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Crónica: Muerte de inocentes en manos hermanas

Crónica: Muerte de inocentes en manos hermanas cuanta el horror de un triple asesinato dentro del marco de inmigrantes en EE.UU.
2019-07-22T15:43:01+00:00
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  • Crónica: Muerte de inocentes en manos hermanas
  • Quedó viuda en Honduras y emprendió su viaje hacia el ‘sueño americano’ con sus tres hijos
  • Todo parecía ir muy bien hasta que su mano amiga terminó siendo su verdugo

Rossibeth levantó la vista del plato. Se escuchaba cantar a su hija Dani en el patio. El pequeño Ever jugaba con un camioncito de plástico en el borde de la mesa.

«Vaya a jugar con su hermana, mi solcito», le dijo dulcemente.

Después miró fijo a su madre. Bety la contempló despacio antes de volver a hablar. Esta hija suya había sufrido tanto… ¡quedar viuda tan joven! Ya no había nada que esperar para ella en su pequeño pueblo de Honduras.

Estaba segura que lo mejor era convencerla de irse con los niños a Estados Unidos. Una vez allá podría pedir asilo.

Marvin Escobar Orellana - Triple homicidio
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«Mira, hija, ya le hablé a Martín. Está allá con su familia. Les va muy bien. Me dijo que estarán encantados de ayudar».

Rossibeth se resistía a dejar lo conocido, pero un futuro nuevo lejos de tanto dolor era algo que la tentaba.

«El coyote es mucha lana, mamá», protestó. «No podemos».

«Martín dice que te paga el coyote, ya después verás cómo le pagas la deuda, una vez allí».

Rossibeth abrió mucho los ojos. Se le nublaron con desconfianza.

«No hay cuidado, es de confianza. Favor con favor se paga, m’hija».

Y es que Martín ya había vivido con ellas un tiempo, antes de emigrar definitivamente a Estados Unidos desde su Guatemala natal. Bety lo conocía bien, conocía a su esposa. Todo encajaba perfecto.

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«Bueno, mamá», Rossibeth se persignó, «nos vamos a ir».

Las llamadas por teléfono de Rossibeth eran emocionantes. Al principio contaba cómo era todo tan lindo, qué bien estaban los niños y cómo, especialmete Daniela, que ya tenía 11 años, se estaban adaptando a su nueva vida.

Martín era muy amable. Hasta le dio trabajo. Su esposa también, y los hijos jugaban todos juntos en Des Moines, Iowa.

Después de un par de meses la voz de Rossibeth perdió frescura.

Crónica: Muerte de inocentes en manos hermanas

«Estamos bien, mamá, pero quiero mudarme a otro lugar yo sola con los niños».

Rossibeth le contó a Bety que Martín quería algo con ella. Se sentía acosada y avergonzada.

«Quiero irme, mamá. Martín es un cerdo».

Y después el silencio.

Después del silencio, el horror.

La llamada que atendió el agente en el 911 era la de un hombre perturbado. «Ayúdeme, hay 3 personas muertas en mi casa». Martín dijo que se defendió del ataque de Rossibeth después de que ella matara a sus hijos. Su esposa y propios niños no estaban en la casa.

Pero la policía tardó poco acusarlo del triple homicidio probablemente por despecho.

Crónica: Muerte de inocentes en manos hermanas

La noticia llegó a primera plana no solo por el horrible crimen, sino porque había sido cometido por un inmigrante. Se han publicado y discutido cientos de comentarios acerca de los actos violentos de los inmigrantes y cómo debieran reforzarse las leyes para que no ocurran.

Pero yo sé, y tú sabes, que no es el ángulo correcto.

Rossibeth no murió porque Martín fuera un inmigrante. Murió porque Martín probablemente sea un asesino a sangre fría, sin importar de dónde viene y qué papeles tenga. Esta vez el sueño americano de una madre quedó truncado por una trampa mortal. Esta vez no fue el Estado. Esta vez fue otro inmigrante.

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Crónica: Muerte de inocentes en manos hermanas

Pero no debemos dejar que nos juzguen a todos por un loco endemoniado. La gran mayoría de los inmigrantes llegan a este país buscando paz y progreso… no una pesadilla.

Lo siento tanto, Rossibeth… cuánto me hubiera gustado saber de ti cuando tu sonrisa, la de Dani y la de Ever, aún brillaban con ilusión. ¡Si sólo alguien hubiera sospechado! Te aseguro que millones de otros como tú, como nosotros, te hubieran tendido una mano hermana.

Ahora solo queda el dolor de tu repatriación que tu familia no puede pagar. ¡Lo siento tanto…!

*La familia de las víctimas ha creado una cuenta de GoFundMe para costear la repatriación de los cuerpos.

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