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Así afectará el huracán Florence la economía de las Carolinas

Los puertos están cerrando. Los ganaderos mueven sus cerdos a tierras elevadas. Las agencias distribuidoras protegen sus autos en talleres y hasta tres millones de personas en Carolina del Norte y Carolina del Sur podrían quedarse sin electricidad durante semanas gracias al huracán Florence.
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Los puertos están cerrando. Los ganaderos mueven sus cerdos a tierras elevadas. Las agencias distribuidoras protegen sus autos en talleres y hasta tres millones de personas en Carolina del Norte y Carolina del Sur podrían quedarse sin electricidad durante semanas gracias al huracán Florence.

En las Carolinas, Virginia y Georgia, las empresas se preparan para el daño económico que el huracán podría provocar en la región. Industrias como la turística y agrícola muy probablemente sufran afectaciones, y las pérdidas no se superarán ni fácil ni rápidamente.

Una vez que toque tierra, se prevé que Florence golpee a comunidades costeras con fuertes vientos y lluvias. Las inundaciones podrían ser devastadoras. La tormenta probablemente dañe casas y comercios, destruya cosechas, ahogue animales de granja, arrastre vehículos y deje en suspenso a mucha de la actividad económica en la zona.

 

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“Estas tormentas pueden ser muy perturbadoras para las economías regionales y tardan en recuperarse”, dijo Ryan Sweet, economista de Moody’s Analytics.

Sweet dijo que cree que en el trimestre de julio a septiembre el huracán Florence puede causar que la economía de Estados Unidos se desacelere algunas décimas de punto porcentual en una base anual. Michael Walden, economista de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, calcula que Florence descontará unos 200 millones de producción diaria a la economía de Carolina del Norte, cuyo tamaño es de 550,000 millones de dólares, hasta que los negocios regresen a algo cerca de lo normal.

 

 

Pudo haber sido peor. El Día del Trabajo marcó el fin de la temporada turística en los Bancos Externos de Carolina del Norte y otros destinos costeros. Ahora hay menos turistas.

De hecho, como tras previos huracanes, la región podría gozar de un auge económico una vez que los equipos de construcción reconstruyan y reparen el daño, y lleguen los pagos de las aseguradoras y el apoyo federal de desastres.

“Lo irónico es que cuando hay un programa de reconstrucción, puede vigorizar a la economía local”, dijo Walden.

“Comúnmente, vemos un efecto estimulante que genera empleos y aumenta los ingresos de los surcarolinenses”, dijo Joseph Von Nessen, economista investigador de la Universidad de Carolina del Sur. Se espera que la contratación sea particularmente elevada en la construcción y en tiendas que venden materiales y suministros de construcción.

 

Prevén daños incalculables tras paso del huracán Florence

El huracán Florence golpea una región que es económicamente diversa, así como extensa. Combinadas, las Carolinas poseen una economía del tamaño de Arabia Saudí. Plantas automotrices de alta tecnología coexisten con posadas frente al mar y granjas de cacahuates. Los condados de Duplin y Sampson en Carolina del Norte, cerca de la costa, venden más cerdos que cualquier otro lugar de Estados Unidos.

Duke Energy advirtió que Florence podría dejar sin electricidad a entre uno y tres millones de clientes en Carolina del Norte y Sur, posiblemente durante varias semanas, dijo la vocera Grace Rountree.

 

 

Dos grandes oleoductos de combustible están en la trayectoria del huracán, pero los analistas dicen que es poco probable que la tormenta interrumpa el flujo de gasolina y otros productos. Aun así, analistas de S&P Global Patts dicen que es posible que los oleoductos Colonial y Plantation puedan verse afectados por los cortes de electricidad o por daños a estaciones de bombeo. Esos oleoductos llevan combustible de la costa del Golfo de México a gran parte del oriente de Estados Unidos.

Los analistas pronostican un aumento temporal en la demanda de combustible debido a las evacuaciones, seguido por un descenso inmediatamente después de la tormenta. Pero es probable que el daño a instalaciones de electricidad sea mucho más leve que la devastación dejada por el huracán Harvey, que el año pasado azotó Houston, el corazón de la industria energética del país. Las inundaciones cerraron refinerías a lo largo de las costas de Texas y Luisiana, y provocó un aumento en el precio de la gasolina.

La ciudad de Florence, a unos 112 kilómetros (70 millas) al noroeste de la playa Myrtle, podría registrar vientos de entre 112 y 177 km/h (70-110 mph), y 7,5 y 15 centímetros (3-6 pulgadas) de lluvia, según el Servicio Nacional de Meteorología. Se emitieron avisos de prevención para la zona por tormenta tropical e inundaciones súbitas hasta el fin de semana.

Small dijo que las medidas preventivas han funcionado para otros huracanes, pero que seguía receloso de la posible inundación a causa de la tormenta con el mismo nombre que su pueblo.

 

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