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Corea del Norte niega que Kim le haya enviado carta a Trump

Corea del Norte negó que el líder norcoreano Kim Jong Un le haya enviado una carta a Trump recientenmente en medio del brote de coronavirus.
2020-04-20T09:23:47+00:00
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  • Corea del Norte negó que el líder norcoreano Kim Jong Un le haya enviado una carta a Trump
  • El mandatario estadounidense aseguró el sábado que había recibido “una agradable nota” de parte de Kim y señaló que “estaban bien”
  • La relación entre ambos líderes no debe utilizarse para propósitos egoístas”, indicó un comunicado emitido por Corea del Norte

Corea del Norte calificó el domingo de

“infundado” el comentario del presidente Donald Trump de que recientemente recibió una “agradable nota” del líder norcoreano Kim Jong Un, según reseñó The Associated Press.

Durante su informe de prensa sobre la pandemia de coronavirus, Trump dijo el sábado: “Recibí una agradable nota de él recientemente. Fue una nota agradable. Creo que estamos bien”.

El presidente también defendió la actualmente estancada diplomacia nuclear con Kim, señalando que Estados Unidos habría entrado en guerra con Corea del Norte si él no hubiera ganado las elecciones.

El ministerio del Exterior de Corea del Norte dijo en un comunicado que “el liderazgo supremo” no ha enviado recientemente ninguna carta a Trump.

Asimismo, indicó que examinaría los motivos por los que el liderazgo estadounidense difundió esta “historia infundada” a la prensa.

“La relación entre los máximos líderes de y Estados Unidos no es un tema que deba tocarse sólo como distractor ni debe hacerse mal uso de él con propósitos egoístas”, indicó el comunicado.

Kim y Trump se han reunido tres veces y han intercambiado cartas y enviados en varias ocasiones desde 2018, cuando comenzaron las negociaciones sobre el programa de armas nucleares de Corea del Norte.

Ambos líderes han generado cierta relación personal, y Trump dijo en alguna ocasión que él y Kim “se enamoraron”.

La diplomacia nuclear ha tenido pocos avances desde que culminó el segundo encuentro en Vietnam a inicios de 2019, cuando Trump rechazó las solicitudes de Kim de relajar las fuertes sanciones sobre su país a cambio de una medida parcial de desnuclearización.

Pyongyang dijo en marzo que Trump le envió una carta personal a Kim con el objetivo de mantener buenas relaciones y ofrecer cooperación en la lucha contra la pandemia del coronavirus.

Desertores y expertos de la salud de Corea del Norte cuestionan que no haya casos de coronavirus

Como médico en Corea del Norte durante el brote de SARS y la pandemia de gripe, Choi Jung Hun no tenía mucho más que un termómetro para decidir quién debería ser puesto en cuarentena.

Mal pagado, sin kits de prueba y trabajando con equipos anticuados, en todo caso, él y sus colegas médicos en la ciudad nororiental de Chongjin a menudo no pudieron determinar quién tenía la enfermedad, incluso después de que los pacientes murieron, dijo Choi, quien huyó a Corea del Sur en 2012.

A los funcionarios de salud locales no se les pidió que confirmaran los casos o los presentaran al gobierno central en Pyongyang, dijo Choi en una entrevista con The Associated Press.

Los expertos dicen que la renuencia de Corea del Norte a admitir grandes brotes de enfermedades, su infraestructura médica destruida y su extrema sensibilidad a cualquier amenaza potencial para el gobierno autoritario de Kim Jong Un significa que Pyongyang probablemente esté manejando la pandemia actual de coronavirus de la misma manera.

Esto ha llevado a un escepticismo generalizado sobre la afirmación de la nación de tener cero infecciones.

«Es una mentira», dijo Choi, de 45 años. «Año tras año, y en cada temporada, se producen diversas enfermedades infecciosas repetidamente, pero Corea del Norte dice que no hay ningún brote».

Los desertores sospechan firmemente que el coronavirus, que ha infectado a más de 2.4 millones de personas, ya se ha extendido a Corea del Norte porque comparte una frontera larga y porosa con China, su socio comercial más importante y su mayor benefactor. China es donde se informaron los primeros casos conocidos de coronavirus en diciembre.

Corea del Norte, que puso en cuarentena a decenas de miles y retrasó el año escolar como medida de precaución, selló oficialmente su frontera con China en enero, pero el contrabando a través de la frontera probablemente todavía ocurra.

Grupos de activistas en Seúl dijeron que los contactos en Corea del Norte les habían dicho que la gente había muerto por el virus. Esos reclamos no pueden ser verificados independientemente.

Si bien aún no se han recibido informes externos confiables de infecciones masivas en Corea del Norte, el control estricto de la información del país permite que pocos expertos extranjeros afirmen con autoridad que el régimen de cuarentena del Norte ha tenido éxito.

Como se vio en Singapur, el coronavirus puede surgir nuevamente, y el poderoso Politburó de Corea del Norte dijo la semana pasada que reforzaría aún más los pasos contra la epidemia.

“Creo que un número considerable de personas podría morir. Pero eso no se revelará al mundo exterior porque Corea del Norte ni siquiera es capaz de diagnosticar pacientes con (el coronavirus)», dijo Kim Sin-gon, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Corea en Seúl. Dijo que Corea del Norte está luchando para tratar a pacientes gravemente enfermos y señaló que la ONU informa que alrededor del 40% de sus 24 millones de personas están desnutridas.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo en febrero que donó 1,500 kits de prueba de coronavirus a Corea del Norte, y los observadores dicen que también se han enviado kits similares desde China.

Algunas agencias de ayuda, como UNICEF y Médicos sin Fronteras, dijeron que enviaron guantes, máscaras, gafas y productos de higiene de manos a Corea del Norte.

El principal periódico de Corea del Norte recientemente llamó a su sistema de salud pública «el más superior del mundo» y dijo que la devoción de Kim Jong Un por mejorarlo es la razón por la cual no hay infecciones.

El servicio médico gratuito socialista de Corea del Norte colapsó a mediados de la década de 1990 en medio del caos económico y una hambruna que mató a cientos de miles.

En los últimos años, Kim Jong Un ha construido nuevos hospitales y modernizado algunas instalaciones médicas a medida que la economía mejoró, pero la mayoría de los beneficios médicos aún se destinan en gran medida a su élite gobernante, dicen los expertos.

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