Crónica: Apresan a conductor latino que armó una veloz persecución  

• Crónica: Apresan a conductor latino que armó una veloz persecución
• A Osvaldo García se le ocurrió escapar solo por evitar una simple multa
• En su huida el hombre disparó dos veces para ahuyentar a las autoridades

Crónica: Apresan a conductor latino que armó una veloz persecución. Un automovilista hispano de Georgia se acaba de meterse en el peor lío de su vida, tras provocar una zenda persecución policial y todo por no recibir una simple infracción de tránsito, lo cual le habría salido mil veces más barato y acarreado menos dolores de cabeza, aunque posiblemente siempre había sido arrestado.

Los problemas para Osvaldo José García, de 28 años, comenzaron la tarde del pasado miércoles cuando conducía su auto sobre la Interestatal 85 con rumbo hacia el norte, en los alrededores del aeropuerto de Atlanta. Un agente de la Oficina del Alguacil del condado de Coweta se le puso atrás de su auto y le prendió la sirena y luces de su patrulla.

Crónica apresan a conductor latino que armó una veloz persecución: El chofer simuló que estaba cooperando

El uniformado pretendía multarlo tras cometer una pequeña violación a la ley de tránsito. Al ver que el policía estaba atrás suyo, inicialmente Osvaldo redujo la velocidad y luego se hizo a la orilla de la carretera, que es lo que uno debe de hacer en estos casos. Cualquiera habría pensado que tenía toda la disposición de hacer las cosas bien.

Sin embargo, cuando por fin se detuvo, el oficial se bajó de su unidad para hacer contacto directo con él y explicarle por qué lo acaba de detener como manda el protocolo, pero el conductor ni siquiera esperó a que este llegara, sino que aceleró a toda prisa y abandonó la escena como un alma que es perseguida por el mismísimo diablo.

Crónica apresan a conductor latino que armó una veloz persecución: De inmediato comenzó una tremenda persecución

Como era de esperarse, solo en la cabeza de Osvaldo pasó de que el agente se quedaría ahí parado y de brazos cruzados. Por el contrario, se regresó en el acto a su patrulla y salió de inmediato tras el vehículo sospechoso, al mismo tiempo que pedía refuerzos. Estaba dispuesto a no dejar que se saliera con la suya.

Fueron varios minutos de intensidad en plena autopista. Los demás conductores no tenían otra opción que apartarse del camino cuando veían que venía un auto a más de 130 millas por hora seguido por varias patrullas con sirena prendidas. De repente, desde adentro del auto de Osvaldo comenzaron a disparar hacia afuera.

“Están disparando. Se escuchan balazos”

En un intento por disuadir a los patrulleros que lo dejara en paz, Osvaldo presuntamente sacó un arma de fuego y comenzó a disparar. No se sabe exactamente si lo hizo al aire o hacia algún lado en particular, pero lo que sí es un hecho, es que el oficial que lo detuvo inicialmente advirtió por radio de que el tipo estaba armado y que acababa de disparar.

Eso prendió todavía aún más todas las alarmas e hizo que más elementos policiales se sumaran a la persecución. Pero al cabo de un instante, parece que el chofer por fin reaccionó que lo que estaba haciendo no era lo correcto y se detuvo. Pero para entonces, ya todo se había complicado para él, pues tenía a medio departamento de policía pisándole los talones.

Ya era demasiado tarde, había metido las patas

Más tardó Osvaldo en frenar la marcha por completo en ser embestido por detrás, por la primera patrulla que llevaba más cerca. El impacto fue tan fuerte que el carro de Osvaldo dio un par de vueltas, antes de quedar completamente inhabilitado. Hasta entonces se dio cuenta de los terribles errores que acababa de cometer.

Al verse completamente rodeado, abrió la puerta del auto y se intentó bajar con las manos arriba. Varios oficiales le cayeron de inmediato y lo contraminaron contra el suelo, causándole algunas heridas menores en varias partes de su cuerpo, por lo que fue hospitalizado. Le dieron de alta un par de horas más tarde.

¿Pero por qué intentó huir Osvaldo?

Osvaldo García fue recluido en la cárcel de la localidad de Coweta donde le negaron todo privilegio de salir libre bajo fianza. Tras ficharlo en el precinto, descubrieron que ya tenía antecedentes. De hecho, apenas en octubre de 2021 había concluido con una condena de cinco años, ya que en 2017 agredió y amenazó a otra persona.

En pocas palabras, debido a su condición de convicto de delitos graves, no podía bajo ninguna circunstancia andar armado bajo la ley de Georgia, así que sabía que, si el oficial que lo había parado lo revisaba y le encontraba una pistola, iría a prisión de todas maneras. Se las jugó al intentar escapársele, y fracasó. Ahora le irá peor. Gracias por leer mi crónica de hoy en MundoHispánico. Hasta la próxima.