Crónica: Cae hispano por robarse un inodoro de tienda Lowes
- Crónica: Cae hispano por robarse un inodoro de tienda Lowes
- Al hombre no le bastó sacar el toilet sino que regresó por más cosas
- No contaba con que ya lo tenían en la mira y que irían por él hasta su casa
Crónica: Las autoridades de la ciudad de Norcross (Georgia) acaban de arrestar a un hombre de origen hispano y de 42 años bajo el cargo shoplifting (hurto en tienda) luego de que fuera denunciado por la gerencia de la tienda Lowes de esa localidad de haber sacado sin pagar un solo centavo varios de sus productos.
De acuerdo con el reporte del Departamento de Policía de Norcross, José Domínguez Villalta, de nacionalidad mexicana llegó en dos ocasiones consecutivas durante el mismo día a dicho establecimiento para sacar herramientas de construcción, así como artículos para el hogar, valorados en más de 800 dólares.
Entraba con carretilla vacía y la sacaba llena
Según el informe policial, José Domínguez llegaba al negocio, estacionaba su vehículo de la marca Honda lo más cerca posible de la salida y se bajaba. Luego buscaba una carretilla e ingresaba a buscar determinados productos que quería o necesitaba, quién sabe para qué exactamente.
Lo que sí es un hecho es que luego de cargarlos, caminaba en los alrededores de las cajas esperando un mínimo descuido de los empleados para salir bien campante por la puerta ancha como que, si ya hubiera pagado por los artículos, lo cual nunca hizo, de acuerdo con la pesquisa de las autoridades locales.
No le bastó con robar una sola vez
Lo peor de todo es que de acuerdo con lo que informaron los administradores de Lowes a José no le fue suficiente con llevarse el retrete, sino que ese mismo día, apenas un par de horas más tarde regresó a la tienda nuevamente con otra carretilla y la sacó llena de herramientas, las más caras de ellas fueron un taladro y un rociador de pintura.
Nuevamente volvió a salirse del negocio sin haber pagado nada por los artículos. El auto en que el que llegó era el mismo que la ocasión anterior, aunque ya iba vestido diferente, pues usaba mascarilla y un suéter con gorro que prácticamente le cubría la mayor parte de su físico, pero a pesar de ello lo reconocieron fácilmente.
Lo denunciaron con la policía local
Pese a que el personal de seguridad de la tienda se percató que no había pagado la mercadería, prefirieron no abordarlo y pedir apoyo a las autoridades locales, pues las políticas de la empresa es que en lo posible deben evitar confrontaciones con sospechosos de hurto ante la posibilidad de que puedan estar armados.
Eso sí, la policía llegó al lugar y les dio todo el apoyo que requerían. Tras introducir la placa del vehículo de José, obtuvieron su dirección y fueron a buscarlo directamente hasta su casa. Cuando tocaron a su puerta, él mismo fue quien les atendió. Se mostró completamente sorprendido con la visita de los uniformados.
“Yo no me he robado nada”
Cuando los investigadores comenzaron a confrontarlo por el robo, José lo negó absolutamente todo. Dijo incluso que ni siquiera había salido de casa ese día, pero le enseñaron las imágenes de las cámaras captadas por Lowes, ante lo cual se quedó completamente perplejo y en silencio.
Imposible negar algo con semejantes pruebas en su contra. Entonces cambió su versión y aceptó haber ido de compras, pero no pudo proporcionar recibo alguno de los productos que sacó de la tienda, por lo cual fue arrestado en el acto bajo un cargo menor de shoplifting, por el cual le impusieron una fianza de 1300 dólares.
Ya había estado en la cárcel
José Domínguez fue recluido al Centro de Detención del condado de Gwinnett, un precinto que a lo mejor hasta ya lo conoce muy bien, puesto que en la última década lo han encerrado ahí en tres ocasiones, aunque por acusaciones menores de tránsito. De hecho, una de esas veces hasta casi lo deportan.
Inmigración lo puso en proceso de deportación por no tener estatus legal en el país, pero al final logró salir bien librado de esa y por lo cual sigue aquí. Espero que haya aprendido la lección, ya que tanto cometer violaciones a la ley, terminará arruinándole su récord para siempre. Gracias por leer mi crónica de hoy en MundoHispánico. Hasta la próxima.
Osada conductora latina persigue y atrapa a otro hispano
Amalio Garduño Nava, un ciudadano mexicano de 48 años, salió cansado del trabajo y quiso relajarse en un bar de Buford Highway en la ciudad de Norcross (Georgia). Una vez en ese establecimiento, se pasó de tragos, pero él consideró de que estaba lo suficientemente bien como para conducir su camioneta hasta su apartamento. Tremendo error.
Y es que ya no se encontraba en sus cinco sentidos, pero él fue el último en darse cuenta. Cuando se incorporó a la calle, lo hizo sin ceder el paso a los que traían el derecho de vía, por lo que de inmediato golpeó a otro vehículo. En lugar de detenerse para resolver el problema como manda la ley, se dio a la fuga a toda prisa.
La conductora se enojó y lo siguió: Crónica conductora atrapa hispano
Ante la posibilidad de que fuera a tocarle pagar por los daños de un accidente que no había sido la culpa, la joven conductora del segundo automóvil, que también era de ascendencia latina decidió seguirlo y no iba sola, ya que un tercer auto que casualmente llevaba el mismo rumbo decidió sumarse a la persecución.
En ese tercer vehículo iban varios hispanos, a los cuales les parecía gracioso lo que estaban viendo, al punto de que se reían y comenzaron a grabarlo todo. En dichos videos se puede ver claramente al señor Amalio intentando dejar atrás a la chica del auto rojo, pero esta parecía dispuesta a no darse por vencida. Archivado como: Crónica hispano robarse inodoro
Varias millas de jugar al gato y al ratón: Crónica conductora atrapa hispano
Prácticamente recorrieron varias calles los tres. La conductora iba frustrada con el celular en mano hablando con la policía. Se suponía que ya las patrullas estaban en camino, pero nunca aparecían y los tres coches andaban a toda velocidad por varias calles de la localidad. Amalio ni siquiera respetaba las señales de alto.
De repente, el conductor de la van de trabajo se metió a un complejo de apartamentos que luego se supo era donde él vivía. Atrás de él se colocó estratégicamente la osada conductora seguida muy de cerca por el tercer automotor donde estaban los curiosos que, hasta cierto punto, la estaban apoyando. Archivado como: Crónica hispano robarse inodoro
Por fin apareció la bendita policía
Fue precisamente en ese instante en que llegaron las primeras patrullas al lugar. Se trataba de dos agentes del Departamento de Policía de Norcross. Como ya sabían exactamente lo que estaba pasando se dirigieron directamente al conductor de la camioneta blanca para indagar porqué había actuado así.
Los uniformados no tardaron en darse cuenta de que algo andaba mal con Amalio. Le tuvieron que pegar varias veces a su ventana para que reaccionara. Cuando le pidieron que se bajara, hizo un par de movimientos extraños lo que puso en alerta a los representantes de la ley que de inmediato empuñaron sus armas de fuego. Archivado como: Crónica hispano robarse inodoro
Solo estaba quitándose el cinturón y buscando algo
Afortunadamente, Amalio no estaba preparándose para atacarlos, sino que solo buscaba quién sabe qué, pero al no encontrarlo, se desabrochó el cinturón de seguridad y abrió la puerta. “¿Hablas inglés?”, le preguntó uno de los agentes al conductor, cuyo rostro y ojos evidenciaban que estaba intoxicado.
“No”, respondió Amalio en seguida. “¿Estás seguro de eso? Porque entendiste claramente mi interrogante”, le volvió a cuestionar el oficial a lo que Amalio no dijo palabra más alguna. Como no pudieron volverse a comunicar con él por las diferencias del idioma, los agentes llamaron a una de sus colegas que es bilingüe. Archivado como: Crónica hispano robarse inodoro