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Cinco de Mayo: mucho más que guacamole, tostitos y tequila

Es, nuevamente, Cinco de Mayo. Poco a poco en negocios hispanos del área metropolitana de Atlanta el ambiente sabe a guacamole, tostitos y tequila.
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  • Para los mexicanos es una fecha patriótica; sin embargo en Estados Unidos tiene otro sentido
  • Miles de personas celebran cada año la efeméride como una gran fiesta de la herencia mexicana
  • La celebración es mucho más que las comidas y las bebidas, es la tradición

Es, nuevamente, Cinco de Mayo. Poco a poco en negocios hispanos del área metropolitana de Atlanta el ambiente sabe a guacamole, tostitos y tequila. Pero la fiesta es mucho más. Todos se preparan para una de las mayores celebraciones de la cultura y costumbres mexicanas, aunque para muchos la fecha no tenga tal significado.

Pero la mayoría celebra. En bares, restaurantes, plaza públicas…la jornada es pretexto para el encuentro, para la fiesta, donde no falta la música regional, los trajes típicos, la diversión en familia y la comida, siempre picosa; todo lo cual se une para traer a cada espacio un pedacito del México lindo y querido, como recuerdo de su herencia.

La historia

Luego de perder varios territorios del norte en una guerra contra Estados Unidos, el pueblo mexicano se embarcó en una lucha interna por el poder, lo que provocó la debacle económica de la nación y con ello el impago a acreedores internacionales, como España, Inglaterra y Francia.

Este último, negado a un arreglo diplomático de la deuda, decidió invadir México para instaurar una monarquía favorable a Europa. Era el año 1862 y en Estados Unidos un conflicto interno -Guerra Civil- sacaba a la nación de Lincoln del ‘juego’. La doctrina Monroe “América para los americanos” no podía ser aplicada, esta vez.

En abril los franceses desembarcan por Veracruz. En su camino a la capital se encuentran una fuerte oposición del Ejército nacional y en la ciudad de Puebla tuvo lugar la primera gran batalla. Era el Cinco de mayo y México registraba su primera gran victoria contra una potencia extranjera. El general Ignacio Zaragoza se cubrió de gloria.

El por qué de una celebración

Ciento cincuenta y siete años después de aquel día, en la ciudad de Puebla aún se vive la alegría de la victoria contra Francia, potencia que, si bien ganó la guerra y gobernó monárquicamente al país, tuvo allí una derrota contra un Ejército inferior en hombres y armas. Así pasó a la historia.

Luis González, el actual cónsul de asuntos políticos, económicos y sociales de México en Atlanta, ha participado una que otra vez del jolgorio. “Allí se recrea la batalla y con ello se recuerda lo sucedido, lo que fueron capaz de hacer hombres que más allá de su afiliación política se unieron para defender el país”, destaca.

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Luis González, cónsul de asuntos políticos, económicos y sociales de México en Atlanta. Foto: Hanoi Martínez/MH

“Como nación, la fecha tiene un sentido patriótico, cívico, aunque no sea feriado nacional, sí es recordado por el Gobierno; sin embargo, es interesante ver cómo se celebra en Estados Unidos y no solo los mexicanos sino toda la comunidad hispana y la sociedad norteamericana y su origen tiene varias teorías”, reconoce el diplomático.

Entre ellas menciona el hecho de que el general Zaragoza, el gran triunfador de la batalla, naciera en Presidio de la Bahía del Espíritu Santo, actualmente la ciudad de Goliad, en el estado de Texas. “Quizás allí inició la recordación y luego se fue extendiendo por el país hasta lo que es hoy”, asevera.

“Lo que sí es seguro es que cada Cinco de Mayo se celebra la herencia y la cultura de los mexicanos y creo que con el tiempo cada vez más nacionales se sumarán a la Fiesta. Incluso, tal vez un día se oficialice como el día de la herencia mexicana en Estados Unidos, porque es lo que se está celebrando”, afirma.

El efecto comercial

Para los detractores, el Cinco de Mayo no es más que guacamole, tostitos y tequila, con bares, restaurantes y plazas llenos de clientes hispanos y estadounidenses. Pero obvian otra realidad añadida. Es la fiesta de México y todos lo saben. Y sí, se recuerda su comida y su bebida, pero también sus tradiciones y sobre todo su presente.

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Edith López, dueña de La Oaxaqueña, en Duluth. Foto: Hanoi Martínez/MH

“Nosotros traemos aquí un pedacito de nuestra tierra, la cual no vemos hace 15 años”, dice a MundoHispánico Edith López, quien junto a una hermana abrió La Oaxaqueña, un restaurante en Duluth, que se suma desde su inauguración a la festividad, con ofertas gastronómicas sobre todo para la familia.

“Por casualidades de la vida, recibimos el permiso para operar un cinco de mayo, por tanto, también celebramos nuestro aniversario ese día”, recuerda la comerciante. “Y en verdad la fecha se presta mucho para los negocios, se vende más, pero no se puede negar que la familia comparte, sale unida y eso es muy importante”, destaca.

Festejar la herencia

Reportes de prensa informan que la importación de aguacates desde México aumentó, este año, en el 25 por ciento, cuando se acerca la celebración del Cinco de Mayo. La cifra es indicador de cómo la Fiesta va ganando cada vez más adeptos con el transcurso del tiempo, no solo por las ofertas comerciales y la fiesta en sí.

‘La raza’ lo celebra, se prepara para la ocasión, luce sus mejores galas. En espacios públicos o cerrados; solos, con amigos o familia, convierten el Cinco de Mayo en su oportunidad perfecta para la distracción y la recordación. De ellos es la fecha, de sus antecesores que ganaron en Puebla. A ellos celebran. Y con eso basta.

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