Cierran un Walmart de Colorado luego de reportarse 3 muertes por coronavirus
- Cierran Walmart coronavirus. Una empleada, su esposo y un vigilante que trabajaba para la tienda en Aurora, Colorado, murieron después de contagiarse de COVID-19
- Confirmaron que otros seis empleados dieron positivo a coronavirus
- Empleados y clientes se quejaban de que en la tienda no seguían los lineamientos para evitar el contagio del coronavirus
Cierran Walmart coronavirus. Las autoridades
de salud han ordenado el cierre de un Walmart en un suburbio de Denver debido a que tres personas que estaban relacionadas con el establecimiento fallecieron después de contagiarse de COVID-19 y a que por lo menos seis empleados dieron positivo a coronavirus.
El Departamento de Salud de los Tres Condados anunció el jueves en la noche el fallecimiento de un hombre de 69 años que trabajaba para una compañía de seguridad privada en el Walmart de Aurora, así como los de una empleada de 72 años y de su esposo, de 63, que no laboraba en el lugar.
En su orden de cerrar la tienda de inmediato, el Departamento de Salud se refirió a las infecciones como un “brote” entre los empleados y señaló que la tienda no había acatado las disposiciones del distanciamiento social estipuladas en la orden de confinamiento emitida por Colorado y que permitía que algunos establecimientos considerados esenciales, como Walmart, continuaran funcionando.
El Departamento de Salud atribuyó su decisión a diversas quejas de empleados y clientes sobre la ausencia de sana distancia en la tienda, presencia de muchas personas dentro al mismo tiempo y empleados que no utilizaban mascarillas.
Walmart dijo el viernes en un comunicado que en las últimas semanas ha limitado el número de personas que puede estar en la tienda al mismo tiempo, que ha instalado barreras claras en las filas de las cajas de cobro y zonas de farmacia, y colocado pegatinas en las entradas y las filas para cajas para ayudar a los clientes a mantenerse a distancia entre ellos.
“Reconocemos cuán difícil es esto para nuestros asociados en Aurora y todos los afectados por esta difícil situación”, señaló la compañía. “Queremos hacer todo lo que podamos para apoyarlos en este momento. Continuaremos trabajando estrechamente con el Departamento de Salud y adoptaremos las medidas adicionales que sean necesarias para reabrir la tienda”.
El Departamento de Salud no reveló las fechas de los fallecimientos. Walmart dijo que según sus archivos, la mujer de 72 años trabajó por última vez a finales de marzo. El lugar tiene unos 300 empleados.
Como una nueva medida contra la propagación del coronavirus, Walmart había exigido a todos sus empleados usar tapabocas a partir del lunes.
En una carta enviada a los empleados el pasado viernes obtenida por Scripps National, Walmart dijo que está exigiendo a los asociados que desde el lunes se cubran la cara mientras trabajan para mitigar la transmisión del coronavirus, reseñó Fox 13.
Walmart dijo que sus asociados tendrán la opción de usar su propia cobertura facial, o usar una provista por la compañía. Este requisito se aplica a los trabajadores en todas las tiendas, clubes, centros de distribución y despacho y oficinas corporativas. La regla también afecta a los empleados de Sam’s Club.
Walmart indicó a sus empleados que la compañía también alentará a los clientes a usar tapabocas mientras compran, pero no exigirán que los clientes los usen a menos que lo exija la ley estatal durante la crisis por el coronavirus.
A su vez, Walmart mencionó que las excepciones a esta política se realizarán de acuerdo con las leyes locales y las necesidades de salud individuales.
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El 3 de abril, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC en inglés) actualizaron la guía que ahora recomienda que las personas usen máscaras mientras están en público para ayudar a mitigar la propagación de la COVID-19, la enfermedad que produce el nuevo coronavirus.
La guía de los CDC hizo hincapié en varios puntos: que usar una máscara para la cara no sustituye el distanciamiento social y que el público no debe usar máscaras médicas o quirúrgicas. Las recomendaciones sugieren que el público debe usar tela que cubra la boca y la nariz.
«El virus puede propagarse entre las personas que interactúan en las proximidades, por ejemplo, al hablar, toser o estornudar, incluso si esas personas no presentan síntomas. A la luz de esta nueva evidencia, los CDC recomiendan usar cubiertas de tela en lugares públicos donde las medidas de distanciamiento son difíciles de mantener (por ejemplo, supermercados y farmacias) especialmente en áreas de transmisión comunitaria significativa», apuntaron los CDC.
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Estados Unidos sobrepasó este viernes las 50.000 muertes a causa del coronavirus, cifra que dobla las escalofriantes estadísticas de Italia, el país más golpeado en Europa por la pandemia, en medio de unas polémicas declaraciones del presidente Donald Trump que ha sugerido el uso de desinfectantes para tratar COVID-19.
El mismo día en que el estado de Georgia se convirtió en uno de los primeros en reabrir parcialmente su actividad económica después del confinamiento para atajar la expansión de la enfermedad, el recuento de la Universidad Johns Hopkins reveló que Estados Unidos alcanzó los 880.112 contagios, lo que supone alrededor del 32 % de los casos en el mundo.
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La controversia de los desinfectantes
Aun así, la jornada estuvo marcada por la polémica que originó Trump, tras unas declaraciones suyas el jueves, donde insinuaba que inyectarse desinfectante en el cuerpo podría servir para tratar la enfermedad.
«Yo veo que el desinfectante, que lo noquea (al coronavirus) en un minuto, un minuto, y si hay una forma de hacer algo como eso inyectándolo adentro (del cuerpo), casi como una limpieza», aventuró el gobernante en la rueda de prensa diaria del grupo trabajo de la Casa Blanca del coronavirus.
Rápidamente la firma británica Reckitt Benckiser, que fabrica el desinfectante Lysol, muy popular en EE.UU., y numerosos médicos y científicos se apuraron este viernes en advertir al público de que no ingiera o se inyecte este tipo de productos.
En un comunicado Reckitt Benckiser dejó en claro que, bajo ninguna circunstancia, sus productos desinfectantes «han de administrarse dentro del cuerpo humano (sea por inyección, ingestión o cualquier otra vía)».
Este comunicado, explicó la empresa, se dio en respuesta a «recientes especulaciones y actividades en los medios sociales».
Por su parte, el facultativo Craig Spencer, especializado en salud global en el Centro Médico de la Universidad de Columbia, en Nueva York, dijo al diario The Washington Post que le preocupa «que muera gente por esto».
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