ruiz.

Crónica Soldador salvadoreño se pasa de copas y acaba en prisión: Lo cacharon de pura coincidencia

Este ciudadano salvadoreño de 47 años que se dedica a las labores de soldadura en un taller del área metropolitana de Atlanta (Georgia) salió ayer cansado después de un largo día de trabajo y decidió pasar a un restaurante local para cenar y de paso, relajarse un poco. Hasta ahí todo estaba bien, pero tomó una muy mala decisión.

Y es que pidió además unos tragos. De hecho, fueron varias las cervezas que se tomó, y aunque no muchas, sí lo suficiente como para superar los límites establecidos por la ley de Georgia, así que automáticamente al ponerse a manejar, ya quedaba expuesto a ser sorprendido y arrestado, que fue exactamente lo que estaba a punto de sucederle.

Crónica Soldador salvadoreño se pasa de copas y acaba en prisión: Iba saliéndose de su carril

Y es que mientras que Juan Carlos conducía de regreso a su hogar sobre una solitaria calle de la ciudad de Norcross, un policía de esa localidad que patrullaba esa vía como de costumbre, notó que iba saliéndose de su carril, por lo cual le ordenó detener la marcha prendiéndole las luces y sirena de su unidad.

Tras abordarlo, el oficial Sánchez sintió que de la camioneta del centroamericano emanaba un fuerte olor a licor, así que de inmediato le preguntó que cuántas cervezas se acababa de tomar, a lo cual el chofer respondió que solamente dos. Ahí comenzó su calvario, pues el uniformado lo bajó para someterlo a las respectivas pruebas.

No logró superar ninguna de los exámenes

El agente Sánchez puso a Juan Carlos a caminar en línea recta, a pasarse sobre un solo pie, a seguir con sus ojos su pluma y hasta jugar con sus manos dependiendo de su indicación, pero en ninguna de esas pruebas salió bien, así que al final, le hizo la prueba de alcohol, la cual arrojó de que estaba muy por arriba del límite que manda la ley.

El salvadoreño fue arrestado en el acto y recluido en la cárcel del condado de Gwinnett, donde le impusieron una fianza de casi 2 mil dólares, la cual pagó unas horas después, lo que le permitió recuperar su libertad. Pero que haya salido libre no significa que ya salió bien librado del lío, pues pronto le tocará ir a corte para ser juzgado por el cargo de DUI.

Le espera una larga batalla legal

Lo que mucha gente no entiende es que una sola acusación de conducir bajo la influencia del alcohol o las drogas, delito conocido en inglés como DUI, puede acarrearle a un individuo gastos de hasta 15 mil dólares, en multas, clases, probatoria y defensa en la corte, a fin de no perder el beneficio de conducir legalmente.

Y es que un DUI puede hacer que un juez le revoque a alguien su licencia por un plazo de hasta 12 meses. Y por si fuera poco, cuando se es inmigrante, la repercusión suele ser peor, ya que un extranjero hasta puede terminar en proceso de deportación por algo así. Ojalá que Juan Carlos y todos los que están viendo hoy esta noticia entiendan esto de una vez. Gracias por leer mi crónica de hoy en MundoHispánico Hasta la próxima.