Crónica: Conductor latino se pasó de honesto con la policía

• Crónica: Conductor latino se pasó de honesto con la policía.
• Edgardo Ramírez literalmente se rebuscó para que lo arrestaran.
• A pesar de que acabó en prisión, el encuentro entre el joven latino y la policía fue ejemplar.

Edgardo Ramírez García es un claro ejemplo

de lo que a uno le pasa cuando se sabe comportar ante las autoridades, pero irónicamente lo que hizo, también sirve para recordarnos una falta que nunca deberíamos de cometer.

Este joven mexicano de 30 años fue arrestado por la policía de la ciudad de Norcross (Georgia) el pasado fin de semana.

Su detención se produjo de una manera bastante curiosa pues un policía de esa localidad había parado a una mujer, también hispana, por sospechas de que estaba conduciendo intoxicada.

Mientras que el oficial le hacía las pruebas a la conductora, se dio cuenta de que en realidad no se encontraba borracha, sino que solo había consumido un par de tragos como ella misma confesó.

El oficial Benny Peña decidió entonces que la dejaría ir y le entregó de nuevo su licencia de manejo para que continuara su marcha. Casualmente, en ese mismo instante, pasó al lado de su patrulla un vehículo a toda velocidad.

Peña decidió seguirlo para imponerle una multa, pues tenía las luces azules de emergencia prendidas y la ley de Georgia manda que los automovilistas deben cambiarse de carril para evitar atropellar a una autoridad. El oficial lo alcanzó un par de millas adelante y le prendió su sirena para ordenarle que detuviera su marcha.

Se trataba del carro de Edgardo, quien bajó su ventana para conversar con el uniformado. Peña le explicó por qué lo había parado y le exigió su licencia de conducir.

Este le entregó un documento de su país y Peña le pidió que se bajara para hacerle las pruebas de alcohol, ya que emanaba ese olor. El muchacho abrió la puerta y trató de bajarse, pero perdió el equilibrio y literalmente quedó como gateando.

A como pudo, se bajó, Peña lo revisó para asegurarse si portaba algún arma o algo más que pudiera exponer su vida, y al confirmar que no, pasó al siguiente paso.

Crónica: Conductor latino se pasó de honesto con la policía

El oficial Peña le preguntó a Edgardo que si había consumido bebidas embriagantes y este le confesó que sí. Hasta detalles le dio de dónde había estado y cuántas cervezas se había tomado.

“La verdad es que estoy borracho”, le dijo el muchacho, a lo que el agente respondió: “Gracias por tu honestidad”.

“Creo que antes de que te detuviera golpeaste a algo, pero no vi qué era, si fue algún carro tuviste suerte de que este se haya ido”, le agregó el funcionario.

“No voy a mentirte que venía texteando”, le confesó.

“¿Cómo? ¿Aparte de venir tomado estabas en tu celular? Wow”, le dijo Peña.

“Y no es la primera vez que hago esto”, le añadió Edgardo.

“Increíble… Estás dispuesto a que te haga las pruebas para medir tus niveles de alcohol en la sangre”, respondió Peña.

“No, está bien así gracias”, acotó Edgardo.

“Está bien entonces, date la vuelta”, le dijo Peña y lo esposó sin que este pusiera el mínimo nivel de resistencia.

Gracias a su cooperación, Edgardo fue arrestado sin ningún incidente y los oficiales lo trataron con todo el respeto que se merecía, lo cual es bueno.

Sin embargo, en su intención de ser completamente honesto, Edgardo ignoró por completo su derecho a guardar silencio.

Parece que no le importó de que todo lo que dijera podía ser usado en su contra, así es que todo indica que si cuando esté en sus cabales se le ocurre defenderse, tendrá una batalla legal muy complicada.

Crónica: Conductor latino se pasó de honesto con la policía

Edgardo acabó en la prisión del condado de Gwinnett acusado de manejar sin licencia y de paso borracho, incumplir con la ley ‘move over’ y fallar en mantenerse en su carril. Por el hecho de ir texteando, lo cual es ilegal en este estado, Peña decidió perdonarle esa falta porque no lo vio.

Edgardo recuperó su libertad un par de días después tras pagar una fianza de más de 3,000 dólares.

Será juzgado en los próximos meses y fue notificado que sus consecuencias penales, así como financieras, podrían hasta cuadruplicarse.

Un dato muy curioso que me llamó la atención de este caso es enterarme de que es la cuarta vez que Edgardo va a parar a ese precinto. De hecho, cada cinco años es arrestado.

La primera vez fue en agosto de 2005, por manejar sin licencia, luego cayó en octubre de 2010 por conducir un auto con la placa suspendida, posteriormente en enero de 2015 por causar un accidente y finalmente, este año por manejar borracho.

Solo espero que, por su bien, esta sea la última vez que lo detienen, porque la próxima podría no correr con tanta suerte, ya que por menos de todo lo que ha hecho, a otros inmigrantes los han deportado.

Y en el peor de los casos, podría verse involucrado en un choque donde pierda la vida él mismo o personas inocentes.

Muchas gracias por leer mi crónica de hoy en MundoHispánico. Hasta la próxima.

Crónica: Conductor latino honesto de más con la policía

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