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Alcalde de Nueva York pide auxilio ante coronavirus y Trump declara zona de desastre

El alcalde de Nueva York pidió auxilio por la crisis del coronavirus y describió a la ciudad como el nuevo "epicentro de la crisis" en EE.UU.
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  • El alcalde de Nueva York pidió ayuda ante el creciente número de casos confirmados de coronavirus en la ciudad y estado.
  • La situación actual por el coronavirus es «sin ninguna duda una de las mayores crisis en este país en las últimas generaciones», dijo el alcalde de Nueva York.
  • El alcalde de Nueva York advirtió que lo peor podría llegar en dos o tres semanas si no reciben la ayuda necesaria ante el brote de coronavirus.

 El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, pidió este viernes

auxilio por la situación a la que se enfrenta la ciudad, que cuenta ya con más de 5.100 casos confirmados de coronavirus, y describió a la metrópolis como el nuevo «epicentro de la crisis» de Estados Unidos. Luego, el presidente Donald Trump declaró a todo el estado como zona de desastre.

«Odio decir esto, pero la verdad es que ahora somos el epicentro de la crisis, en la ciudad más grande de la nación», aseveró el alcalde de Nueva York en una rueda de prensa, según reportó Efe.

De Blasio aseguró que la actual situación es «sin ninguna duda una de las mayores crisis en este país en las últimas generaciones».

Alcalde Nueva York coronavirus«Y aun así, el presidente hoy (viernes) no ha ofrecido ninguna evidencia de acción», insistió el alcalde, que volvió a denunciar la pasividad del Gobierno federal y del mandatario Donald Trump.

El alcalde dijo haber pedido ayuda a la delegación de Nueva York en el Congreso, al vicepresidente Mike Pence, y «a cualquier persona que me escuche», pero denunció no haber recibido «ni una sola respuesta de nadie» en relación a los miles de ventiladores y los millones de mascarillas que asegura necesita la ciudad por el brote de coronavirus.

«Advierto a la gente que en dos o tres semanas, a este paso, nos vamos a quedar sin» esos insumos, vaticinó, a la vez que subrayó que una tercera parte de todos los infectados en Estados Unidos y dos terceras partes del estado de Nueva York están en la Gran Manzana.

En concreto, el alcalde De Blasio apuntó que un total de 5.151 personas han sido diagnosticadas con coronavirus y 29 personas han fallecido hasta el momento en Nueva York, mientras que el barrio de Brooklyn, con 1.518 infecciones, es el más afectado de la ciudad.

Los más de 5.000 casos son más del doble de los que se informó el día anterior en la ciudad de Nueva York, ya que el jueves se anunciaron 2.469 infecciones.

Señaló además que el sistema de hospitales de Nueva York en estos momentos «puede soportar un aumento muy importante» de pacientes, pero eso será solo hasta mediados de abril, aproximadamente.

«Creo que he sido muy directo sobre el hecho de que dentro de dos o tres semanas, entramos en una realidad muy distinta», advirtió.

La saturación del sistema sanitario se produciría pese a que la cancelación de cirugías no urgentes y el alta de pacientes que no revisten gravedad han dado paso a la liberación de unas 1.200 camas hospitalarias, y al hecho de que unos 2.000 profesionales médicos jubilados se han prestado voluntarios para ayudar en la crisis.

El alcalde habló además de la decisión hecha pública este viernes del gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, de ordenar el cierre de todos los negocios no esenciales en la región, y dijo que era la «medida correcta para protegernos a todos».

Anunció asimismo que habrá una marcada mayor presencia policial en las calles de la metrópolis para asegurarse de que la población sigue las normas de «distanciamiento social» dados las habituales concentraciones en parques y espacios abiertos que se han seguido dando, aunque no describió un plan detallado para ello.

«No se va a tratar de una imposición, sino de una comunicación» por parte de las fuerzas del orden, dijo el comisario de la Policía de Nueva York, Dermont Shea, que pidió la colaboración de los ciudadanos, aunque dijo entender que el distanciamiento social supone un «gran ajuste» para todos.

Shea desveló además que en la última semana se ha producido un «marcado descenso» tanto en la tasa de crimen de Nueva York como en las denuncias al teléfono de atención policial, el 911, «excepto las llamadas por enfermedad, como es lógico».

En cuanto al transporte, De Blasio anunció algunos cambios en el sistema de transporte público, como la instalación provisional de carriles especiales en respuesta al aumento del uso de bicicletas como medio de transporte, y una menor frecuencia en los transbordadores que conectan Staten Island con el resto de la ciudad por el escaso número de pasajeros que se han registrado.

Zona de desastre

En la noche del viernes, el presidente Donald Trump declaró que al estado de Nueva York como zona de desastre ya que el número de casos confirmados de coronavirus se disparó y la ciudad de Nueva York fue declarada el epicentro del brote estadounidense.

Según reseñó Daily Mail, ahora se enviará al ejército de Estados Unidos, y, además, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos ha dicho que planea hacerse cargo de hoteles, estadios deportivos, residencias universitarias y otros edificios en un intento por aumentar la cantidad de habitaciones de hospital disponibles.

La declaración del presidente se produce cuando un hospital en el Bronx reveló que se está quedando sin ventiladores y un médico de Queens reveló que un paciente anciano con síntomas de coronavirus murió en el piso de la sala del hospital.

El viernes, los pacientes fueron vistos haciendo fila alrededor de la cuadra en los centros de pruebas en la ciudad de Nueva York.

El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, solicitó la declaración de zona desastre, que allana el camino para que el gobierno federal pague hasta el 75 por ciento de las facturas del estado por su respuesta de emergencia a la pandemia.

La declaración de emergencia emitida el viernes por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA en inglés) brinda acceso a $ 42 mil millones en ayuda del Fondo de Socorro en Desastres, informó el New York Post.

FEMA ahora podrá enviar personal y recursos al estado, así como establecer centros móviles de pruebas de coronavirus, desinfectar instalaciones públicas y proporcionar suministros médicos a pedido, como máscaras faciales, guantes y batas quirúrgicas.

La declaración también permite que el ejército de EE.UU. haga más planes de asistencia.

Nueva York ordenó que todos los trabajadores no esenciales se queden en casa

El estado de Nueva York decretó este viernes que todos los empleados de servicios no esenciales deberán dejar de acudir a sus puestos y trabajar desde sus hogares con el fin de reducir el ritmo de contagios del coronavirus, reseñó la agencia Efe.

“Solo los negocios esenciales funcionarán. La gente puede trabajar desde casa (…), pero solo los negocios esenciales pueden tener a trabajadores en sus puestos”, explicó el gobernador, Andrew Cuomo, al presentar una política que bautizó como ‘Nueva York en Pausa’ y que entrará en vigor el domingo por la noche.

Según dijo, habrá multas y cierres obligados para las empresas que no cumplan. “Estas medidas serán aplicadas. No son recomendaciones”, insistió.

Entre los servicios esenciales que quedan excluidos figuran, entre otros, supermercados y farmacias.

Además, Cuomo ordenó que se cancele toda reunión no esencial y cualquier concentración de personas en las calles, que se mantenga la distancia con toda persona en público y que se evite en todo lo posible el uso del transporte público.

Las reglas son más estrictas para grupos de riesgo -que incluyen a mayores de 70 años y a aquellos con problemas de salud previos-, que deberán permanecer en sus domicilios salvo para hacer ejercicio en solitario, tomar la temperatura de cualquier persona que les visite y usar una mascarilla siempre que estén con alguien, entre otras cosas.

En el caso de los individuos, por ahora no se prevén multas o sanciones, pero Cuomo confió en que todo el mundo las respete, con un llamamiento especial para los jóvenes, a quienes pidió solidaridad.

Cuomo insistió en que esta nueva política no supone un confinamiento, una expresión que se ha resistido en todo momento a utilizar y que, a su juicio, solo contribuye a alimentar el pánico.

“Las palabras importan”, insistió el político demócrata, que defendió que las medidas anunciadas en otros estados como California tampoco suponen un confinamiento o una cuarentena.

La idea es que todo el mundo permanezca en sus domicilios todo lo posible, aunque no se impide a nadie que, por ejemplo, salga a tomar el aire. Cuomo insistió en que no se puede exigir a la gente que esté las 24 horas en casa por un periodo de tiempo que aún no está claro y que podría ser de “meses”.

Según subrayó, las acciones en Nueva York son las más estrictas de todo el país, en respuesta al alto número de casos que se registra en el estado.

Este viernes, se habían confirmado en el estado 7.102 positivos, 2.950 más que el día anterior, un fuerte aumento que Cuomo vinculó en buena medida al número mucho mayor de pruebas que se están llevando a cabo cada día. Los fallecidos ascendieron a 35.

Más de la mitad de los casos, 4.408, se concentran en la ciudad de Nueva York, donde ha habido casi 2.000 nuevos casos en las últimas 24 horas.

Además, anunció que se está trabajando para multiplicar el número de plazas dentro de los hospitales y se estudia adaptar grandes edificios para fines médicos, por ejemplo, centros de conferencias o campus universitarios.

La mayor complicación será contar con el número de respiradores necesario en los peores momentos de la pandemia, por lo que se pide que cualquiera que no esté en uso se ponga a disposición.

“Los respiradores son en esta guerra lo que los misiles eran en la Segunda Guerra Mundial”, dijo Cuomo.

 

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