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California: Una ciudad prohíbe los ‘snacks’ en cajas de pago de supermercados

Aunque parezca extraño, una ciudad de California se despide de los dulces y ‘snacks’ en las cajas registradoras de los supermercados.
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Foto: Shutterstock Video: MH
  • Una ciudad de California se ha convertido en la primera en prohibir los ‘snacks’ y comida chatarra en las cajas de supermercados.
  • La ordenanza para prohibir los ‘snacks’ en las cajas registradoras busca impulsar la buena alimentación en esta ciudad de California.
  • Autoridades anuncian a partir de cuándo se dejará de vender los ‘snacks’ en las cajas registradoras de los supermercados de esta ciudad de California.

Aunque parezca irreal, una ciudad de California se

despide de los dulces o ‘snacks’ en las cajas de los supermercados.

El diario New York Post informó este viernes que a partir de marzo de 2021, Berkeley, en California, se convertirá en la primera ciudad de Estados Unidos en prohibir la venta de alimentos no saludables en las áreas de las cajas de pago de los supermercados.

Según el referido medio, ese liberal concejo municipal del Área de la Bahía votó unánimemente el martes por la noche que, a partir del próximo año, las tiendas de comestibles de más de 2,500 pies cuadrados deberán vender no la típica selección de comida chatarra o ‘junk food’, sino 25 pies cuadrados de artículos saludables dentro de un radio de tres pies del área de los cajeros.

La ordenanza de “caja o pago saludable” define lo saludable como los artículos que contienen cinco o menos gramos de azúcar agregada y menos de 250 miligramos de sodio por porción, detalló ABC 7.

Sobre esta decisión, la concejal Kate Harrison expresó: «No estamos diciendo que no puedes tener estos productos. Solo decimos que no estarán al nivel de los ojos de tus hijos cuando entren a la tienda y tú estés esperando en esa larga fila para pagar”.

Agregó: «Sabemos que las personas que consumen muchos productos con alto contenido de azúcar y sal tienen peores resultados de salud y esto afecta particularmente a las comunidades de bajos ingresos y a las personas de color».

La concejal enfatizó que la decisión no pretende ser un castigo o una guerra contra las golosinas, sino una acción que sirva para desalentar los malos hábitos alimenticios.

«No es una prohibición; es un empujón», comentó Harrison a CNN.

«La colocación de ‘snacks’ poco saludables cerca de una caja registradora aumenta la probabilidad de que los clientes compren estos alimentos y bebidas cuando la fuerza de voluntad es débil al final de un largo viaje de compras», explicó.

El New York Post indicó que la iniciativa tiene como objetivo ayudar a los padres a cambiar el concepto de ‘snack’ o merienda de sus hijos.

“La idea de una caja registradora saludable es que ofrece a los padres más oportunidades de decir que sí a sus hijos y también nos ayuda a volver a imaginar qué son las golosinas”, manifestó Harrison, según la reseña del New York Post.

A su vez, mencionó que los “productos poco saludables” buscan crear “reconocimiento de marca y hacer adictas a nuestras familias».

La decisión sobre los ‘snacks’ afectará al menos a 25 supermercados de Berkeley, incluidos Whole Foods, CVS, Walgreens y Safeway, detalló el New York Post.

Según el diario neoyorquino, Berkeley es conocida desde hace mucho tiempo por utilizar ordenanzas para promover un mejor comportamiento social.

En 2014, Berkeley se convirtió en la primera ciudad estadounidense en aprobar un impuesto a las bebidas gaseosas, y el año pasado, en un esfuerzo por eliminar el lenguaje de género, dejaron de usar la palabra «manhole» (boca de alcantarilla), recordó el New York Post.

California: Inmigrante es entregado a ICE luego de combatir incendios como preso

Un inmigrante de 41 años, que luchó contra los incendios forestales de California mientras cumplía condena en una cárcel de California, fue entregado al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE en inglés) cuando llegó la fecha de su liberación.

En un reportaje realizado por The Guardian se conoció la historia de Kao Saelee, un inmigrante nacido en Laos, un país asiático del que su familia huyó cuando apenas tenía 2 años.

Saelee le dijo al medio reseñado que el pasado 6 de agosto su hermana estaba esperándolo fuera de la prisión para recogerlo ya que ese día estaba programada su liberación, sin embargo, los guardias no le permitieron ver a su familia y lo entregaron a agentes de inmigración.

Un contratista de seguridad privada le puso grilletes en las manos, la cintura y las piernas, lo metió en una camioneta y se fue.

Saelee fue puesto bajo la custodia de ICE y posteriormente fue trasladado a un centro de detención en Louisiana.

“Pagué mi deuda con la sociedad y creo que debería tener la oportunidad de estar con mi familia”, dijo Saelee a The Guardian en una llamada reciente desde la cárcel de Pine Prairie Ice.

“¿Cuál es el punto de enviar a alguien de regreso a un país donde no tiene familia? Me volvería loco de miedo», apuntó el inmigrante.

Saelee cumplía una condena de 22 años por un caso de robo en su adolescencia y había servido al estado de California como bombero mientras estuvo en prisión.

El inmigrante ayudó a combatir los incendios forestales de 2018 y 2019.

Kao Saelee tenía planes sencillos para sus primeros días de libertad: nadar en un lago y hacer una barbacoa en compañía de su familia.

Según el inmigrante, cuando llegó a EE. UU., le costaba encajar con sus compañeros blancos porque lo acosaban con frecuencia.

“Su historia es similar a la de muchos jóvenes refugiados del sudeste asiático que fueron reasentados en vecindarios de California que tenían tasas realmente altas de violencia, pobreza y encarcelamiento”, dijo Anoop Prasad, abogado de planta del Asian Law Caucus (ALC), que representa a Saelee.

El Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California (CDCR en inglés) se asoció el mes pasado con ICE para asegurarse de que los agentes migratorios pudieran hacerse cargo de personas como Saelee para que no salieran en libertad.

Este año, el estado envió a cientos de personas a ICE al finalizar sus sentencias de prisión.

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